EL PATRIMONIO ARAGONÉS EMIGRADO

El retrato de un rey que duerme en el Louvre

Un busto relicario realizado en Zaragoza en la primera mitad del siglo XVI es una de las obras más destacadas de la sección ‘Objets d'art’ del museo parisino.

El busto relicario está realizado en plata parcialmente sobredorada.
El busto relicario está realizado en plata parcialmente sobredorada.
Museo del Louvre

El Museo del Louvre luce desde hace unos años en su sección de ‘Objets d’art’ un busto relicario de plata con la marca del punzón que se usaba en Zaragoza durante la primera mitad del siglo XVI

Es un busto de una belleza excepcional, que dispone de un relicario de cristal en forma de corazón sobre la camisa del personaje. Los punzones de las obras de orfebrería son muy útiles a los historiadores porque con ellos establecen la procedencia y la cronología. Pero de esta pieza se desconocen aún muchas cosas.

El propio museo francés, en la ficha de su catálogo ‘online’, asegura que estuvo en la colección de Frédéric Spitzer, un marchante y coleccionista franco-austriaco que en las últimas décadas del siglo XIX vivió en París y reunió en su mansión un buen número de obras de arte bajomedievales y renacentistas. Asegura también que en 1973 lo compró el museo pero que no ingresó en sus almacenes hasta 1996.

Nada se sabe, sin embargo, del camino que recorrió la pieza hasta llegar a manos de Spitzer. Ni tampoco se aventura el museo parisino a elucubrar quién es el personaje retratado, que fue representado con corona.

El historiador del arte Jesús Criado Mainar, especialista en este tipo de piezas, a las que ha dedicado numerosos trabajos y publicaciones, cree que este busto relicario necesita un estudio en profundidad y considera «arriesgado» conjeturar quién es el personaje retratado, aunque asegura que, a su juicio, «efigia a un príncipe o un rey, lo que abre un amplio abanico de posibilidades a la hora de identificar al titular.

Una de las primeras que puede plantearse es que se trate de una representación de San Hermenegildo, cuyas reliquias conservaba el monasterio de Sigena en el momento en que fue realizado el busto. Como es sabido, tiempo después, en 1562, el arzobispo Hernando de Aragón hizo traer reliquias del príncipe desde ese monasterio para hacer otro busto de plata que regaló al templo metropolitano de la Seo, donde todavía se conserva». Otro misterio sin resolver del patrimonio aragonés.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión