Igor Tantos: "La presión nos hace seguir creciendo, ser mejores y tener más repertorio"

El director de Amici Musicae ansía tener espacio para más proyectos propios y se felicita del gran nivel artístico alcanzado

CULTURA ENSAYO AMICI MUSICAE / 05-12-2019 / FOTO: ARANZAZU NAVARRO [[[FOTOGRAFOS]]]
Igor Tantos, dirigiendo un ensayo del coro
ARANZAZU NAVARRO

Igor Tantos Sevillano (Tudela, Navarra, 1984) estudió clarinete y piano en su ciudad natal. Continuó sus estudios musicales en Zaragoza. Ha pertenecido, como cantante solista o director, a agrupaciones vocales como Enarmonía, Coro de Voces Blancas de CSMA, Banda Sinfónica Valle del Ebro, Banda de Música del Ebro, Grupo Vocal Femenino Euchiriadis o El Trovar de los Afectos. Codirector del Coro de la Expo en 2008, ha tomado la batuta en numerosas orquestas y coros. Hoy dirige Amici Musicae e imparte clases de técnica vocal en la Escuela Municipal de Música de Zaragoza.

Usted es muchas cosas, pero también tenor...

Pero no ejerzo mucho, últimamente apenas tengo tiempo. Me inicié en la música en Tudela, aprendiendo clarinete, y luego vine a Zaragoza a estudiar dirección de orquesta y coro. Me gusta mucho dirigir, pero el canto viene muy bien como herramienta para sentir que puedo manejar un coro.

Y se comprende mejor al coralista.

Se ve todo distinto. Es importante tener en cuenta la perspectiva de quien está enfrente, de quien canta. La experiencia de cantar te hace dirigir mejor. Un director no puede pecar de falta de empatía con sus voces. Lo ideal es tener esa doble visión.

Ya lleva más de un año al frente del coro. ¿Cómo se lo encontró?

Cuando estudiaba en Zaragoza estaba abonado al Auditorio y lo escuché varias veces, pero he de ser sincero, cuando vine a dirigirlo llevaba varios años viviendo en Madrid y no sabía muy bien qué me iba a encontrar. Tenía recuerdos vagos y me inquietaba que, siendo un coro amateur, trabajara tan a menudo con grandes orquestas profesionales. Intuía que la carga laboral iba a ser elevada. Me encontré un coro amateur pero con un nivel de existencia altísimo. Luego descubrí que es un coro en el que todo el mundo tiene un elevado compromiso, y todos estos factores juntos explican su nivel musical tan alto. Eso facilita mucho cualquier proyecto que se quiere acometer. La ventaja de trabajar con Amici es el elevado grado de pasión de los coralistas. En los coros profesionales en ocasiones no hay tanta pasión y, cuando se tiene, se lleva muy bien la carga de conciertos.

¿Qué le sobra y qué le falta?

Estamos supercontentos de trabajar con todas las orquestas y afrontar proyectos muy ambiciosos. Si acaso le sobra algo es, quizá, algún que otro concierto y proyecto. Hablo más por la temporada pasada que por esta: la carga el año pasado fue muy elevada y la presión alta. Y nos falta... Los coros están siempre al servicio de la orquesta, así que igual nos faltaría algún programa a capella, más nuestro. También algo de tranquilidad, aunque insisto que la agenda este año es menos apretada que la del pasado. En la medida en que sea posible, en los próximos meses acometeremos proyectos que podamos considerar más nuestros.

¿Y quizá la grabación de un disco?

Ha surgido la idea en alguna ocasión... Podría ser. El coro está actualmente con muy buena salud vocal y artística, tiene además el tamaño idóneo. No hemos dado ningún paso en esa dirección, pero la verdad es que podría ser el momento de plantearse grabar un disco en el que participarán todas las secciones. ¡Ojalá! El panorama discográfico ha cambiado mucho.

¿Hacia dónde va a evolucionar Amici Musicae?

Como director, tengo el empeño y me gustaría abordar más repertorios nuevos. Un coro sinfónico como el nuestro recibe periódicamente ofertas para realizar el ‘Réquiem’ de Mozart o la ‘Novena sinfonía’ de Beethoven. Está muy bien, y hay que seguir haciéndolos. Pero no quiero quedarme ahí. Me gustaría hacer dos o tres grandes obras nuevas al año, seguir con la ópera...

Parece mucho.

Antes me quejaba un poco de la presión, pero lo cierto es que nos hace más rápidos, más eficientes. Eso es además un extra de motivación para las voces. El coro necesita ese alimento para seguir creciendo, ser mejor y tener más repertorio.

Viajar cada vez resulta más complicado.

Todos los años hacemos giras. Nos gustaría expandirnos y actuar más en los escenarios del resto de España, incluso en los internacionales. Pero lo cierto es que, aunque el caché del coro es asumible y hemos tenido ofertas interesantes, los costes de alojamiento y dietas hacen inviables muchas propuestas.

¿Dónde ve el coro dentro de otros treinta años?

Espero que esté al menos con la misma salud vocal y artística que la que goza en la actualidad. El coro es en realidad una cadena en la que todos los directores han puesto cosas de su parte. Yo no viví su estreno, pero el trabajo que se ha hecho es estupendo y me gustaría que siguiera evolucionando en positivo. Quisiera verlo con la misma estructura que tiene hoy, con niños de 6-7 años que ya están entrando y empezando a cantar, y que las voces con experiencia convivan con las juveniles, que vayan subiendo al sénior cuando les toque.

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