MÚSICA

El sector de los discos de vinilo sufre una tormenta perfecta

Los plazos de entrega se han disparado, los precios de fabricación no paran de crecer y se instala la incertidumbre.

La fabricación y el consumo de vinilos se han disparado en los últimos años.
La fabricación y el consumo de vinilos se han disparado en los últimos años.
Heraldo.es

A mediados de los 90 el vinilo era un formato musical en vías de extinción. Poquísimas bandas y sellos apostaban por él y se entregaban casi exclusivamente al cedé. Un proceso que propició el cierre de la gran mayoría de las fábricas que existían en el planeta. Sin embargo, paulatinamente, la tendencia se ha ido revirtiendo. Como muestra, según Promusicae en España se vendieron 1,2 millones de vinilos en 2020, por los 362.000 de 2015. Son unos datos equiparables a los de otros muchos países como Inglaterra, Estados Unidos, Japón o Francia.

Un auge que, paradójicamente, en estos momentos se está volviendo en contra de este dispar tejido sectorial, en el que conviven las grandes multinacionales como Sony o Warner con los pequeños sellos independientes. El progresivo aumento de la demanda de fabricación de nuevos discos está sobrepasando las posibilidades de las factorías (en España sólo existen tres: una en Castellón, otra en Madrid y otra en Vizcaya). Como consecuencia, los plazos de entrega se están dilatando. Hasta hace muy poco, se precisaban entre uno o dos meses desde que se hacía el pedido hasta que se recibían los discos. En la actualidad, se requieren entre seis y nueve meses, un hecho que está provocando problemas en el funcionamiento de los sellos y de los comercios.

Es el caso del zaragozano Pedro Vizcaíno, quien lleva editando discos desde 1993 al frente de proyectos como Grabaciones en el Mar o You Are The Cosmos."En los 28 años que llevo en el negocio no había vivido jamás una situación tan dramática como la actual. En mi caso, hasta marzo no está previsto que me lleguen unos discos que sin estas disrupciones hubiera recibido en noviembre. La incertidumbre es total. Los que vivimos de esto las estamos pasando canutas", explica.

Un contratiempo al que se añade el aumento de las tarifas de fabricación que, dependiendo de los casos, puede establecerse entre el 10 y el 30 por ciento. La escasez de materias primas (los discos están hechos de policloruro de vinilo, mejor conocido como PVC, un producto derivado del petróleo), la subida descomunal de la electricidad y el incremento de los gastos de transporte conforman una tormenta perfecta que hace inviable muchas de las iniciativas. Son multitud las bandas y los artistas que optan por editar sus canciones únicamente en formato digital... y algunos han regresado al denostado cedé, cuyos precios y plazos son más asequibles.

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