Matías Uribe: "Brigitte Bardot fue la primera feminista visible del cine y de la historia social"

El crítico musical publica un nuevo libro sobre la actriz de ‘Y Dios creó la mujer’ y narra sus andanzas, sus rodajes y sus escándalos por España.

Matías Uribe.
Matías Uribe.
Guillermo Mestre

Matías Uribe ha escrito un puñado de libros de música, alimenta el blog ‘La voz de mi amo’, y hace un par de años se sintió llamado por la figura y el mito de Brigitte Bardot. Ahora, se ha vuelto a sentir tentado por ella y le dedica un segundo libro que ya circula por internet y que ya ha llegado a manos de la actriz, ahora octogenaria. Se retiró, harta de todo y quizá un poco de sí misma (Matías narra varios intentos de suicidio), a los 38 años.

"Leí un reportaje en un suplemento dominical de un conocido periódico y vi unos cuantos gazapos que me llevaron a escribir este segundo libro. Pero también había nuevas cosas que contar, especialmente la visión de BB por parte de las revistas de la época, que, a fin de cuentas, junto a los periódicos, fueron las que perfilaron la imagen de la actriz ante los españoles". Husmeador incesante y meticuloso, el crítico musical de HERALDO durante tres décadas se hizo con muchas publicaciones de la época e investigó en archivos nacionales.

Explica así por qué le impacta tanto la actriz: "Obviamente por su físico y sus atrevidas películas, especialmente ‘Y Dios creó la mujer’, un choque frontal con la vida y costumbres cinematográficas del momento. En la sociología europea y mundial fue una visión y posteriormente un cambio radical en la existencia de la mujer, dotándola de autonomía, de liberación corporal y mental, de emancipación patriarcal y del varón, amén de la moda, cuyo eco sigue latiendo todavía en numerosas actrices y modelos. Sin buscarlo, fue la primera feminista visible, impactante, del cine y de la historia social. Y toda una ‘influencer’, pasada y presente".

Matías va un poco más allá: para él, Brigitte Bardot fue primer gran mito sexual "de Europa. La Hayworth y Marilyn no alcanzaron en absoluto el nivel de sexualidad femenina al que llegó BB".

El hombre que descubrió a esa mujer, pura fotogenia, fue el director Roger Vadim. "Vadim fue marido, impulsor de su carrera y casi director de su vida. La conocía muy bien y sabía lo que podía obtener de ella, de tal manera que la llevó hasta donde él quiso en su sexualidad, porque ella era la primera que deseaba mostrar su cuerpo como respuesta a la hipocresía social. Por rodar, empujada por Vadim, hasta hubo en el mismo inicio tomas pornográficas para contentar a su descubridor, Marc Allégret, un ‘voyeur’ obsesivo", señala Uribe.

Curiosidad y admiración

La actriz animaba la curiosidad allá por donde iba. "Despertaba una expectación y un acoso de fotógrafos y ‘paparazzi’ como ninguna otra actriz mundial ha despertado, y sufrido. Tenía su domicilio rodeado día y noche, vigilada permanente, lo mismo con un fotógrafo escondido en un árbol a diez grados bajo cero que otro camuflado de submarinista para fotografiarla en su trozo de playa privada de La Madrague...".

Ese acoso, que criticó abiertamente en algunas ruedas de prensa, llegó a hastiarla. Dice Matías Uribe: "Era un agobio del que se defendió escondiéndose, lo que obviamente causó antipatía y críticas, que, pese a todo, no taparon la admiración que millones de personas le profesaron. Otra cosa fueron las críticas cinematográficas, en las que quizá hubo más tarascadas que elogios".

Entre las alabanzas, José Luis Borau, futuro director y escritor, fue de los pioneros. "Borau le auguró un futuro esplendoroso. Tuvo olfato y él, desde París, y HERALDO fueron los primeros en España en escribir de BB. Borau decía que no tenía rivales".

Para Matías Uribe esta actriz, que trabajó con directores comerciales y otros de culto, también representó "una nueva forma de ser joven", sugiere. "Con cara aniñada y muy joven encarnaba, en cierto modo, a la Lolita nabokoviana. Y por supuesto, a una nueva juventud, como lo hizo Elvis con la música, curiosamente explotando popularmente los dos en el mismo año, en 1956".

El libro está lleno de anécdotas, de detalles de sus rodajes, de notas sobre sus amoríos, y cuenta sus viajes a España: Almería, Málaga, Cádiz, Marbella, Granada, etc. Recuerda que ‘Y Dios creó a la mujer’ se estrenó en Zaragoza quince años después, en el cine Avenida. "Se vio una deformación total de la película, por lo que la misma crítica, ignorante del afeitado, señalaba que “no era para tanto”. Le faltaba más de media hora del metraje original".

Quizá la anécdota más impresionante de sus visitas a España fue en Sevilla. "La acosaron de manera cavernícola, mostrándole hasta penes en erección. De España le entusiasmó especialmente el flamenco, que ella bailaba estupendamente, como se ve en ‘La femme et le pantin’. La Alhambra y el Albaicín la extasiaron".

Brigitte Bardot hizo correr tíos de tinta, también en el sector intelectual. Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Françoise Sagan o André Maurois escribieron de ella: "Fue un fenómeno único e irrepetible. El nuevo modelo de mujer que inventó su libertad y su modelada anatomía estuvo en la base de su magnetismo para atraer no solo a la gente corriente sino a los mismos intelectuales, deslumbrados por el cambio social que provocó y el fenómeno en que se convirtió. Materia totalmente sociológica".

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