patrimonio

De mercado a teatro y de matadero municipal a centro cívico

El pasado industrial de Zaragoza todavía asoma en varios de sus espacios culturales y recuerda la función original de estos edificios y su historia.

La capital aragonesa cuenta con vestigios industriales que, afortunadamente, todavía perduran en el tiempo a pesar del olvido y el abandono. En el mejor de los casos, viejas edificaciones que antes fueron mercados, estaciones ferroviarias, fábricas o incluso un matadero siguen en pie, convertidas en equipamientos culturales de la ciudad.

Es el caso del Teatro del Mercado, construido en 1928 y que en origen fue, precisamente, un mercado de pescado. Se quedó sin uso en los años 50 pasando a convertirse sus espacios en almacenes municipales. Por iniciativa de la compañía Teatro de la Ribera, y con el respaldo del entonces alcalde Ramón Sainz de Varanda, el arquitecto Daniel Olano acometió su transformación. El inmueble había sido diseñado por Miguel Ángel Navarro y así este mercado se convirtió en uno de los escenarios más entrañables y queridos de la ciudad desde su inauguración el 23 de abril de 1983.

Otro mercado de pescados, el de la avenida de Navarra, alberga hoy el centro cívico Delicias. El edificio fue proyectado en 1957 por Marcelo Carqué Anyesa, en sustitución del antiguo de la plaza de Santo Domingo. La creación de Mercazaragoza, en la década de los 80 mercado daría paso a nuevos usos en el espacio que se dotó de una sala de conferencias, cine y teatro y la instalación del centro cívico del barrio zaragozano.

Otro centro, el Salvador Allende, ocupa las instalaciones del antiguo matadero municipal, un conjunto de pabellones industriales proyectados por el arquitecto Ricardo Magdalena para la Exposición Aragonesa de 1885-1886. La parte principal de la construcción es un gran patio central abierto en cuyos lados se levantan tres pabellones de planta basilical conectados por unos porches y en la fachada se localizan dos edificios simétricos. Una gran verja de hierro con cinco accesos rodea el recinto. Entre los servicios que alberga actualmente se encuentran la Junta Municipal Las Fuentes, el centro de convivencia para mayores, la ludoteca Cantalobos, el centro municipal de servicios sociales, la casa de juventud y la biblioteca pública Ricardo Magdalena.

Entre muchos otros espacios industriales recuperados destacan: la fábrica de chocolate (antigua factoría Zorraquino), en el barrio del Arrabal, donde pintores, fotógrafos, compañías de danza, circo o teatro disponen de la superficie necesaria para su trabajo creativo; Harinera ZGZ (harinera de Morón), un espacio creativo que en el barrio de San José dedicado a la participación activa y la trasformación del espacio urbano a través de la creatividad, o la estación del Norte, otro centro cívico de la capital aragonesa que fue la antigua estación de ferrocarril del Arrabal, construida entre 1856 y 1861. Fue durante años la mas importante de la ciudad y su actividad impulsó la creación del barrio Jesús. Los trenes dejaron de pasar por ella en los años 70, relegada como terminal de mercancías hasta su cierre en la década siguiente.

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