El alabastro aragonés triunfa en la muestra que inaugura Lovaina

Obras de arte de Huesca y Zaragoza están en la exposición, de la que es asesora Carmen Morte. 

Foto de Ariño
Un escultor trabajando el alabastro
Laura Uranga

Ocho obras de arte procedentes de Aragón participan en la exposición internacional que se va a inaugurar en el Museo de Lovaina (Bélgica) el próximo 14 de octubre. La muestra ‘Alabaster’, que podrá visitarse hasta finales de febrero, ha sido comisariada por especialistas del museo anfitrión y del Louvre, y en el comité científico se integra la aragonesa Carmen Morte, historiadora del arte y comisaria de exposiciones como ‘Fernando II, el rey que imaginó España y la abrió a Europa’.

"Se empezó a trabajar en el proyecto hace varios años -relata Carmen Morte- y, con motivo de los congresos internacionales del alabastro que se han realizado en Aragón, los comisarios me ofrecieron formar parte del comité científico y ocuparme del apartado de España. La exposición se ocupa del alabastro como material escultórico en la Europa de entre 1300 y 1650. Hice un listado de las obras más importantes y representativas que se conservan en nuestro país, y los comisarios, de esa lista, han elegido las mejores piezas".

La muestra va a ser histórica por la cantidad y calidad de las obras (aunque la coyuntura internacional haya obligado a recortar algo la nómina de piezas seleccionadas). Y aunque hay obras de variada procedencia, el grueso de las obras españolas han salido de Aragón. Del Museo de Zaragoza, por ejemplo, han partido para Lovaina la ‘Presentación de la Virgen en el templo’, de Gabriel Joly; ‘La caridad de San Nicolás’, de Damián Forment, de Velilla de Ebro pero depositado en el museo; y un escudo de armas del Reino de Aragón.

Contribución oscense

De la catedral de Huesca han viajado ‘Santa Ana, la Virgen y el Niño’ de Damián Forment; y del museo diocesano de la capital altoaragonesa ‘La Adoración de los Magos’, también de Forment; y la lápida sepulcral del obispo Hugo de Urriés, de Pere Johan. Otra obra de Gabriel Joly procede de la antigua colegiata de Bolea, un ‘San Bautista’. Y, por último, del Museo de Huesca ha viajado la ‘Alegoría de los ríos Flumen e Isuela’.

La exposición, que ocupará seis salas del museo belga, no se ordena en sentido cronológico, sino temático, ya que busca esclarecer aspectos de un material artístico muy empleado en Europa durante centurias. Analiza desde sus características físicas y químicas a su origen, su significado y su uso. Aunque en algún momento se pensó en la posibilidad de que la muestra viajara a París, Madrid o Valladolid, en principio se han descartado otras sedes.

"Se ha publicado un catálogo de la exposición -concluye Carmen Morte-, y la intención es seguir estudiando el alabastro".

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