LITERATURA DE VIAJES. ARTES & LETRAS

La sensible mirada a Japón de una viajera, Patricia Almarcegui

La apasionante lectura de su libro, editado por Candaya, es una invitación disfrutar de los atractivos que ofrece el país a los visitantes atentos

Patricia Almarcegui en el Museo de Zaragoza.
Patricia Almarcegui en el Museo de Zaragoza, donde presentó su libro de Japón.
Vicente Almazán.

Patricia Almarcegui danza sobre los mapas de lejanas geografías desde que defendiera en la Universidad de Zaragoza su tesis doctoral sobre ‘El viaje de Ali Bei a Oriente' en 2005. Afincada en varios lugares, ahora Menorca, ha publicado números libros y artículos sobre literatura de viajes, siempre con acertadas evocaciones, reflexiones teóricas, perspectiva de género y enfoques poscoloniales. Su inquieta vocación de trotamundos ha llevado a Patricia Almarcegui a adentrarse en civilizaciones poco conocidas en nuestro país, como la iraní, la de la antigua Persia. Desde Asia Central, siguiendo los pasos de Marco Polo, ha seguido adentrándose en Oriente.

Era cuestión de tiempo que llegara a Japón. Al igual que es inevitable que una rana salte al estanque, también lo es que una infatigable viajera no acabe en los aeropuertos internacionales de Narita o de Osaka. El azar quiso que volara al País del Sol Naciente en 2008, en una primera visita a la que siguieron otras hasta 2018. Los cuadernos de notas, algunos extraviados, que a modo de diario suele escribir la autora cuando emprende un viaje, constituyen el origen del libro ‘Cuadernos perdidos de Japón’. La apasionante lectura de este libro es una invitación disfrutar de los atractivos que ofrece Japón a los visitantes atentos. Su lectura es como sumergirse en un ‘ofuro’, la bañera tradicional nipona. ‘Cuadernos perdidos de Japón’ un libro que gustará a todos aquellos amantes de la cultura nipona, en especial los que hayan recorrido el archipiélago con el ‘Japan Rail Pass’ en bolsillo.

En más de una ocasión, estos lectores, asentirán con su cabeza mientras recuerdan, con una sonrisa, que Japón es así. Posiblemente, algunas personas que terminen el libro prepararán un viaje para recorrer Tokio, Kioto, Nara y las aguas termales de la isla de Kyushu. También es una lectura atractiva para quienes conozcan la literatura clásica japonesa: los diarios ‘(nikki)’ de las damas aristocráticas del período Heian, ‘El libro de la Almohada’ de Sei no Shonagon, la novela ‘(monogatari)’ de Murakami Shikibu ‘La Historia de Genji’, los ociosos ensayos ‘(zuihitsu)’ de Kamo no Chomei y los haikus de Matsuo Basho.

‘Cuadernos perdidos de Japón’ de Patricia Almarcegui es un ejercicio literario complejo y elaborado que tiene está más cerca de esta genealogía literaria que a la tradición europea de libros de viajes. Las impresiones del viaje, sus colores, sus olores, sus sabores, sus sonidos, su tacto se entretejen con algunas acertadas reflexiones sobre el país que contextualizan las características de Japón y su cultura. Otro ingrediente del libro, en su justa dosis, es el recuerdo latente de Zaragoza y sus recuerdos familiares, que proporcionan una profunda sinceridad al texto al tiempo que, al aproximarnos a lo más cercano, crece el contraste con lo más lejano, con ese Japón asombroso que es el mejor escenario para el encuentro con la otredad.

El libro no lleva un rumbo fijo, ni se ordena mediante una secuencia cronológica. No tiene presentación, nudo y desenlace, lo mismo que en la comida japonesa no hay primer plato, segundo y postre. Como en los banquetes nipones, donde se degustan muchos platitos con un poco de todo, en los ‘Cuadernos perdidos de Japón’ de Almarcegui hay itinerarios de viaje, sociología, teoría literaria, estética, arte, cine, feminismo, erotismo, humor y autobiografía. 

El libro se completa con una fe de lecturas que constituye una estupenda guía a modo de invitación a la cultura japonesa por medio de los libros. Destacamos un par: ‘Los placeres de la literatura japonesa’, de Donald Keene, un exquisito ensayo que da las claves estéticas de la literatura nipona, y ‘Murasaki’, de Julio Baquero Cruz, una de las mejores obras ambientadas en Japón escritas en España, junto al cual he puesto en mi estantería los ‘Cuadernos perdidos de Japón’ de Patricia Almarcegui.

LA FICHA

'Cuadernos perdidos de Japón'. Patricia Almarcegui. Candaya, Barcelona, 2021. 125 páginas.

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