Guille Milkyway, músico: "Pasarlo bien debería ser lo normal, no hay que justificarse"

El músico, productor y divulgador actúa este sábado con La Casa Azul en el FIZ, que regresa a la sala Multiusos tras el parón de la pandemia. 

Guille Milkyway, de La Casa Azul, que este sábado actúa en el FIZ.
Guille Milkyway, de La Casa Azul, que este sábado actúa en el FIZ.
H. A.

Guille Milkyway es prescriptor, productor, divulgador musical y el alma de La Casa Azul, que este sábado forma parte del cartel del regreso del FIZ, el Festival de Música Independientes de Zaragoza en el que también se podrá escuchar a Dorian, Ojete Calor, Cariño, Eleven y Carolina Durante.

Este que acaba de terminar ha sido el verano de darlo todo. ¿Lo han percibido desde el escenario?

Estamos muy felices en el escenario, pero yo lo asumo como lo que debería ser normal. Parece a veces que uno se tenga que justificar por pasarlo bien con "todo lo que está cayendo", con "todo lo que va a venir"... El ser humano tiene miedo y se divierte, se evade y se preocupa. Por suerte, la gente se lo sigue pasando bien, no está adormecida. Quizá esa manera de darlo todo la habíamos olvidado.

¿Sienten que su música tan festiva sintoniza particularmente con ese despertar?

Más que festivos creo que tratamos de dar rienda suelta a todo, a la incontención emocional. Pienso en nosotros en los términos de eso de "quien canta, su mal espanta". Desde pequeño tengo conciencia de empezar a hacer música buscando algo así: como me costaba hablar, vi que haciendo 'cancioncillas' me sentía mejor.

"Si hubiera nacido ahora me hubiera ayudado mucho ver a gente como Bizarrap"

​"Me lo pasaba muy bien haciendo música en mi habitación"

"Es una trampa creer que a la persona que está haciendo reguetón no le gustan los Beatles"

Hablando de 'cancioncillas', usted tiene una de esas que sobreviven a los años, que forman parte de la vida de la gente. ¿Cómo se lleva con la 'Revolución sexual'?

Pues estupendamente. Me siento afortunado de haberla hecho y orgulloso. Por lo que sea, ese tema tomó un camino más libre y más grande y nos ha permitido abrir una ventana al grupo a la que se ha asomado gente que jamás se hubiera planteado escucharnos. Hay músicos que acaban rechazando esa canción que sobresale, que piensan que solo les valoran por eso. Mucha gente canta tus canciones y no sabe ni quién eres, pero es que la historia de la música popular contemporánea está hecha a base de eso, de canciones más que de creadores. En el eterno debate del autor y la obra, yo siempre suelo estar en el de la obra.

La prueba es que le ha costado dar la cara...

Ahora lo hago porque hice todo ese camino anterior; estoy más liberado y cómodo porque hice un proceso. Un proceso en el que me lo he pasado bien.

Usted es polifacético en el mundo de la música. También es productor. ¿Qué opina de que de nuevo esta figura haya dado un paso a primera línea, como en el caso de Bizarrap?

Es un vaivén en la historia de la música pop contemporánea desde los 50 hasta ahora. La irrupción de la tele musical con la MTV provocó un giro muy claro hacia la figura del ídolo, del artista en sí, porque la imagen lo copó todo. Hasta que eso interiorizó, no hubo un espacio para que los productores y productoras volvieran a tener algo de presencia. En realidad, la visibilidad me da un poco igual a nivel físico o estético, pero está guay que las distintas disciplinas dentro del proceso creativo tomen presencia, porque eso ayuda a muchos niños y niñas a los que les gustaría hacer música. Hay gente que no tiene el espíritu ni la capacidad de cantar o tocar, de estar en primera línea, pero sí de otras cosas. Yo me lo pasaba muy bien haciendo música en mi habitación. Si hubiera nacido ahora me hubiera ayudado mucho ver a gente como Bizarrap. Creo que el momento actual es bastante excitante en ese sentido.

"Nuestros conciertos dan rienda suelta a la incontención emocional".

​"Dentro de 25 años veremos a Bizarrap diciendo: 'Lo que hacíamos nosotros sí que era música'"

Muchos no opinan igual.

Es cíclico. Es siempre lo mismo. Y diré más: es natural, porque es la brecha generacional es la que explica la aparición de fenómenos contraculturales.

¿Es una cuestión de edad, no de gustos?

Si vas a principios del XX, las críticas a los conciertos del jazz eran clavadas a los que ahora tienen determinados movimientos de música urbana y se parecen a las que tenían el punk, el segundo verano del amor con el 'acid house' o los comienzos del hip hop. Tiene que ver con ese 'impasse' generacional. Pero es que tiene que ser así. Es normal que haya gente que no se sienta apelado a lo que forma parte de la generación que va detrás porque precisamente ha surgido por eso. Y que tú no te sientas apelado a nivel emocional por una música no quiere decir que no la valores.

Mucha crítica especializada es dura con estos estilos.

Que yo o mi padre o mi hijo no entendamos ciertas músicas es lo normal, pero desde el punto de vista técnico y conceptual alguien tendría que explicarlo. Y es compatible con que no te guste. Es una discusión compleja. Hay quien piensa en unos pilares de la música popular y que después no hay nada más , pero para mí eso es la gran mentira. Todo es compatible. Es una trampa creer que a la persona que está haciendo reguetón no le gustan los Beatles. Hay a muchos que sí y los conozco.

¿Las nuevas generaciones son menos desprejuiciadas?

Y ese es su salvavidas. Cada vez hay menos purismo. Y creo que la generación Z marcará el final de eso. Aunque estoy convencido de que dentro de 25 años veremos a Bizarrap diciendo eso de "lo que hacíamos nosotros sí que era música". 

No fueron 25 años, pero sí nueve los que hubo que esperar entre sus dos últimos discos. 

Antes de la pandemia estaba ultractivo, pero el parón dio al traste con todo. Mi idea es seguir lanzando sencillos a partir del mes que viene y en 2023, yo creo que a finales, saldrá el disco nuevo.

La Casa Azul aspiró a ir a Eurovisión. ¿Puede que sea el no-presentado al festival más recordado junto a Rigoberta Bandini?

Me encanta Eurovisión de toda la vida. Cuando me embarqué fue de manera un poco naif porque aunque lo sabes es muy fuerte todo lo que rodea a ese festival. Hay mucha presión, muchísima proyección mediática. Si hubiera sido consciente no sé si lo habría hecho de la misma manera.

¿Qué va a pasar después de Chanel?

Pienso que en Eurovisión es todo es viable. No estoy de acuerdo con ese discurso de "esto no es muy eurovisivo" porque creo que la historia del festival prueba que todo es factible. La clave es hacer algo muy bien hecho que sostenga esa proyección mediática y , por otro lado, creérselo. Porque si no es así ya hemos visto lo que pasa. También es importante la diferenciación, tener personalidad. A veces Eurovisión se percibe como lo menos auténtico, lo más artificial, pero la mayoría de veces triunfa lo que dentro de ese contexto resulta más auténtico. Esa paradoja explica cómo enfrentarse al reto.

A ustedes les dejó fuera de Eurovisión el Chikilicuatre.

Buenafuente es la persona que nos salvó de ir a Eurovisión.

¿Les salvó?

A veces me ha dicho que se equivocó al presentar a Chikilicuatre y cortarnos el paso, pero siempre le digo que no sé si hubiera sido capaz de sostener aquello. Al final, la gracia de Eurovisión es que aunque hubiéramos ido no hubiera pasado nada. De hecho a Paula (Rigoberta Bandini) le dije que lo que le pasó es lo mejor porque mucha gente piensa que hubiera ganado. Y probablemente es mentira. También está guay la idea de colarte en algo así. Que pase de vez en cuando está super bien y es super sano.

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