Daniel Viñuales refleja en un cómic el trágico hundimiento del submarino C4

El guionista, dibujante y editor zaragozano narra en ‘13 grados 13 millas’ la historia del accidente más grave de la Armada española, que tuvo lugar en Mallorca en 1946.

Portada e ilustraciones del interior de la obra de Daniel Viñuales, David Tapia y Guillermo Montañés.
Portada e ilustraciones del interior de la obra de Daniel Viñuales, David Tapia y Guillermo Montañés.
GP Ediciones

Hace 75 años, 44 tripulantes perdieron la vida en el submarino C4, en aguas de Mallorca, tras ser abordado por el destructor Lepanto en el transcurso de unas maniobras. El 27 de junio de 1946 tuvo lugar el que, hasta la fecha, ha sido el peor accidente de la Armada española en tiempos de paz. Sus restos todavía descansan a 1.300 metros de profundidad y su rescate sigue siendo prácticamente imposible.

El guionista, dibujante y editor zaragozano Daniel Viñuales acaba de publicar ‘13 grados 13 millas. La tragedia del submarino C4’, un nuevo cómic de GP Ediciones en el que narra los diversos episodios en los que se vio envuelto este sumergible hasta su trágico final. Viñuales firma el guión de esta obra y colabora por primera vez con el tándem creativo formado por David Tapia (dibujo) y Guillermo Montañés (color) para abordar la historia del C4 a lo largo de 88 páginas que componen una novela gráfica con tintes bélicos, dramatismo y memoria histórica, y que recuerda a la tripulación que falleció en este terrible accidente.

Los autores del cómic presentan mañana (18.00) ‘13 grados 13 millas. La tragedia del submarino C4’ en el edificio de Caja Rural de Aragón, en Zaragoza.

"En mi familia se conocía esta historia de siempre -cuenta Viñuales, quien conoció el suceso a través de Charo, su primera mujer, de la que enviudó, que era nieta de uno de los tripulantes-. El C4, botado en 1929, fue una nave con una trayectoria muy curiosa porque no solo estuvo inmerso en los avatares de la Guerra Civil, cuando se empleó como correo submarino. Durante este periodo también estuvo comandado por Kuzmin, un comandante ruso".

Franco realizó una visita al C4 en Cartagena el 30 de abril de 1946, subio a bordo y salió en él a la mar, aunque no llegó a hacer inmersión. Fue apenas dos mes antes del siniestro. "Hay un vídeo del No-Do que recoge aquel momento", añade.

Un mar de dudas

Aunque la versión oficial señala que fue un accidente, "hay un halo de misterio en torno a este suceso", opina Viñuales. Por otra parte, nunca se pudieron rescatar los cuerpos ni el propio submarino. "Al principio se pensaba que estaba a 300 metros de profundidad, pero hace poco se supo que se encuentran a mucha más profundidad, con lo que el rescate es imposible", recuerda.

La clase C, fabricada por la Sociedad Española de Construcciones Navales de Cartagena, fue la más moderna de las series de submarinos que participaron en la Guerra Civil y tuvieron cierta importancia en la contienda. En aquel tiempo, el submarino C4 llevó sacos de cartas desde Barcelona a Menorca, con sellos especiales, y se recordará por ser el primero que se utilizó como ‘cartero’. 

El C4 fue, junto al C2, uno de los dos sumergibles de los seis de la Clase C que quedaron operativos una vez finalizada la guerra. Poco antes de terminar el conflicto, el C4 se refugió en el puerto tunecino de Bizerta y regresó con nueva tripulación para formar parte de la Armada. El 27 de junio de 1946 se realizaron unas fatídicas maniobras frente a las aguas del puerto de Sóller. El ejercicio consistía en que tres submarinos (C2, C4 y el General Sanjurjo) debían esperar la llegada de la flotilla de destructores, que hacían de enemigos. Sin que se sepa la razón, el C4 emergió justo en la proa del destructor Lepanto, que no pudo evitar abordarlo pasando por encima de él. El sumergible quedó casi partido y se hundió en el acto. Oficialmente, el C4 sigue "desaparecido" y nadie lo ha localizado. 

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