Julián Casanova presenta un libro sobre el siglo XX europeo: 'Una violencia indómita'

ZARAGOZA. "El 15 de octubre de 1910 Luigi Lucheni fue encontrado muerto en su celda de la prisión de L’Evêché en Ginebra, ahorcado con su cinturón, o eso es lo que dijo la versión oficial. De mediana estatura y complexión fuerte, pelo negro rizado y ojos verdes grisáceos, Lucheni había asesinado doce años antes, el 10 de septiembre de 1898, a Isabel de Baviera, emperatriz de Austria, reina consorte de Hungría, esposa del emperador Francisco José". Así, de ese modo vibrante y narrativo, empieza el nuevo libro de Julián Casanova, ‘Una violencia indómita. El siglo XX europeo’ (Crítica, 391 páginas), que se presentará el jueves 10, ‘online’, a las 19.00, en un acto organizado en colaboración con la librería París, Cálamo y Antígona.

El historiador turolense recuerda que empezó a investigar este libro en la Central European University de Budapest, "hace ya años", y que lo culminó en el Institute for Advanced Study de Princeton, durante el curso 2018-2019. En su introducción, señala Julián Casanova su punto de partida: "Europa era en 1900 el continente más rico y poderoso del mundo, con el monopolio, casi exclusivo, de la fuerza militar moderna". Las sombras no tardaron en desplegarse; Churchill, anota el historiador, aludió en 1922 a la «larga serie de sucesos desastrosos que habían ensombrecido» los 20 primeros años del siglo XX, con capítulos de «quiebra, barbarismo o anarquía»;luego vendría el continuo drama de la agitación social.

Algo más adelante, Casanova explica que ‘Una violencia indómita’ es «un libro sobre el siglo XX europeo, en sentido más amplio y no solo sobre Europa Occidental. La historia con mayúscula de los ‘grandes personajes’ –principalmente hombres, blancos y cristianos– se cruza, encuentra y a veces choca con historias en minúsculas de la multitud, de hombres y mujeres anónimos». 

El autor estudia el clima previo a la I Guerra Mundial, la gran batalla, la Revolución Rusa de 1917, la Gran Depresión, la vida breve de las democracias, la II Guerra Mundial, la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín, la disolución de la Unión Soviética, pero también analiza otros aspectos como la limpieza étnica, los genocidios, la violencia sexual, etc. El historiador expresa su deuda con muchos especialistas (su modelo parece ser Eric Hobsbawm), hace una defensa de la historia, y dice que ofrece «una variedad caleidoscópica de voces y lecturas». Señala: "... asumiendo que la verdad absoluta es inalcanzable, la función del historiador debería ser todavia, en palabras de François Bedárida, 'la de descubrir modestamente las verdades, aunque sean parciales y precarias, descifrando parcialmente en toda su riqueza los mitos y las memorias'".

El libro tiene un álbum de ‘dramatis personae’, con fotos comentadas, y 50 páginas de notas, cronología, bibliografía e índice analítico.