Un adiós no siempre duele

El emblemático teatro acoge los días 18 y 19 de febrero la obra de teatro titulada "Geometría del adiós", representada por los alumnos de tercer curso de la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza.

Cartel Geometría del Amor
Cartel Geometría del Amor

Las depedidas no siempre son malas. Ese es el mensaje que quieren transmitir los estudiantes del último curso de la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza este martes en el que será su estreno sobre un escenario: 'Geometría del adiós', que se representará en el Teatro Principal de Zaragoza los días 18 y 19 de febrero. 


La obra, de una hora y media de duración, une de manera equilibrada el teatro y la danza. Está formada por ocho actos que contituyen, en palabras del director, "ocho adioses autónomos separados por bisagras coreográficas entre escenas". Se trata de una creación conjunta que parte de una serie de textos que escribieron los alumnos del curso el pasado verano. "Nos pidieron que redactáramos cartas sobre experiencias que hubieramos tenido de despedidas", recuerda Evelia Sancho, una de las actrices.


A partir de esos textos, el dramaturgo Rafael Campos creó 'Geometría del adiós', que para su director, Francisco Ortega, es un "escrito a medida puesto que está pensado para los actores que la van a representar". Otro de los alicinetes del espectáculo es la coreografía ,que ha corrido a cargo de Samuel Retortillo y Luciana Croatto, "dos reputados coreógrafos", asevera el director. El mensaje de la obra es claro: "Los adioses no son ni buenos ni malos. Son algo habitual y pueden ser alegres o trágicos según el punto de vista. Cada día es la despedida del anterior", asegura Ortega.


El espectáculo está protagonizado por ocho actores, siete chicas y un chico de entre 20 y 40 años que llevan cuatro meses preparando sus textos. Marisa Nolla, jefa de estudios de la Escuela Municipal de Teatro, y profesora de expresión oral, ha sido la encargada de afinar las voces de los futuros actores. "Se trata de un curso eminentemente práctico y durante todo el cuatrimestre trabajan sobre esta obra. En cuantro acabe la representación comenzarán, como quien dice, a preparar la de final de curso, que se desarrollará en junio", explica .


"Yo he estado en las clases de interpretación, tomaba notas y después corregíamos errores de volumen, dicción, entonación, etc. Ellos se topan con dificultades y juntos limamos esas asperezas", asegura la profesora. Según el director y también profesor de la escuela, se trata de "uno de los momentos más importantes de su vida formativa" y resulta fundamental como experiencia pedagógica. "Abandonan la intimidad del aula y, por primera vez, suben a un escenario", explica, y eso, no constituye tan solo un reto sino una "emoción enorme" como asegura Sancho. "Es una mezcla de nervios, emociones y muchas ganas de que salga bien", asegura la joven. Para ella, esta representación es la consecución de uno de sus mayores sueños: "Siempre había querido contar historias y llegar a todo el mundo haciendo algo diferente". 


En el caso de Evelia, representará tres tipos de despedidas, tres adioses que nada tienen que ver el uno con el otro: una ruptura amorosa, el último adiós a un padre, y "una ruptura onírica en una fiesta", explica la actriz. Junto a ella estarán sus compañeros de reparto: Ana María Pérez, Carmen Córdoba Úbeda, Ana Rut Serrano Muro, Juan Gracia Marqués, Isamar Lucía Casillas, Irene Joven Gracia y Marián Marín Martín. 


La Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza lleva 30 años desarrollando este tipo de actividades prácticas, que les han llevado a diversos centros cívicos, al Teatro del Mercado y ahora, al Teatro Principal. "Todos los grandes han pasado por aquí. Y siempre les digo a mis alumnos que es más bonito un escenario vacío que lleno de malos actores", asevera Ortega, quien reconoce que los jóvenes van a enfrentarse a este momento "con un profundo respeto a toda la tradición del teatro en Zaragoza y con una mezcla de euforia. Los hemos formado para eso".