Gervasio Sánchez exhibe el futuro de esperanza de la sociedad camboyana

El fotoperiodista ha presentado su nueva obra en el CaixaForum de Zaragoza sobre la superación de la población en el país asiático.

El fotoperiodista Gervasio Sánchez, en la redacción de HERALDO DE ARAGÓN
Gervasio Sánchez exhibe el futuro de esperanza de la sociedad camboyana
OLIVER DUCH

Mostrar cómo personas mutiladas por las bombas antipersona y discapacitadas por la poliomielitis pueden tener en Camboya una vida digna o que exguerrilleros pueden tener un proyecto de vida, es el objetivo de la serie fotográfica que Gervasio Sánchez exhibe en CaixaForum de Zaragoza.


El lema "Camboya, tierra de esperanza" responde al encargo que con esta idea hizo al fotoperiodista Gervasio Sánchez en 2008 la Obra Social la Caixa, entidad que desde el año 2000 colabora en varias iniciativas en ese país asiático dirigidas a la rehabilitación e inserción socio-laboral de afectados por minas o poliomielitis y al desarrollo socioeconómico.

Un futuro minado


Como ha resaltado la subdirectora del Área Internacional de la Fundación Bancaria la Caixa, Ariadna Bardolet, Camboya tiene el 20 por ciento del territorio todavía sembrado de minas, el 80 por ciento de la población vive en el medio rural y el 38 por ciento de la población es menor de 15 años.


Son estos tres ámbitos de la sociedad los que Gervasio Sánchez, premio de Periodismo Rey de España y Nacional de Fotografía en 2009, ha plasmado en sus fotografías, con las que el periodista regresa al color y le sirven para mostrar la otra cara de Camboya.

Para Gervasio Sánchez, perfecto conocedor de esta sociedad, con la que entró en contacto por primera vez en 1987, fue "divertido fotografiar Camboya desde otro punto de vista" y le sirvió "para equilibrar" su "balanza anímica, después de ver a tanta gente morir de hambre, minas o sida", según ha confesado durante la presentación de la exposición.

Consecuencias de la guerra


Y es que el fotoperiodista ya contaba con los proyectos "Vidas minadas" y "Desaparecidos", realizados en Camboya y que plasmaban una de las consecuencias de treinta años de Guerra Civil, que trajeron consigo "miles y miles de mutilados por minas" y "centenares de miles de desaparecidos".


Ahora, sus fotografías transmiten cómo en ese país del sureste asiático "se han conseguido cosas que hace diez años eran inviables", como es que una niña con poliomielitis pueda llegar a la universidad.


Es el caso de dos de las adolescentes que aparecen en las fotografías, una de las cuales perdió una pierna por una mina y la otra sufre parálisis por poliomielitis, quienes acaban de examinarse de selectividad y esperan sus notas para poder estudiar de la Universidad.


Estas dos chicas forman parte del grupo de adolescentes que participan en una pequeña gira por España acompañados del prefecto apostólico de Battambang, Kike Figaredo, con quienes han visitado algunas regiones españolas.


Sonrientes, agradecidos con el trato que están recibiendo de la sociedad española e impresionados por los edificios de este país, muchos de ellos se muestran en las fotografías sin importarles sus defectos físicos, nadando en una piscina sin piernas o brazos o dando una patada a un balón de fútbol desde el precario equilibrio de unas muletas.


Porque, ha asegurado Figaredo, a los camboyanos "les encanta fotografiarse", ya que la estética en ese país tiene "muchísimo valor, más que aquí".


Según Kike Figaredo, quien llegó a ese país hace 28 años, las fotografías exhiben "lo que es Camboya hoy", un país con una historia "muy complicada, donde la violencia, la guerra y las ideas absolutistas se han llevado a mucha gente" y han dejado un país desestructurado, pero tiene "una juventud y vida".


"En estas fotos hay técnica, pero también un corazón apasionante por la vida de la gente y porque haya futuro", ha señalado el sacerdote, quien advierte no obstante de que en Camboya sigue habiendo problemas y jóvenes con una incapacidad "tremenda" para trabajar y que necesitan una salida y es, ha incidido, en lo que trabaja la Obra Social la Caixa.