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El cantante alagonés de los 53 millones de escuchas

Lionware, el proyecto musical de Lucas Bernal que acaba de lanzar la canción ‘Tú y yo’, ha firmado este 2021 un contrato con Warner para dos discos.

Lucas Bernal, Lionware, apuesta de presente y futuro.
Lucas Bernal, Lionware, apuesta de presente y futuro.
José Miguel Marco

Lucas Bernal podría parecer un joven más. A sus 26 años sigue viviendo en su Alagón natal y trabaja como programador informático. Sin embargo, cuando se transmuta en Lionware, su nombre artístico, disfruta de una audiencia millonaria fruto de sus cuatro discos lanzados entre 2016 y 2020, que le han valido para convertirse en un apreciado valor de presente y futuro en la escena de la música urbana nacional y para firmar el pasado marzo un contrato por dos álbumes con la todopoderosa Warner.

Únicamente en Spotify acumula 38 millones de reproducciones. Y en Youtube ya supera los 15 millones. Unos éxitos que ha cosechado sin más ayuda que su talento y su ingenio, además de la inestimable colaboración de las redes sociales como vehículo propagador de sus canciones. La última que ha compartido muy recientemente es ‘Tú y yo’, una preciosa y sencilla declaración de amor de raíz muy pop. "Me encantan las canciones románticas, aunque siempre con un punto oscuro", confiesa.

Viste una camiseta de Pink Floyd y se declara un apasionado de la música. Un férreo vínculo que nació en su infancia. "En mi casa se escuchaba todo tipo de discos, aunque sobre todo rock. Desde Loquillo a los New York Dolls, pasando por los Sex Pistols o Leño. Mi familia es 100 por 100 rockera", explica. Para más pedigrí, su padre y su tío formaron parte a finales de los 80 de Los Furtivos, banda de culto del garaje rock con ese himno cotizadísimo por los coleccionistas titulado ‘No puedo aguantar más’.

Primeras experiencias

Lucas estaba ungido desde la cuna. "Con tres años me apuntaron a solfeo en una academia y aprendí a tocar la flauta travesera, que tocaba en la banda del pueblo. Pero no me gustaban mucho esos estudios porque eran muy estrictos, no podías salirte de lo marcado", rememora. Una decepción que enfrió su relación con la música hasta la adolescencia. "Con 14 años monté mi primer grupo con unos amigos. Tocábamos canciones propias en una línea muy pop. Yo cantaba y tocaba la guitarra. Actuamos en alguna localidad de la zona. Lo recuerdo con cariño, pero no me siento muy orgulloso de aquellas canciones. Aunque años después recuperé una que compuse entonces, ‘En el fondo del mar’", confiesa.

Con 17 años se acercó y abrazó los sonidos electrónicos que hasta entonces le habían causado rechazo. "Empecé a componer mis temas a escondidas en mi cuarto, sin que se enterara mi familia porque era la oveja negra entre tanto rock. Me compré una mesa de DJ y con un portátil HP arranqué", indica. Tal fue su pulsión que se involucró en la organización del festival de sonidos avanzados Ribera Land en Remolinos, que reunió a 1.500 asistentes, y formó un dúo llamado Drop Fathers.

Un proceso formativo y de maduración que desembocó en 2016 con el renacimiento como Lionware (nombre que utilizaba en sus sesiones como DJ). El primer tema que subió a Internet fue ‘Fork’ ("en software es un proyecto que parte de algo que ya existe para hacer algo nuevo, y eso definía mi momento"). Le siguió ‘No todo me duele’. Ambos sin excesivo éxito. "Cada tres semanas publicaba una canción, pero me costaba muchísimo llegar a 1.500 escuchas", revela. El primer punto de inflexión lo logró con ‘Ella me mira de lejos’ ("Celebré por todo lo alto cuando en poquísimo tiempo se aupó a las 15.000 visualizaciones"). Una progresión que se disparó con ‘hits’ como ‘Hoy es ese día’, que supera los 8 millones solo en Spotify. A día de hoy, en México cuenta con 10.000 oyentes al mes, en Estados Unidos 5.000, en Italia 1.500… y en Zaragoza 7.700.

Lejos de embriagarse con estos datos, este alagonés se mantiene con los pies sellados al suelo. “Sigo trabajando como programador porque no quiero estar obligado a que las canciones funcionen sí o sí. Quiero cuidar ese mundo propio que muestro en ellas y que, evidentemente, quiero que llegue a cuanta más gente mejor”, proclama.

Aquellos que quieran presenciar en vivo a este talento, pueden hacerlo en Burgos (4 de diciembre), Valladolid (11 de febrero) y en Zaragoza muy probablemente a principios de 2022.

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