efeméride
El día en que nos dejó Paco Martínez Soria: el turiasonense que tanto nos hizo reír
Tal día como hoy, hace casi 40 años, falleció el popular actor, al que cada año se le homenajea en el Festival de Comedia de Tarazona. Recordamos su figura y cómo HERALDO informó de su muerte.
Tal día como hoy en 1982 despedimos a un turiasonense de pro: Paco Martínez Soria. El actor, que falleció en Madrid de forma repentina a la edad de 79 años a causa de una angina de pecho, fue uno de los cómicos más populares de su época. Querido y admirado por su manera sencilla y directa de hacer reír, rodó 35 películas a lo largo de su vida ('La ciudad no es para mí' o 'Abuelo made in Spain' fueron algunas de las que le dieron la fama), si bien fue un hombre forjado en las tablas.
Vino al mundo en la calle Garnacha de Tarazona el 17 de diciembre de 1902 (su casa natal se puso a la venta en 2017). Con motivo del centenario de su nacimiento, desde 2002 la ciudad cuenta con una estatua que evoca su figura, obra de José Manuel Val Hernández; debido a un acto vandálico, al Paco de la estatua le falta un brazo. Pero esta no ha sido la única forma que ha tenido la capital del Queiles de rendirle homenaje a lo largo de todos estos años. Lo sigue haciendo, cada año, con el Festival de Cine de Comedia y hasta se llegó a diseñar una ruta de pinchos dedicada al actor.
La que probablemente fue su última entrevista fue realizada por HERALDO veinte días antes de fallecer, prevista para un especial que finalmente fue publicada al día siguiente de su muerte. En ella, Martínez Soria habló de su faceta como empresario: "Siempre me he desenvuelto muy bien. Soy casi la primera recaudación del teatro en España" y confesó, entre otras cosas, que nunca se reía de sus propias en las películas y que cuando se veía pensaba "qué feo soy, qué mal ando y qué mal lo hago".
En su biografía 'El don de la risa', la primera "completa" sobre el actor, publicada por el periodista jacetano Javier Lafuente, trató de desterrar algunos de los mitos que envolvían su personalidad, de la cual poco se sabía. Mostraba un gran respeto por la comedia, y con frecuencia se le preguntó por qué no cultivaba otros géneros, a lo que en alguna ocasión respondió: "Yo no soy Fernando Fernán Gómez; yo solo soy un cómico".
Casado con Consuelo Ramos, padre de cuatro hijos -tres hijas y un hijo que se ordenó sacerdote-, Martínez Soria pasó "grandes dificultades" en la posguerra. Le costó "triunfar", en 1940 creó una compañía teatral y hasta el año 45 "lo pasó muy mal". No obstante, una vez superados estos inicios -era un trabajador incansable y actuaba en dos sesiones diarias-, supo llenar las salas como nadie.
El día en que falleció debería haber acudido por la mañana al Teatro de La Latina donde ensayaba la obra 'Guárdame el secreto, Lucas'. La noche anterior había estado con sus amigos en la Peña Chicote. "Ha muerto una institución en el teatro y en el cine español", dijo a Efe el productor Pedro Massó. "El estilo de Paco es imposible de imitar, no representaba sus personajes, les daba su carne", dijo su amigo Tony Leblanc.
Sus restos fueron trasladados desde Madrid a localidad barcelonesa de Cabrera de Mar, donde fue enterrado según el propio deseo del actor, que poseía en este pueblo una finca donde residía toda la familia.
