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La Caridad en Caminreal abre al público con la exposición de dos mosaicos romanos

El Museo de Teruel inicia una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento de Caminreal y planea recibir visitantes desde el puente de agosto.  

El Museo de Teruel ha iniciado una nueva campaña de dos meses de excavación en el yacimiento romano de La Caridad en Caminreal, la número 37 desde 1984, destapando dos de los más destacados mosaicos 'opus signinum' que llevaban una década ocultos a todas las miradas con motivo de su preservación, los cuales estarán disponibles para todo aquel que desee visitarlos a partir del puente del 15 de agosto.

El acto ha estado presidido por Jaime Vicente, codirector de la excavación y director del Museo de Teruel, quien ha explicado al presidente de la DPT, Manuel Rando, las diversas zonas del yacimiento romano de época republicana que data de entre el 100 a.c. y el 74 a.c. Los diputados Diego Piñeiro y Ana Cris Lahoz también han acudido a la cita con la historia a la vez que el alcalde y varios concejales de Caminreal.

Arqueólogos trabajando en una de las zonas de La Caridad.
Arqueólogos trabajando en una de las zonas de La Caridad.
Antonio Garcia/bykofoto.

Vicente ha recalcado que, en el 10% del total que hay excavado, se han descubierto dos mosaicos que presentan decoración en buen estado pertenecientes a una ínsula de 900 metros en planta, la Casa de Likine, probablemente de dos o más pisos, por lo que se asocia a "un terrateniente, vinculado al comercio o a la explotación de las minas de Sierra Minera".

El codirector de la excavación ha asegurado "que este tipo de viviendas no estaban aisladas", confirmando la existencia de otros edificios de carácter público, si bien su nicho durante las campañas desde 1984 han sido "las arquitecturas domésticas para conocer los distintos modelos y materiales que usaban en las casas". No obstante, Vicente ha abierto la puerta a la búsqueda de instalaciones públicas en futuras campañas venideras.

Por otra parte, ha recalcado la valía de este asentamiento por su "fosilización", debido a que "se tiene información del tipo de urbanismo, de la arquitectura, o de los criterios de ordenación o evacuación de aguas de una época que se conoce poco incluso en Roma, ya que los yacimientos republicanos solían ser reocupados". Por esta razón, Jaime Vicente no ha dudado en calificar esta excavación "de primera magnitud" para España, logrando conservar el ajuar con diversos objetos de varias actividades, así como la constatación del paso de celtíberos en La Caridad, verificando "restos de su historia escritas en su lengua pero aceptando la vida romana".

Manuel Rando, presidente de la Diputación de Teruel, ha querido valorar "la apuesta de la institución por estos yacimientos arqueológicos por su nivel patrimonial, cultural y turístico", subrayando la unicidad de La Caridad de Caminreal por permanecer inalterada tantos siglos. Asimismo, Rando ha corroborado que ya existe un anteproyecto para su musealización, "que es caro, pero sobre el que se va a avanzar con rapidez para intentar tener listo lo antes posible un plan de trabajo claro con el que convertir este lugar en una referencia y aprovechar todas sus potencialidades para dinamizar la zona".

Plano general de la excavación.
Plano general de la excavación.
Antonio Garcia/bykofoto.

Opus signinum

Los dos mosaicos destapados son 'opus signinum', pavimento formado por una capa de cantos rodados y, sobre ella, una masa de mortero de cal con pequeños fragmentos de piedras de cerámica machacada en la que se incrustan las teselas blancas que forman la decoración. Se datan entre finales del siglo II a.C. y finales del siglo I a.C. "Son anteriores a los pavimentos romanos completamente teselados más típicos, los primeros del ámbito romano que se conocen", ha apuntado Jaime Vicente.

El primero se encontraba en un dormitorio o "cubiculum" de la casa más importante excavada hasta ahora, la Casa de Likine, mientras que el segundo mosaico corresponde al gran salón de la misma casa. Ocupa una superficie de 94 metros cuadrados y está dividido en tres zonas decorativas: una artículo de rombos, unos meandros que se entrecruzan formando esvásticas y, en la parte central, nada más traspasar el umbral de entrada a la habitación, una gran inscripción realizada con teselas y rodeada de rosetas con círculos entrelazados decorados con representaciones de salmónidos, delfines o estrellas.

Respecto a la transcripción de la inscripción en alfabeto ibérico, durante muchos años ha sido objeto de debate científico sobre su interpretación. El equipo del Museo de Teruel siempre ha propuesto interpretarla como una referencia al propietario de la vivienda, Likine, y su procedencia de la ciudad de Osicerda, un asentamiento ibérico que se situaría en la zona de La Puebla de Híjar.

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