Ocio y Cultura

NARRATIVA ESPAÑOLA. 'ARTES & lETRAS'

Txani Rodríguez, disyuntivas para aprender a vivir

La escritora publica en Seix Barral una novela intimista, 'Los útimos románticos', contada en primera persona por su protagonista, Irune

Retrato de la escritora nacida en Llodio en 1977.
Miguel San Cristóbal.

Irune, protagonista de ‘Los últimos románticos’, es una náufraga que viaja en un pequeño bote salvavidas por la mar en calma; sin embargo, tanto el lector como ella saben que esos nubarrones del cielo pueden en cualquier momento desatar una tormenta, agitar el oleaje y engullir el pequeño bote. Desde la primera página de la novela, la pregunta es: ¿sobrevendrá el naufragio?, ¿lo superará ella?

Txani Rodríguez lleva a la praxis un relato minimalista, donde unos pocos personajes y giros argumentales dan vida a la novela. Una obra intimista donde todo gira en torno a Irune, narradora en primera persona que se erige, no solo en voz, sino también en conciencia del mundo que la rodea, un mundo de injusticias, como la precariedad laboral o el maltrato a los ancianos; y de tragedias íntimas, como la enfermedad, la ausencia de los seres queridos o la difícil búsqueda del amor.

El relato comienza cuando ella descubre un bulto en su pecho y comienza a sentir la angustia de quien recorre las consultas médicas en busca de respuestas que se demoran. Trabaja en una industria papelera que fabrica papel higiénico, desempeña una tarea alienante que, sin embargo, resulta esencial para que funcionen los engranajes de la producción. Aburrida y con ganas de escapar de las preocupaciones y de su vida anodina, comienza a llamar al teléfono de información de la RENFE para preguntar horarios de trenes que la conduzcan a París, a Sevilla, a Lisboa; pero sin la verdadera intención de ir, sino solo para soñar con ello, o para hablar con un teleoperador de voz sugerente llamado Miguel María.

Detalle de la portada de Seix Barral.
Archivo Heraldo.

Todos los detalles argumentales de esta novela cobran un valor simbólico que los trasciende y convierte en dilemas existenciales: la enfermedad versus la salud; el amor frente a la soledad; el mundo del trabajo confrontado con el viaje, con la fuga de la realidad. Todas estas disyuntivas hacen avanzar el relato con sabiduría narrativa, sin desfallecer en ningún momento. Pero quizá el gran acierto de Txani Rodríguez sea el tono, que sabe mantener una sobria tensión emotiva sin caer en ningún momento en el sentimentalismo.

Un personaje que debe también resaltarse es Paulina, anciana que un buen día conoce Irune y comienza a visitar con frecuencia, para aliviar su soledad y el mal trato al que la somete su hijo Abel. Desde el planteamiento simbólico aludido en el párrafo anterior, me parece un acierto que no haya parentesco entre la joven y la anciana. De este modo, la relación entre Irune y Paulina se desliga de lazos familiares centrándose en el altruismo como un modo de luchar contra la soledad que experimentan nuestros mayores, lo cual es particularmente significativo en los tiempos de pandemia que corren, en los cuales su aislamiento y vulnerabilidad se han acrecentado.

La autora emplea un lenguaje y una sintaxis cuidados y, al mismo tiempo, sencillos, para llegar a todo tipo de lectores. Quizá también porque en una novela intimista como ‘Los últimos románticos’, en la cual debemos verlo todo a través de los ojos de Irune, la mirada debe ser lo suficientemente nítida si lo que se pretende, como es el caso, es denunciar una realidad; pero, al mismo tiempo, transmitir al lector la personalidad de la protagonista y narradora.

Txani Rodríguez logra sin duda esa nitidez de la narración y la potencia de una voz propia en esta novela que destila sabiduría narrativa.

LA FICHA

'Los últimos románticos'. Txani Rodríguez. Seix Barral. Barcelona, 2020. 192 páginas