El comentario de expertos, periodistas y artistas se multiplicaba por la sala: “Este año la calidad es mejor. Las obras son estupendas. Hay grandes cuadros”. Se trataba de la exposición del  X Premio Ibercaja de Pintura Joven 2022, que se expone en el Patio de la Infanta, al que se han presentado 220 piezas, se han seleccionado 30 y ha resultado ganador Jaume Pérez Cremades con la pieza ‘Beyond Chaos’, un acrílico sobre lienzo, basado en la línea y en el diálogo de dos colores opuestos: el amarillo, que tiende a ser agresivo, y el azul, más tranquilo. El segundo premio fue para la joven artista zaragozana Alba Lorente (1994), instalada en Madrid, por la obra ‘Ut Patet’, en tinta china sobre papel Montval, un trabajo que tiene una premisa: la destrucción.

Comparecieron en la presentación de la muestra Mayte Ciriza, responsable de Cultura de la Fundación Ibercaja, que condujo el acto, José Luis Rodrigo, director de Fundación Ibercaja, los dos artistas y la comisaria, historiadora y crítica de arte de HERALDO, Desirée Orús.

Rodrigo recordó que este premio, “cada vez más valorado en el contexto nacional”, atiende a dos principios básicos: la apuesta por el arte y la cultura, algo que “hace Ibercaja desde su fundación”, y “el impulso a la juventud para que desarrolle su talento”.

Desirée Orús recordó todo el proceso de la selección de las obras y la elección de los ganadores y los finalistas. Recordó que el galardón “apoya y respalda la trayectoria, consolidada o incipiente, de los artistas jóvenes”, y explicó que todos ellos trabajan los géneros tradicionales -figura, desnudo, paisaje rural y urbano, bodegón...- y les otorgan un carácter de renovación. Dijo que eran “creadores y testigos de su tiempo”, que usan muchas técnicas y que hacen una defensa constante de los valores de la pintura.

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Valoró las obras ganadoras. A diferencia de años anteriores, donde habían ganado piezas figurativas, aquí el jurado se inclinó por dos obras abstractas: la de Jaume Pérez, basada en la línea y el color, que logra crear una sensación profundidad, de movilidad y unidad, en un cuadro que es “armonioso, sencillo, directo y estilizado” en su aspiración a ordenar el caos. Alba Lorente, desde una estética destructiva vinculada a artistas latinoamericanos de los años 60, crea una obra personal, sugerente, un logrado diálogo entre la tinta y la superficie del papel, abierto a numerosas interpretaciones, entre ellas esa idea de relieve y de arañazo en el paisaje.

“Los pintores jóvenes recurren a los géneros clásicos, los hacen suyos y los cambian, a su modo, para devolvérnoslos”, apuntó Desirée Orús. Observó que en las obras hay preocupaciones y temas eternos: la soledad, el medio ambiente, la emigración, los recuerdos y sentimientos que llevamos dentro.

Jaume Pérez explicó, entre otras cosas, que en su pieza “los opuestos empatizan” y que su obra también respira ambigüedad e incertidumbre. No se propone contar ni sugerir nada porque la suya es una obra en marcha tan cambiante como sus estados de ánimo o sus reflexiones mientras se ejecuta la pieza a lo largo de cuantro o cinco piezas. Y Alba Lorente dijo que ese concepto de la destrucción era una metáfora de sí misma y de su intimidad. Alba, que estuvo en la Fundación Gala, donde disfrutó de un valioso “tiempo de creación”, recordó que su cuadro pertenece a un proyecto de tesis doctoral que está desarrollando. Alba Lorente expone estos días en La Carbonería de Huesca. Ambos, Jaume y Alba, valoraron la importancia del galardón, el reconocimiento nacional que supone; y se recordó que un artista, candidato a entrar en la Fundación Gala, lo valoraron mucho por haber conseguido un accésit en el premio.

Chus Marchador/Ibercaja.

Además de los ganadores, el jurado -formado por Domingo Buesa, Ana Hebrero, Fernando Alvira, Marisa Oropesa, Jesús Pedro Lorente y Charo Añaños– ha seleccionado cinco accésits: ‘Cúmulo’ de Noé Peiró; ‘Vertical Societies XXXI’ de Adrián Marmolejo; ‘Como predicar en el desierto’ de Juan Saturio; ‘Indecible’ de Alba Cantera, una joven pintora zaragozana de 16 años, y ‘21.01.20’ de Pablo Rodríguez. Junto a Alba Lorente y Alba Cantera, solo hay otro aragonés en la muestra: Fernando Ballestín con ‘Despedida’, 2021, un cuadro muy semejante a la colección de retratos que expuso meses atrás en el palacio de Montemuzo.

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La muestra tendrá carácter itinerante, desde septiembre hasta marzo de 2023, y contará con visitas guiadas (se clausurará el 31 de julio) y actividades paralelas en la propia sala: el viernes 3, a las 19.00, se ofrecerá una visita guiada con los galardonados; el 9, María Pilar Sancet hablará de ‘La pintura tiene nombre de mujer’, y el 16, Ira Torres hablará de la conexión entre pintura y música, que se completará con una sesión de sonidos en directo con el productor Gordo del Funk.