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Annie Ernaux: diario de indignación ante los poderosos

Cabaret Voltaire publica un nuevo libro de la gran escritora francesa, premio Formentor de 2019

Nuevo libro de Annie Ernaux.
Annie Ernaux en Formentor, donde recibió el premio tan prestigioso.
Efe/Heraldo.

No hay biografía tan valiosa como aquella que no se espera contar, pienso después de leer ‘Mira las luces, amor mío’ de la escritora francesa Annie Ernaux (Lillebon,1940).

Un pequeño volumen de reflexiones y certezas que convertirá a la escritora normanda  durante dos años, 2012 y 2013 en la maestra de ceremonias de la memoria colectiva en este peregrinaje cáustico, dinámico y lenguaraz por el hipermercado Alcampo. 

Ernaux no va a dejarse nada en el tintero. Con una prosa itinerante y aguerrida lanzará su mirada una y mil veces para señalar el sexismo, el racismo, el capitalismo. Nada se le escapa en este valiosísimo diario de indignación que se hace grande y pervive deambulando por los pasillos de un establecimiento en el que lo impersonal aliena a los compradores, pese a la disciplina estética con que son conducidos hasta las distintas modalidades de cajas de pago: “La gente se sume en una profunda meditación ante los productos para adelgazar, para el tránsito intestinal, para dormir, son los estantes de sueño y el deseo, de la esperanza”.

 El flautista de Hamelin ahora tiene la boca, el estómago y las manos metálicas, es el proxeneta del capitalismo, y Ernaux lo cuenta con esa audacia y ese desenfado con que un niño cuenta el embaucador dinero que el ratoncito Pérez ha dejado bajo su almohada.

Y Ernaux no pueda evitar ser despiadada una y mil veces con los poderosos. Pero no solo circunscribe su relato a la denuncia, no, va de lo político a lo cotidiano para no perder la esencia de su literatura, la valiosa cercanía de una escritora extraordinaria,

El hambre es otra cuando se traspasa la puerta de una gran superficie, también los es el deseo, los pobres pueden dejar sus huellas dactilares sobre los plásticos inconsistentes de las ofertas, pasan desapercibidos entre la muchedumbre. No hay hostilidad externa, aunque lo inalcanzable llague para siempre su memoria: “Una mujer joven pasa lentamente entre las muñecas. La niña de seis u ocho años que la sigue reclama una, no sé cuál. Su madre de la lleva a rastras diciéndole 'Ven, te traerá una el Papá Noel verde'. El Papá Noel verde es el del Socorro Popular que reparte juguetes a los niños de padres pobres", escribe.

Y Ernaux no pueda evitar ser despiadada una y mil veces con los poderosos. Pero no solo circunscribe su relato a la denuncia, no, va de lo político a lo cotidiano para no perder la esencia de su literatura, la valiosa cercanía de una escritora extraordinaria, galardonada con el premio Formentor en 2019, a la que jamás le tiembla el pulso cuando coge el bisturí. Da igual la carne que hay que cortar, la profundidad que haya que salvar, Ernaux siempre encuentra la enfermedad cuyo objetivo es destruir el mundo. Es sin duda una veterana del silogismo. Adora la sociología pura y dura, pero no olvida nunca el lirismo hostil sobre el que se acomoda a rutina: “Desde hace quince años, cuando voy a un lugar, no me fijo en la presencia de ‘las minorías visibles’ sino en su ausencia”.

Necesita fechar el estrambote, pormenorizar los riesgos de la exclusión y de la inclusión insana que mece el capitalismo. Poner en jaque la voracidad del consumismo exponiéndolo sin miramientos de esa manera en que le pueblo libre expone en la plaza pública los cadáveres de los dictadores una vez exterminados. Ernaux habita en el cuestionamiento continuo, pero es prodigiosa su forma de alejarse del enjuiciamiento. 

Practica la entomología libertaria, nada en su pensamiento es residual gracias a su visión de 360º, nada escapa a su evolución reflexiva. Todos los desamparados corren veloces hacia su memoria para ser nombrados y ser así refutada su existencia.

Por eso hay que leer este libro, porque Ernaux escribe prólogos que bien podrían ser epílogos y escribe epílogos con vocación de prólogos. La vida no tiene ni principio ni final en la narrativa de esta mujer que conoce lo invisible como si su cuerpo ocupase un espacio, todo en ella es eterno, imperecedero, un inagotable ciclo transversal de derrotas y victorias.

LA FICHA

‘Mira las luces, amor mío’. Annie Ernaux. Traducción de Lydia Vázquez Jiménez. Cabaret Voltaire. Barcelona, 2021. 120 páginas. 

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