ARTES & LETRAS. OCIO Y CULTURA

Soledad Puértolas intenta explicar lo inefable

La escritora y académica ofrece en 'Cuarteto' (Anagrama) cuatro 'nouvelles' que exploran espacios y épocas y desarrollan la magia literaria

CONFERENCIA DE SOLEDAD PUERTOLAS SOBRE EL QUIJOTE / SALA DE LA CORONA DEL EDIFICIO PIGNATELLI ( DGA ) / 13/04/2015 / FOTO : OLIVER DUCH
Soledad Puértolas publica uno de los libros más divertidos e inspirados de su carrera.
Oliver Duch.

La percepción de lo real y de lo imaginario es el tema central de ‘Cuarteto’, de Soledad Puértolas, compuesta por cuatro ‘nouvelles’ tituladas con locuciones latinas. En la primera de ellas, ‘Horror vacui’, la princesa Georgina –personaje de cuento de hadas o de libro de caballerías–, cae víctima de una misteriosa enfermedad que la ensimisma en una actividad frenética, para condenarla a la abulia y al vacío cuando cesa dicha actividad. En ambos estados, Georgina es incapaz de interactuar con las personas y de percibir la realidad tal como es.

En el caso del político Aldo Pastrana y la empresaria Olimpia, protagonistas de ‘Ceteris paribus’ y de ‘Festina lente’, fantasear con amores platónicos les permitirá sobrellevar el peso de la vida, para descubrir, al cabo, que más allá de sus fantasías la realidad los estaba esperando desde el primer momento. Y el amor, o más bien su ausencia tras separarse de su mujer, es lo que ayudará al doctor Fredi Llosa de ‘Noli me tangere’ a gozar, como nunca lo había hecho, de la cotidianidad del mundo que le rodea.

En definitiva, lo que parecen transmitir las cuatro ‘nouvelles’ es que la felicidad, la verdad de la vida está ahí fuera, no en nuestras fantasías ni en nuestro mundo interior, sino en las personas que nos rodean

Lo anterior es solo el núcleo misterioso de unas narraciones entretenidísimas, pletóricas de giros inesperados que no dan respiro al lector, pero que, al mismo tiempo, se suceden con total naturalidad gracias a la mano maestra de la autora, que nos traslada a territorios ignotos como el reino legendario de Volarén, gobernado por el rey Doncel de ‘Horror vacui’, o a la villa decimonónica de Altozano en ‘Ceteris paribus’, donde Aldo Pastrana vive su galdosiana existencia recreándose en el recuerdo de Amanda Tello, maestra de la infancia que desapareció un buen día sin dejar rastro.

De modo sutil, ‘Cuarteto’ parece describir cierto decurso de la Historia que nos traslada del pasado al presente y crea, al mismo tiempo, atmósferas que resultan intemporales. Por ejemplo, cuando el lector cruza las puertas del café Palermo de ‘Festina lente’, ubicado «en una de las ciudades más bellas del mundo, al sur de una isla», tiene la impresión de habitar en la segunda mitad del siglo XX. El Palermo es el lugar donde Olimpia conoce a su adorada amiga Valentina Martín, la cual se esfuma también cual los sueños al despertar.

Y, siguiendo la reflexión anterior, con ‘Noli me tangere’ parecemos alcanzar al fin el presente cuando Fredi Llosa, un modesto médico, recibe desde el Ártico el mensaje de su exmujer, la afamada científica Lisa Gangs, anunciándole su cercana muerte y pidiéndole que acuda a su encuentro por última vez.

En los paisajes de la tundra, Fredi conocerá al fin ese vacío que habitaba en el interior de la princesa Georgina; pero el suyo ya no es solo un vacío anímico, sino un vacío que se encarna en la realidad de los paisajes helados, en la inhóspita belleza del blanco de la nieve y de los cielos azules de la portada del libro.

A menudo, Soledad Puértolas (Zaragoza, 1947) nos cuenta en tres líneas los sucesos más importantes de la vida de un personaje sin entrar en detalles y, en cambio, dedicar una página a describir un instante, una sensación que captura al personaje en conjunto. Así, se crea entre ambos planos: el de los detalles mínimos y el de los grandes hechos vitales un espesor de vacío y de misterio, y esa misma distancia es la que media entre la descripción externa de los personajes y su caracterización interior.

Otro aspecto a destacar de ‘Cuarteto’ es el empleo de los géneros literarios tradicionales, pero quebrando sus convenciones elementales para mutarlas en algo diferente. Por ejemplo, en ‘Horror vacui’, el referido uso de los cuentos de hadas y los libros de caballerías, pero sin final feliz y sin moraleja. También en ‘Ceteris paribus’, donde se emplea el adulterio de la novela burguesa decimonónica, pero sin que este llegue a materializarse.

En definitiva, lo que parecen transmitir las cuatro ‘nouvelles’ es que la felicidad, la verdad de la vida está ahí fuera, no en nuestras fantasías ni en nuestro mundo interior, sino en las personas que nos rodean; conclusión que no deja de resultar enigmática en una obra de la imaginación. Pero es justo en el interrogante donde está el valor de la gran literatura, porque Soledad Puértolas consigue con este maravilloso libro caminar sobre el vacío, explicar lo inefable.

LA FICHA

'Cuarteto'. Soledad Puértolas. Anagrama. Barcelona, 2021. 206 páginas.

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