Larga vida a Los Titiriteros de Binéfar
Cientos de personas asistieron este domingo a la segunda actuación del ciclo Domingos de Quiosco.
En tiempos de consolas de videojuegos, de TikTok, anime y plataformas de televisión, conforta ver que los niños de 2022 son capaces aún de cantar y bailar con sus padres en una soleada mañana. Y de hacerlo al ritmo de canciones gastadas pero inmortales como ‘Antón Pirulero’. Lo consiguieron este domingo Los Titiriteros de Binéfar, que participaban en el ciclo Domingos de Quiosco y que lograron reunir a varios cientos de personas con el único objetivo de disfrutar de un espectáculo familiar, ‘No nos moverán’.
Los Titiriteros de Binéfar nacieron mucho antes que la cultura ‘woke’, pero en cada uno de sus espectáculos dan una lección de solidaridad, compromiso social y educación en valores.
Y, así, aunque en ellos las raposas aún persiguen a las gallinetas para comérselas, el superhéroe es el maestro Federico, que da cobijo al negrito Jonás, que no tiene nada; se anima a los varones a cocinar y a sumarse a las tareas domésticas; o se subraya a los más pequeños que en la vida, "para descubrir, hay que arriesgar".
Con un tremendo despliegue musical, creando canciones bien con dulzaina, bien con cucharas de madera, y atreviéndose a versionar clásicos internacionales como ‘El himno de la batalla de la república’, Los Titiriteros hicieron disfrutar a todos y no evitaron algunos de sus grandes éxitos, desde ‘La despelona’ a ‘El villano’, en el que todos, padres e hijos, abuelos y nietos, se pusieron a bailar. Más de 40 años de experiencia avalan a una compañía que ha traspasado fronteras..
El ciclo Domingos de Quiosco, organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con HERALDO, se inició el 24 de abril con la actuación del ilusionista zaragozano Juan Capilla. Seguirá el próximo domingo con una actuación de Teatro Indigesto y se cerrará el 15 de mayo con un concierto de The Cucumbers, trío que versiona grandes éxitos del pop y rock.
