El Ballet Imperial Ruso vuelve al Principal con Tchaikovsky
La compañía representa desde hoy fragmentos de ‘La bella durmiente’, ‘El lago de los cisnes’ y ‘El cascanueces’.
El Ballet Imperial Ruso recala nuevamente en la capital aragonesa para representar en el Teatro Principal, desde este miércoles hasta el próximo domingo, el espectáculo ‘Gran gala Tchaikovsky’, un homenaje al famoso compositor Piotr Iliich Tchaikovsky que incluye varios de los fragmentos más famosos de sus ballets: el acto blanco de ‘El lago de los cisnes’, la fiesta mágica de ‘El cascanueces y la boda de la princesa Aurora de ‘La bella durmiente’.
Esta compañía rusa de fama internacional -con giras por Australia, China, Japón, Finlandia, Brasil, Alemania...- fue creada en 1994 en Moscú por la icónica bailarina Maya Plisetskaya y está dirigida por la estrella del Teatro Bolshoi Gediminas Tarandá -Artista de Honor de Rusia (2005) y condecorado con la Orden de Diaguiliev en 2008-. Está formada por 45 bailarines, entre los que destacan Irina Adilova, Daniil Orlov, Vera Efremova, Narimán Bekzhanov, Lev Brel, Yama Cherkashina, Vatautas Tarandá o Vladimir Dorofeev.El nombre de este ballet es un homenaje a la memoria de la familia imperial de Rusia, que hizo una gran contribución al desarrollo de la cultura, incluida la creación de los teatros Bolshoi y Mariinsky, donde nació y creció la gloria del ballet ruso.
Cinco funciones
El espectáculo que el Ballet Imperial Ruso trae estos días a Zaragoza se divide en dos actos y se representa en cinco funciones -este miercoles (12.00), jueves, viernes y sábado (20.00) y domingo (19.00)-. El primero de ellos comprende ‘La bella durmiente’ (la boda de la princesa Aurora), un fragmento de 45 minutos en el que aparecen varios personajes de los cuentos de Charles Perrault (la Cenicienta y el Príncipe, el gato con botas, el pájaro azul y la princesa Florina, el ogro...), y bailan su famoso ‘pas de deux’.
La segunda parte de la ‘Gran gala Tchaikovsky’ incluye el acto blanco de ‘El lago de los cisnes’. En el misterioso lago, el príncipe Sigfrido siente una necesidad ardiente de salir de los aposentos de palacio y adentrarse en un misterioso bosque, donde encuentra un lago lleno de hermosas cisnes embrujadas en una terrible maldición. Allí, conoce a la bella y dulce Odette (cisne blanco) y se enamora de su dulzura y fragilidad. La perfección de la coreografía de Lev Ivanov hace de este ballet uno de los más conocidos, queridos e interpretados desde 1883.
Otro de los populares fragmentos es la fiesta mágica de ‘El cascanueces’. Esta pieza narra el viaje que vive Masha por el arte de la magia de Drosselmeyer hasta llegar al Palacio Fantástico, donde el Cascanueces se convierte en un príncipe y los juguetes cobran vida y bailan para la protagonista.
