Preocupación ante un posible cambio de actividad del cine Elíseos

La asociación Cinema Elíseos teme que la sala zaragozana, inaugurada en 1944, pierda su función original

Un contenedor de escombros, en la puerta del antiguo restaurante del Elíseos en Zaragoza
Un contenedor de escombros, en la puerta del antiguo restaurante del Elíseos en Zaragoza
José Miguel Marco

Hace unos días que apareció un contenedor frente a una de las puertas del desparecido cine Elíseos, en concreto en la que da acceso a su antiguo restaurante. Desde comienzos de esta semana se ha visto entrar y salir obreros y de nuevo ha saltado la alarma sobre el futuro de este sala cinematográfica, la más antigua de la capital aragonesa, cerrada al público desde 2014.

La asociación Cinema Elíseos alertaba ayer en sus redes sociales sobre estas obras en el inmueble (declarado como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés en 2009): «Esta mañana hemos pasado por delante del Elíseos y estaba la puerta de acceso al restaurante abierta y un gran contenedor de escombros casi lleno».

Sobre esta afirmación y ante la posibilidad de la apertura inminente de otro tipo de negocio en los locales del complejo Elíseos, que incluye el cine y el restaurante, desde la propiedad del inmueble, la Inversora Viro, señalaron que en este momento «no tenemos ningún contrato firmado. Las obras que se están realizando, a petición de los vecinos, corresponden a una prueba de carga para confirmar si el peso del edificio afecta a la consistencia del suelo del cine. Los trabajos concluirán este viernes y Todo se va a mantener como está». Desde la administración de la comunidad de vecinos confirmaron ayer la solicitud de esta prueba de carga.

Agustín Monllor, de la asociación Cinema Elíseos, lamentaba que la sala pueda convertirse en un negocio de otro tipo e indicaba que «todavía no nos consta que los propietarios hayan tramitado nada en Patrimonio del Gobierno de Aragón».

Fundido en negro

El cine Elíseos proyectó su última película (‘Marsella’, de Belén Macías), el 7 de agosto de 2014, tras anunciarse su cierre temporal para adaptar la sala a las nuevas tecnologías. En esa fecha celebró 70 años de su inauguración, el 22 de diciembre de 1944, con el estreno de ‘Me casé con una bruja’, de René Clair y un aforo inicial de 500 butacas.

Ya no cumpliría más. Al año siguiente, el cine fue vendido al empresario zaragozano Manuel Villarig, actual propietario del Elíseos, un hecho que provocó que, al poco tiempo de hacerse pública la venta del inmueble se crease en las redes sociales el grupo Asociación Cinema Elíseos, impulsado por Aránzazu Mendívil y Agustín Monllor, que derivó en la constitución del colectivo Salvemos el Elíseos, formado con el ánimo mantener la actividad en el cine más antiguo de los que hasta entonces quedaban en activo en la capital aragonesa.

El complejo de viviendas, cine y restaurante de paseo de Sagasta, 4 fue obra del arquitecto Teodoro Ríos Balaguer, gracias a un proyecto promovido por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja consistente en la construcción de un gran edificio de viviendas y locales situados en la confluencia del paseo de Sagasta con la Gran Vía, tal y como recoge la profesora de Historia del Cine de la Universidad de Zaragoza Amparo Martínez en ‘Catálogo de cien años de cines en Zaragoza (1896-1996)’, (Artigrama); la estudiosa también firmó un estupendo libro ‘Los cines en Aragón, 1939-1975’, publicado por Elazar ediciones en 2005.

En 1945, un año después de su inauguración, tuvo lugar en el Elíseos la primera sesión del Cineclub Zaragoza. En los 60, se convirtió en sala de arte y ensayo; y en los 80 fue sede de la Filmoteca de Zaragoza. Desde su creación, no solo fue un espacio para la exhibición cinematográfica; el teatro también ocupó su lugar en el pequeño escenario con el que contaba la sala. En 1993 el cine Elíseos fue rehabilitado por José Miguel de Yarza Nordmark, con el fin de recuperar el aspecto original de la sala.

En 2014, la realizadora aragonesa Vicky Calavia rodó en esta sala varias secuencias de su documental ‘Eduardo Ducay. El cine que siempre estuvo ahí’, con el productor zaragozano Eduardo Ducay como protagonista. Ducay fue, además, fundador del Cineclub Zaragoza. «Estuvimos rodando en el patio de butacas y también en la cabina, viendo por última vez el viejo proyector analógico, hablando de cine, de los estrenos y las películas que se proyectaron allí en los años en los que Ducay estuvo al frente del Cineclub Zaragoza», recordaba Calavia en 2015.

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