Ocio y cultura

Verónica Sánchez: "Algunos personajes son bastante oscuros y enturbian la historia"

La actriz protagoniza la serie de Movistar ‘El embarcadero’, que el viernes 17 de enero estrena su segunda
y última temporada completa

Verónica Sánchez.
La actriz Verónica Sánchez vuelve a meterse en la piel de una arquitecta racional y perfeccionista.
RC.

La muerte de Óscar (Álvaro Morte) no se resolvió en la primera temporada y sigue siendo un misterio. Para acabar con las dudas de los espectadores, y de las dos mujeres de su vida, Verónica (Irene Arcos) y Alejandra (Verónica Sánchez), Movistar estrena hoy los ocho capítulos que pondrán el punto y final a la serie ‘El embarcadero’, creada por Álex Pina (‘Los Serrano’, ‘Los hombres de Paco’, ‘Vis a vis’, ‘La casa de papel’), que ha codirigido en varios capítulos Álex Rodrigo. En su segunda temporada, que llega con más acción, Verónica Sánchez (Sevilla, 42 años) vuelve a meterse en la piel de Alejandra, una arquitecta racional y perfeccionista que representa todo lo contrario de Verónica, un espíritu libre y salvaje que resultó ser la amante de su marido y que va en busca de lo mismo: averiguar qué ocurrió realmente con Óscar. Aunque, ahora, las tornas han cambiado.

¿Cómo es la relación entre los dos personajes femeninos?

 Sentimos que nuestros personajes están muy conectados entre sí. En el fondo, las sentimos como mujeres muy diferentes en cuanto a forma y muy parecidas en cuanto a lo esencial. A las dos las la mueve la generosidad, el amor, la necesidad y la empatía. En eso, son iguales.

 ¿Siguen evolucionando o se mantienen en el punto en que acabó la primera temporada?

Hay una evolución total. Empezamos en el mismo sitio donde lo dejamos: las dos en la cama con la confesión de Alejandra de quién es ella en realidad. Y el personaje de Verónica, que era todo luz, seguridad y espontaneidad, de repente empieza a juzgarse a sí misma, a agrietarse, a oscurecerse. Alejandra, todo lo contrario. Ella se ha despojado del dolor, de la culpa, y empieza a ser más segura y a luchar por ser una mujer más pendiente de sí misma que de los demás. Nos damos la vuelta y la una se convierte en la otra.

¿Llega a entender al personaje de Óscar, o en el fondo piensa que un poco jeta también era?

Pensar que Óscar era un cabrón sin más al final te deja con una visión como muy sesgada. Es un personaje que tomó malas decisiones y que luego no puede dar marcha atrás. Es verdad que, como resultado, nos hace daño y hay momentos en los que sí dices: ‘Menudo jeta’. Pero también es cierto que poco a poco acabas, si no entendiéndolo y compartiendo su manera de hacer las cosas, por lo menos sí sintiendo lástima al entender que toma decisiones de las que luego no puede salir. Eso provoca que te dé pena.

La segunda temporada tiene más acción. ¿A qué se debe?

–Aparecen nuevos personajes en esa albufera tan idílica donde se vivía el amor con libertad y siempre era verano. De repente, descubres que en ese mismo lugar también hay zonas de sombras, con personajes que no obran bien, y donde Óscar empieza también a tocar esos lugares y a perderse. Algunos de esos personajes son bastante oscuros y van a enturbiar la historia. Y nosotras también tomamos decisiones radicales.

La serie estrena los ocho capítulos de golpe. ¿Usted prefiere verlos del tirón o poco a poco?

 Tengo de los dos momentos, dependiendo de si estoy trabajando o no. A veces me da el ansia, soy incapaz de parar y puedo ver muchísimos capítulos en un día, para luego acabar diciéndome: ‘No es manera de verlo, Verónica, dale un poco más de tiempo’, porque no aprecias tanto las cosas. Pero a veces te puede más el saber qué va a pasar.

 ¿Queda descartada totalmente una tercera tanda?

En principio, sí. Es una historia que siempre se concibió para ser contada en 16 capítulos, y está cerrada. Ahora, siempre puede pasar que alguien piense en un ‘spin-off’ de un personaje. Para nosotras está contada, pero luego… vete tú a saber.

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