ARTE Y ARQUITECTURA. OCIO Y CULTURA
Víctor Solanas transforma el rocódromo de Bárboles en un espacio de arte y escalada
El principal objetivo del artista es la utilización y optimización de los espacios municipales que integran la pintura mural con el deporte
El pasado fin de semana, durante sus fiestas de otoño ya, en Bárboles (Zaragoza), el artista Víctor Solanas-Díaz presentaba un original trabajo de intervención artística en el rocódromo de la villa, que ha llevado a cabo el apoyo y el soporte del ayuntamiento de la localidad.
El artista exponía en 2015 y 2016 en la galería Antonia Puyó; en 2021 presentó en el Espacio Tránsito del Centro de Historias, ‘Der Stimmenimitator', bajo título de Thomas Bernhard, donde “analizaba el lenguaje y sus acotaciones”, según escribió Alejandro Ratia. Ahora Víctor Solanas-Díaz participa en una colectiva el mismo lugar, ‘Realidad líquida’, con nueve artistas más de distintas disciplinas: Ana Felipe Royo, Isidro Ferrer, Jorge Fuembuena, Paco García Barcos, Fernando Martín Godoy, Ana Palacios, Sylvia Pennings y Lina Vila.
En Bárboles ha hecho un proyecto muy imaginativo, donde usa la geometría y el color y la fuerza del trampantojo, si puede decirse así. El principal objetivo ha sido la utilización y optimización de los espacios municipales que integran la pintura artística mural con el deporte de la escalada. Víctor Solanas dice que “se han incorporado elementos geométricos en colores planos suavizados y de luminosidad tenue cuyo conjunto hace alusión a los espacios de entrenamiento de escalada a la vez que se han modificado las proporciones de estos planos para generar una suerte tensión e irregularidad”.
A la vez, se han estudiado las posibilidades de las vías de escalada de manera que tanto los niños como los adultos e incluso escaladores profesionales puedan ir a jugar, disfrutar o incluso entrenar. El rocódromo ofrece posibilidades culturales, deportivas y recreativas en su nuevo concepto.
“El rocódromo combina piedra natural con presas prefabricadas atornilladas a la pared y se han creado vías que varían en dificultad e intensidad. Se pueden hallar tramos con muy poca superficie de apoyo para dedos o pies con otros sencillos y cómodos para el escalador aficionado”, explica Víctor Solanas-Díaz, que tiene un acusado y peculiar sentido del cromatismo y del movimiento.
“Se ha equilibrado el aspecto artístico con el deportivo, logrando así una obra integral donde ambas partes tienen la misma relevancia”, insiste, y recuerda que la cara del pueblo zaragozano ha cambiado con un elemento plástico y arquitectónico sorprendente. “La llegada a Bárboles tiene ahora una nueva imagen gracias a este trabajo que ofrece una renovación estética que puede apreciarse desde el mismo momento en que se accede desde la carretera principal”, concluye.
