LETRAS ARAGONESAS. OCIO Y CULTURA

Carmen Santos: “'Flor de Arrabal' es la historia de una superación en la música y en la vida”

La escritora valenciana, afincada en Zaragoza y Aguarón, publica ‘Flor de Arrabal’, donde relata la vida de una cupletista que conquistará Europa

Carmen Santos publica 'Flor de Arrabal'.
Carmen Santos se ha instalado en Aguarón y allí escribe con mucha comodidad.
Daniel Martínez Santos.

La música siempre forma parte de sus novelas, pero aquí en 'Flor de Arrabal', que publica Grijalbo, mucho más.

Me interesa todo tipo de música y me gusta adornar lo que cuento con la música de la época. En ‘Flor de Arrabal’ hablo de la de los 50 primeros años del siglo XX, sobre todo, en la primera parte, del cuplé. Y hablo de algo que me interesa mucho, el cine, a través de los Estudios de la UFA en Berlín, porque eran como la réplica de los de Hollywood pero en Alemania. Eran unos estudios de impresión. Para mí, cada vez más, escribir es hacer un viaje en el tiempo. Me siento muy cómoda ahí.

¿Cómo surgió esta novela, esta historia de una cupletista, de una cantante de los bajos fondos, que llega al Liceo y triunfa en Europa?

Esto surgió cuando escribía la novela anterior, ‘Un jardín entre viñedos’, donde había un personaje más bien secundario que se buscaba la vida en el mundo del cuplé, las variedades, y a medida que me documentaba más me atraía. Tomé nota mental. Me puse a investigar luego y así se me ha impuesto este tema y este personaje que también me ha permitido describir aquella Zaragoza de las dos primeras décadas.

Insiste mucho en la documentación. ¿Qué quiso saber de las vidas de Raquel Meller, que es como una presencia constante y asoma en una actuación, La Chelito, Tórtola Valencia, La Fornarina?

Me interesaba todo. Me tuve que documentar sobre el cuplé. Leí ‘Aquel Madrid del cuplé’ (1988) de José López Ruiz y ‘El cuplé (1900-1936)’ (1990) de Serge Salaún, e investigué por internet, leí la biografía de Raquel Meller de Javier Barreiro. Trabajé mucho para dar verosimilitud al texto, para crear ficción y dominar la época, los espacios, los escenarios: la historia de Zaragoza y el Arrabal y ese local imaginario que es La Pulga, la parte de Madrid, muchos de los lugares que menciono son reales, y ahí tuve en la cabeza a 'Fortunata y Jacinta' de Galdós, y había que investigar la historia de cada sitio. La época de Barcelona, los años del Liceo; luego Alemania y Cuba.

Vayamos con la joven Florencia que, casi por azar, al sustituir a una cupletista, se convierte en Flor de Arrabal y luego en Nora Garnier.

Descubren que tenía una bonita voz. Con ella lo que quería era contar la historia de una superación en la música y en la vida: la de una mujer que nace en una familia desestructurada, que se diría ahora, con un padre maltratador, que con su voz y su voluntad se empeña a huir de la miseria y emprende una gran aventura musical y artística. Y sí, su vida se parece mucho en algunos aspectos a Raquel Meller, sí, La Fornarina, etc.

¿Encontró alguna referencia de esa subasta de la virginidad que narra?

No. Me la he imaginado por la sordidez y el abuso que se daba en ese momento en aquellos garitos donde las chicas cantaban, bailaban, se relacionaban con los clientes, a veces se prostituían, y donde el empresario cometía todo tipo de abusos de índole sexual, que hoy serían intolerables.

Carmen Santos publica 'Flor de Arrabal'.
Carmen Santos en los campos de Aguarón.
Daniel Martínez Santos.

El amor es muy importante en el libro a través de tres personajes: Andrés, Octavi y Wolfgang...

El amor está en la vida. Y aquí es capital, claro. El amor y el sexo. Y el desencanto. Flor de Arrabal vive tres pasiones distintas: Andrés es el primer amor, con quien descubre también el placer y el sexo, y ella está locamente enamorada de él, que es un idealista atraído por la política. Octavi es su Pigmalión, es un amor más bien interesado, con rincones oscuros, obsesivo, extraño, que le ayuda mucho y le da una formación cultural, y Wolfgang será determinante en dos momentos distintos, y de qué manera.

"El amor está en la vida. Y aquí es capital, claro. El amor y el sexo. Y el desencanto. Flor de Arrabal vive tres pasiones distintas"

Y en medio está la política.

Todo eso me interesaba mucho. Esta novela, que es un retrato de mujer con elementos románticos y a la vez tiene algo de ‘Forrest Gump’, también es un libro sobre los movimientos sociales, la violencia anarquista, que fue tan importante cuando Flor estaba en Barcelona, pienso en el atentado al Liceo, las guerras. Y quería explicar qué pasó en Berlín, una ciudad más vanguardista, libre y transgresora que París, y la llegada del nazismo y qué contradicciones conlleva para alguien que no cree en él ni lo desea como es el caso de Wolfgang. Y hasta ahí se puede contar.

"Esta novela, que es un retrato de mujer con elementos románticos y a la vez tiene algo de ‘Forrest Gump’, también es un libro sobre los movimientos sociales, la violencia anarquista, que fue tan importante cuando Flor estaba en Barcelona, pienso en el atentado al Liceo, las guerras"

¿Qué literatura busca usted?

Una narración que tenga chicha, que no sea superficial, y que sea entretenida y que atrape. Para mí, cada vez más, escribir es hacer un viaje en el tiempo. Y un aprendizaje de la historia y de un sinfín de detalles y de vidas. Mis maestros son los grandes narradores del siglo XIX: Balzac, Dickens y Flaubert, sobre todo. Ahora me encuentro muy cómoda en estas cosas históricas, con estos personaje. Disfruto mucho. Trabajo mucho, investigo, he invertido más de cuatro años en 'Flor de Arrabal' pero me ha hecho muy feliz escribirlo.

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