Liam Neeson: "La edad es un jodido número"

El actor estrena su quinta cinta este año, en la que interpreta a un investigador privado.

El actor Liam Neeson, en una imagen de archivo.
Liam Neeson: "La edad es un jodido número"
Efe

Llega Halloween y ningún actor camina entre las tumbas mejor que Liam Neeson, aunque la película que presenta este viernes tenga poco que ver con el genero de terror. El actor estrena su quinta cinta este año, un filme adaptado de la famosa serie de novelas de misterio del escritor Lawrence Block. En 'Caminando entre las tumbas', Neeson interpreta a Matt Scudder, un expolicía convertido en investigador privado que es contratado por un traficante de heroína para encontrar a los hombres que asesinaron a su esposa. El actor explica su fascinación por los héroes solitarios al estilo Robert Mitchum o Charles Bronson. 


-Sus personajes son héroes reales, poco sociales, que caminan por la vida enfrentándose de frente a sus problemas...

-Siempre me ha atraído este tipo de héroe cinematográfico. Robert Mitchum me viene a la mente, luego Steve McQueen y hasta cierto punto Charles Bronson. Son hombres-oso, con un pie dentro de la ley y otro en el campamento de los villanos. Me alegra que la gente piense que son reales porque eso fue lo que trate de conseguir. No intento crear superhéroes, sino hombres nobles, dañados, que se acaban convirtiendo en iconos. 


¿Qué le da a cada personaje que interpreta para que sean distintos unos de otros? 

Fue sensacional tener la oportunidad de interpretar a Scudder porque es un hombre que no sabe cómo relacionarse con nadie y está siempre torturado. Es un alcohólico recuperado, un hombre de los que se despierta por la mañana y necesita una razón para levantarse y no beber. La suya es una batalla diaria, una pelea a la que ha de enfrentarse cada día. El no se siente un héroe, es uno de nosotros, su carrera estaba en la Policía, unos hombres que ven un lado de la humanidad del que nosotros no queremos saber nada.


-Aquí aparece convertido en un expolicía, en sus últimos filmes fue un asesino, un mercenario, un soldado y acaba de cumplir 62. ¿No hubo una edad en su carrera en la que estos personajes encajaban mejor?

-Ya tengo 62, no puedo creerlo. A los 35 no me ofrecían estos papeles, he tenido que esperar tres décadas para conseguirlos. 


-¿Cree que entonces, cuanto tenía 30, la competencia era muy dura? Era la época de Stallone, Schwarzenegger, Bruce Willis...

-No lo sé. Creo que el destino tiene algo que ver. A veces el mundo camina de la forma que quieres y otras veces no. Cuando me ofrecieron 'Venganza' pensé que era un filme pequeño, sin importancia. Decidí hacerlo por pasar tres meses en París disfrutando la ciudad y fíjate lo que significó en mi carrera. Hasta entonces no había tenido la oportunidad de pelear en pantalla y a mí me encanta ese estilo de cine. Te juro que estaba convencido que Taken iba directa a vídeo y de pronto Fox la cogió, hizo un trabajo de marketing y publicidad sensacional y todo el mundo empezó a verme bajo otro prisma. 


-¿Se ha creado una nueva personalidad en el cine?

Ha sido una locura, pero este negocio es así.


-Usted habló en una ocasión de tomarse un tiempo de descanso y que había dejado el alcohol...

-En ocasiones hago eso, digamos que me limpio de todo y dejo de beber vino, de comer gluten y harina. Cada tres o cuatro años me tomo una temporada de descanso para limpiar mi cuerpo de toxinas. 


-¿Y qué bebe cuando hace eso?

-Bebo té descafeinado y sí, me alimento con comida aburrida tipo col rizada durante seis meses. Luego vuelvo a pudrirme con lo que me gusta (se ríe), que es riquísimo.


-¿Sigue boxeando?

-No. Tengo un buen gimnasio y uso una bolsa para entrenarme. Dejé el boxeo hace unos años porque había algunos boxeadores que llegaban con ganas de darme una lección y terminaba con fisuras en las costillas. 


-¿Le gusta mantenerse en forma?

-Me gusta sentirme bien, combinar mi estilo de vida. Trato de no quedar atrapado dentro de una rutina. Acabo de terminar de rodar 'Venganza 3', que ha sido un rodaje bastante duro físicamente, y tuve que entrenarme a fondo.


-El protagonista de 'Caminando entre las tumbas' tiene una actitud muy depresiva...

-Es un tipo con muchos problemas y un compás moral muy fuerte. Durante la preparación estuve en varias reuniones de alcohólicos anónimos en Nueva York y me quedé sorprendido de la extraordinaria organización. En cada habitación había grupos de diez hombres, de cuatro mujeres contándose historias de su vida, de sus gustos por la bebida y cada historia era un pequeño triunfo diario. Muchas veces pasamos al lado de estas personas y no los vemos. Eso fue lo que más me sorprendió y Scudder hace eso cada día. 


-¿Vive en Nueva York?

-Sí. Es importante para mí levantarme en mi cama. Este filme lo rodamos por la noche durante ocho semanas y fue muy duro porque me cambió el reloj corporal.


-¿Qué le atrajo de esta historia?

-Es un filme que me recuerda a las películas de Sidney Lumet. Espero que le guste al gran publico, porque en el cine de hoy solo se estrenan filmes para los jóvenes entre 14 y 24 años. Hay una enorme audiencia entre 30 y 80 a la que este tipo de película puede interesar 


-Si los 50 son los nuevo 40 y todo eso que se dice de los números en Hollywood, para usted los sesenta son los nuevos 40...

-La edad es un número, un jodido número. No me molesta en absoluto. Mis rodillas están bien y el único que consigue doblegarme es Mark Vanselow, mi coordinador de escenas de acción. He hecho dieciséis películas con él y es para mí como un hermano. A su lado nunca me lastimo porque ensayamos constantemente. 


-Los actores hablan poco de sus coreógrafos de acción...

-Sí, sí. Yo lo hago siempre, no quiero verme saltando de verdad (se ríe). 


-¿Cuál es su siguiente proyecto?

-Voy a rodar en Londres con el español José Antonio Bayona, el director de 'Lo Imposible'. El proyecto se titula 'A Monster Calls' y está basado en un libro de Patrick Ness. Interpreto a un árbol que visita a su hijo cada noche. Es la historia de un niño que debe enfrentarse a la muerte de su madre y no sabe cómo. Es una historia bellísima. 


-¿Es un cuento infantil?

-No quiero llamarlo cuento. Es una historia fantástica sobre criaturas extrañas tipo 'El Laberinto del Fauno', terrible y repugnante pero con un mensaje muy poderoso.


-¿Cómo interpreta a un árbol?

-Voy a estar vestido con un traje húmedo muy sexy lleno de puntos de luz a mi alrededor (se ríe). Los sabios de la computadora me convertirán en árbol.


-¿Qué tipo de personalidad tiene el árbol?

-Es un anciano de cinco mil años con propiedades curativas. 


-¿Alguno de sus hijos muestra interés por la interpretación?

-La verdad no. Les gusta ir al cine. Desde niños les he llevado a los rodajes de mis películas y les he presentado al equipo, desde el director a los asistentes, nada que tenga relación con el cine les interesa. Son chicos normales.