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Luz Gabás: "No creo que el Planeta trastoque mi vida, mi casa está donde está, en el pueblo"

La escritora aragonesa presume del trabajo de investigación que precedió a su libro que ha sido premiado y del valor divulgativo de la novela histórica.

Luz Gabás y Cristina Campos mostraron ayer su complicidad como ganadora y finalista del Planeta.
Luz Gabás y Cristina Campos exhiben su complicidad como ganadora y finalista del Planeta.
Toni Albir/EFE

En menos de un mes, el 4 de noviembre, ya estará en las librerías la primera tirada de ‘Lejos de Luisiana’: 210.000 ejemplares con la firma de Luz Gabás, flamante ganadora del Premio Planeta de 2022, que fue anunciado el sábado en una cena en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. 

Este domingo, tras una noche de muchas emociones y pocas horas de sueño, seguía en Barcelona recibiendo una felicitación tras otra, entre ellas la del anterior aragonés en llevarse el Planeta, Javier Sierra (2017, por ‘El fuego invisible’), ahora recién distinguido, el viernes, con el Premio de las Letras Aragonesas.

Feliz, la montisonense mantenía el mismo aplomo que en la víspera, dispuesta a unos meses de mucha agitación que la llevarán a presentar su libro por toda España, comenzando en Madrid y terminando en Sevilla, y pasando por las demás principales capitales, Zaragoza incluida, antes de ir a Latinoamérica. "Va a ser una promoción intensa, pero no creo que este premio trastoque mis hábitos de vida. Tengo tablas, tengo experiencia. Mi casa está donde está, en el pueblo (Anciles), y espero que pueda seguir estándolo".

El grupo editorial tiene mucha confianza en la nueva novela de Gabás, a quien el éxito acompaña desde su debut hace diez años con aquella ‘Palmeras en la nieve’ que fue llevada al cine. Por ‘Lejos de Luisiana’, la escritora se embolsa un millón de euros, la mayor dotación económica de un galardón literario en el mundo.

El libro tiene su origen en el encargo de un relato sobre el papel de España en Estados Unidos. Preparándolo, se le cruzó la figura del malagueño Bernardo de Gálvez, gobernador de Luisiana y partícipe en la Guerra de Independencia de Estados Unidos contra los británicos, cuyo retrato está en la sala de fundadores del Congreso de aquel país, y quiso profundizar en un tiempo y unas relaciones de los que poco se ha escrito. Ya embarcada en la preparación de la novela, se topó con Pierre Laclède, un bearnés de Bedous, al otro lado en los Pirineos del valle de Benasque que ella habita, fundador de la ciudad de San Luis, en Misuri, al que incorpora como personaje. "Ha sido un descubrimiento tras otro… Soy curiosa y pienso que con una novela histórica, igual que puedo ilustrarme a mí, puedo ilustrar a los demás", dice la autora.

Sitúa su narración en la segunda mitad del XVIII, cuando la colonia francesa de Luisiana está a punto de pasar a manos españolas. En ese contexto se desarrolla la pasión entre una francesa y un indígena. "Se trata de una historia de un amor inquebrantable que sucede en el inmenso territorio que España poseyó en el corazón de Norteamérica… Aparecen pioneros, aventureros, comerciantes, religiosos, colonos, criollos franceses, esclavos africanos, indios de distintas tribus...".

Un relato coral en el que hasta los secundarios están "muy mimados", según la escritora, que vivió una temporada en California y ha contado con la ayuda de su hermana para espigar en la documentación sobre los 40 años que abarca la novela. De este esfuerzo en la investigación ya presumió el sábado al agradecer el premio en la lengua de una de las tribus que aparecen en el libro. Ha sido un puzle narrativo –insiste– complejo, difícil de montar: "Casi me costó la salud".

Luz Gabás, que fue alcaldesa de Benasque entre 2011 y 2015, es un ejemplo de éxito desde la España que se vacía. "Yo soy yo y decido vivir donde vivo, y resulta que me gusta escribir. Gracias a las tecnologías, hoy en día eso se puede hacer, puedo trabajar a distancia, con el ordenador, como todos", dice.

¿Es la cultura una oportunidad de las más evidentes para frenar la despoblación? "No solo. Es muy complejo el medio rural. Parece que es más barato vivir, pero no, no, acabas pagando mucho porque tienes que desplazarte, tienes los hospitales lejos, los hijos estudiando en la universidad y lo tienes que pagar todo. Es una opción de vida, pero no la idealizaría. ¿Soluciones? Creo que la primera ya está en marcha y es el cambio del discurso, que la gente se crea que se puede vivir en la España rural. La pandemia ayudó porque mucha gente no tenía ni balcones y estar encerrada no le gustó, y, bueno, esto hizo que se vendieran casas en pueblos. Eso está bien. Pero hacen falta medidas políticas reales, basadas en el territorio, y no tomadas desde un despacho sin tener ni idea".

La hija de un finalista que 40 años después logra un segundo premio

Toda la serenidad que ha exhibido en público Luz Gabás eran nervios en el caso de Cristina Campos, la escritora barcelonesa de 47 años que quedó segunda en las preferencias del jurado del Premio Planeta con ‘Historias de mujeres casadas’. Se lleva por ello 200.000 euros y la satisfacción añadida de regalar una alegría muy especial a su padre, que hace 40 años estuvo entre los diez finalistas del mismo certamen literario.

Cristina Campos, casada con el realizador Jaume Balagueró, trabaja como directora de ‘casting’ para películas y series de televisión. Logró buenas ventas al debutar en la novela con ‘Pan de limón con semillas de amapola’, llevada a la gran pantalla por Benito Zambrano. Y fantasea con que su nuevo libro, protagonizado por mujeres, sobre la infidelidad, la maternidad, el deseo, escrito con una estructura y un ritmo propios del cine, también merezca una adaptación audiovisual. 

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