Diez trucos de experto para hacer el cambio de armario y no morir en el intento

¿Cómo hacer para tener toda la ropa a la vista en el armario? ¿Merece la pena guardar lo que no nos vale pensando en que cambiaremos de talla? ¿Qué importancia tienen las perchas? Sacar la ropa de la nueva temporada y verse ante una pila que no sabemos gestionar es una cuestión que va más allá del terreno práctico y que puede abrumar o generar frustración.

La estilista Paula Amoretti, con prendas que ha seleccionado para la nueva temporada.
La estilista Paula Amoretti, con prendas que ha seleccionado para la nueva temporada.
Oliver Duch

Aunque los meteorólogos avisan de que el buen tiempo aún volverá a asomar, el frío ha llegado esta semana a tierras aragonesas casi de sopetón. Con él, abundan ya esas indumentarias que tienen un pie en el verano y otro en la nueva temporada y que hacen que uno salga de casa con 20 capas y regrese con ellas colgando del brazo. Pero el entretiempo, sobre todo por estos lares, dura un suspiro, y con el puente del Pilar a la vuelta de la esquina, toca ir pensando en sustituir la manga corta por el abrigo.

Como volver al gimnasio o madrugar, el cambio de armario de cada temporada, sobre todo la que encara el mal tiempo, es sinónimo de enorme pereza.

Más allá de cuestiones prácticas, enfrentarse a una pila de ropa por ordenar esconde un gran componente emocional. Puede generar desde angustia por no saber qué hacer con ella a mala conciencia por haber comprado tantas cosas que ahora sentimos que no necesitamos. Esas prendas con olor a cerrado son muchas veces un recordatorio de lo que hemos engordado o de ese mal día que pensábamos que iba a solucionarnos otra camiseta más.

La ropa que almacenamos dice mucho de nuestra personalidad y nuestra forma de estar en el mundo: cuáles son nuestros gustos, qué expectativas tenemos, cuál es nuestro verdadero estilo de vida o cómo gestionamos la compulsión o la frustración.

A algunos les podrá parecer exagerado, pero esa es la experiencia de la estilista y consultora Paula Amoretti, que tiene entre su cartera de servicios la de confeccionar 'terapias de estilo' con las que ayuda a sus clientes a ordenar sus armarios o a elegir la ropa de acuerdo a sus verdaderas necesidades, materiales y, ojo, espirituales.

Para ella, la tarea de cambiar el armario de cada temporada puede mejorar mucho si se aplican trucos no solo en el terreno del orden -"no todo es Mary Kondo", dice-, sino tratando de tomar conciencia de nosotros mismos y nuestras necesidades. Son diez trucos pensados para un amplio espectro de público, "o sea, los que no disfrutan de un vestidor, porque la mayoría tenemos, como mucho, un armario empotrado", sostiene Amoretti.

1. ¿Lo que tienes te representa?

El cambio de armario puede ser una buena oportunidad para conocerse a uno mismo, algo que pasa por asumir el estilo de vida que se lleva. En este sentido, Paula Amoretti recomienda hacer acto de conciencia sobre si la ropa que vamos a meter en el armario de la nueva temporada realmente habla de nosotros en ese momento, si responde a las actividades más habituales que hacemos o incluso a nuestros estados generales de ánimo. "¿Te pone de buen humor o de mal humor ver esa ropa ahí colgada? ¿Habla de ti?, sugiere Amoretti como preguntas clave que hacerse. "Llega a conocer el estilo de cada uno es fundamental", defiende.

Usar perchas iguales aumenta el espacio y mejora el aspecto de la ropa en el armario.
Usar perchas iguales aumenta el espacio y mejora el aspecto de la ropa en el armario.
Oliver Duch

2. Cómo organizar el armario para ver toda la ropa de un vistazo

Tener un vestidor no está al alcance de cualquiera, de manera que la mayoría dispone de un armario con zona para colgar, estantes y cajones que, con el tiempo, acaba quedándose pequeño. Es entonces cuando surge uno de los problemas más habituales: hay ropa que acabamos por no ponernos porque, sencillamente, no la vemos. O bien queremos recurrir a algo en concreto y no hay manera de encontrarlo entre ropa apretujada o perchas con tres prendas superpuestas.

Paula Amoretti sugiere soluciones. La primera es la dividir el armario en dos partes: la ropa de diario y lo que ella llama 'los tesoros'.

Paula explica que uno debe elegir "cuándo quiere brillar". Es decir, hay días en los que apetece arreglarse más que otros. En este sentido, Amoretti sugiere agrupar en el armario las prendas que se consideren más de diario, aquellas que la fuerza de los hechos nos dice que recurrimos más habitualmente. En otra parte, junteramos las que utilizamos menos. No estamos hablando de prendas de fiesta o para ocasiones especiales, sino de aquellas que, simplemente, usamos más de vez en cuando.

3. Cambiar el fondo de armario por el armario de los tesoros

"Se habla mucho del fondo de armario, pero yo prefiero hablar del armario de los tesoros", expone Paula. La ropa de diario que ella defiende no es de una determinada manera, sino "la que cada uno lleve más". Hay gente que no se pone una camisa blanca en la vida. Entonces, ¿por qué tenerla? Si en algún momento apetece algo más especial se recurre a esa zona "de los tesoros", donde uno puede sentir, dice Paula, "que se va de compras en el propio armario". Desde el punto de vista práctico, Amoretti lo tiene claro :"Cuanto menos prendas tengas a la vista, menos se arrugarán y más veces te pondrás cada una de ellas".

4. Criterios para seleccionar: solo la talla adecuada

En este sentido, Amoretti es taxativa: "Aparta y descarta la ropa que no sea de tu tamaño; ese vaquero que reservas para salir solo te va a recordar que no has adelgazado lo que pensabas. Lejos de generarte ilusión lo que va a ocasionar es frustración". Lo mismo sugiere con prendas que quedan grandes, a la espera de un arreglo.

5. ¿Dudas si quedártelo o no? Sácalo de tu campo visual

Amoretti es consciente de lo que cuesta desprenderse de ciertas prendas. Ya sea porque verdaderamente no se sabe si nos las pondremos o no, ya sea porque, al fin y al cabo, admitir que algo no te lo vas a poner es admitir un fracaso o un comportamiento compulsivo. "A veces una prenda nos recuerda cómo nos sentíamos cuando la compramos... y puede no gustarnos". Por ello Paula recomienda sacar estas prendas que son 'duda' fuera de nuestro campo visual. "Aunque sea temporalmente", explica la estilista. "Podemos ponerlas en un burro si lo tenemos o en una silla aparte, en algún cuarto que usemos menos o donde guardemos la ropa de otras temporadas, aunque  en este caso más a mano". Si las echamos de menos, debemos 'indultarlas', aunque Amoretti asegura que esto "no sucede casi nunca".

6. En el caso de tener en cuenta las tendencias, son estas

En los últimos años, cada temporada propone más tendencias y muchas de ellas no duran ni dos meses. En términos generales, Paula subraya que el hilo conductor de la nueva temporada va a ser el fin de la pandemia. Es decir, poco a poco van a ir quedando atrás los conceptos de confort, el hogar y la introspección para apostar por justo lo contrario: "La diversión y el juego". "Va a ser un momento de probar, de saltarse las reglas, de replantearse axiomas del mundo del estilo", asegura Paula. En este sentido,  Amoretti apuesta por prendas de color claro precisamente para la temporada en la que, comúnmente, lo habitual es inclinarse por colores oscuros o apagados. Un pantalón color crema, una gabardina en tonos suaves o un blazer blanco son buenas apuestas para el otoño de 2021. La técnica del 'color block' es una buena herramienta para romper moldes: "Se trata de combinar colores en lugar de estampados, pero en este caso tratando de arriesgar un poco. Por ejemplo, mezclando naranja y verde o tonos que siempre se ha dicho que no pegan: ¿por qué no mezclar distintos tonos de verde, el rosa con el rojo, el negro con el azul marino? Por último, Amoretti dice que se van a llevar los tejidos brillantes, como el lúrex o las lentejuelas. "Depende del trabajo que tengamos, incluso para la vida diaria".

La estilista y consultora de moda Paula Amoretti ofrece tres tendencias para los próximos meses.

7. Solo ropa en buen estado.

Otra 'excusa' para almacenar ropa que nunca nos pondremos es fiarlas a un eventual "arreglo". Amoretti solo recomienda guardar prendas que estén en buen estado. "Me refiero a ese botón que se cayó, a esa cremallera o a ese descosido: no vuelvas a meter esas prendas en el armario hasta que las hayas arreglado".

8. El comfort: una prioridad.

En este aspecto, Paula recomienda "no tener piedad": si la prenda no es cómoda, fuera. Nada de tejidos que piquen o ropa que tire o apriete, aunque sea de nuestra talla. Si se compraron por error o se nos han quedado pequeñas, solo queda asumirlo y decirles adiós.

9. Todas las perchas iguales

Para Paula Amoretti este truco es tan sencillo como eficaz. "Lo mejor es elegir la percha que a cada uno le guste más, aunque para mí las mejores son las de terciopelo, para empezar porque tres de ellas ocupan como una de madera". Además, pesan poco y la ropa no se resbala. Hay una ventaja más: "Si todas las perchas son iguales, el aspecto general de la ropa es mucho mejor, sentirás que estás en una tienda".

10. ¿Y qué hacer con la ropa sobrante?

Las opciones en la actualidad cada vez son más numerosas. En Aragón se puede desde donarla a oenegés a llevarla a contenedores de reciclaje. Grandes cadenas como Inditex o H&M también ofrecen servicios de recogida de ropa a cambio de pequeños incentivos. Cabe también la posibilidad de hacer fiestas con las amigas para intercambiar prendas o acudir a reuniones a tal efecto, como las que, por ejemplo, en Zaragoza organiza La Modateca.

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