El escritor, fotógrafo y videoartista zaragozano Josian Pastor publica un nuevo libro, 'El tarro de las luciérnagas', dedicada a la literatura aforística, en la órbita de Baltasar Gracián.

¿Qué pretendía hacer con ‘El tarro de las luciérnagas’ (Huerga & Fierro)?

Después de escribir un sinfín de sonetos 'elisabethianos' necesitaba refrescar de algún modo mi visión literaria. Beber de nuevos manantiales. Transitar otros caminos, como el del epigrama o el aforismo. Este bosque donde me he perdido (a voluntad), es tan espeso que se hace indispensable el machete. Es necesario desbrozar con cierto ahínco los zarzales y malas hierbas que inundan y ahogan el angosto sendero.

Dicho así, de modo tan metafórico…

Ja, ja, ja. Con este libro pretendo adentrarme en la narración, en la concreción del pensamiento, en la pureza de la idea. Hacer más legibles los pensamientos que me asaltan casi a diario y sacarlos a la luz en forma de colección personal. El cajón desastre donde reposaron varios años ya empezaba a recriminármelo.

¿Qué lugar ocupan los aforismos en este trabajo y en su propia obra?

El libro consta de tres partes: Preludios, Minuetos y Aforismos. Podría decirse que las dos primeras partes son aforismos más extensos; ideas algo más desarrolladas en las que el lector no divaga tanto al interpretar el concepto desarrollado. El Aforismo es más ambiguo. Por eso llega a más gente. Es capaz de personalizarse en la vida de cualquiera. A fin de cuentas son reflexiones con final abierto.

¿Propone el libro su propia filosofía?

‘El tarro de las luciérnagas’ es mi modo de entender el mundo, mi opinión, mi intuición sobre los problemas cotidianos. Una interpretación instantánea. Este libro es una colección de aforismos, breves pensamientos, chispas de lucidez que a todos nos asaltan en algún momento de nuestras vidas que no pretenden dar soluciones a conflictos, sino a identificarlos. Son una radiografía del complejo mundo donde vivimos.

Aunque ya avanza un poco, ¿cuál es su mirada? Se diría que es más sentenciosa y grave que humorística...

Aunque mi naturaleza literaria es de carácter dramático, en este libro adjunto varias sentencias de tono cómico. Según qué cuestiones de la vida no deberíamos tomárnoslas tan a pecho, como la soledad, el desamparo o el desamor. Todo en su justa medida hace gracia. Por otro lado, intento tomar cierta distancia de todo lo que escribo. Pero es innegable que son mis propias vivencias las que marcan el camino por el que transito. No podría hablar en profundidad de lo que desconozco. Pero sí imaginar situaciones ficticias de futuro. Todo puede resumirse a un pensamiento. Incluso 'La Odisea', de Homero.

¿Para qué sirve la literatura aforística, que parece haber recobrado impulso?

Dar vueltas y más vueltas a una idea hasta convertirla en proverbio consiste en pulir, limar, simplificar al máximo un concepto para que todo el mundo pueda entenderlo desde la primera lectura. Y así poder aplicarlo a sus propias vivencias, comprobar que en el fondo todos padecemos de lo mismo.

¿Cómo define y entiende el aforismo?

Desde mi punto de vista el aforismo es una idea concisa, sabia, muy cercana a la poesía o al haiku, y que resume una verdad universal. Una idea compartida, una idea común. Intentaré inventar a vuelapluma un último aforismo para ‘HERALDO.ES’: “No todos los aforismos son verdades, mas sí las verdades son todo aforismos”.

SELECCIÓN DE ‘EL TARRO DE LAS LUCIÉRNAGAS’ POR EL PROPIO AUTOR

1.-CONCIENCIA

La vida no es sino un instante de conciencia pasajera. Un tenue resplandor perdido en el universo.

2.- MÁXIMA

El mujer es un fresco manantial de aguas dulces donde el hombre, eternamente perdido, sumerge sus fauces en busca de la Verdad.

6. EMPAREJADOS

El arte siempre explora la extraña incertidumbre que representa la Vida. Es tan grande su amor hacia la Vida, que sería inexplicable sin el Arte.

15.- SOÑAR COMO ALIMENTO

No busquemos el elixir de la eterna juventud al sabernos seniles como remedio a nuestra desdicha. Sino el antídoto para volver a soñar con la inocencia de un niño.

19.- TANTA VIDA Y TAN POCO TIEMPO

Empezamos a morir ya en la infancia, perdidos en el caótico mundo de los mayores.

29.- BAGATELA

En muy contadas ocasiones he sido absurdamente feliz. Tan pocas, que apenas si las recuerdo. Sin embargo, las tengo bien presentes. Todavía hoy perviven mí disueltas en una especie de neblina infranqueable.

32.- TELÚRICA DECISIÓN

Cuando alguien dedica la mayor parte de su vida a escribir poesía es que ya lo ha dado todo por perdido. La muerte ya no le asusta ni le causa pavor. Es un simple acto de contrición ubicado en los límites de su existencia.

34.- LIBROS

Perdidos en las bibliotecas, ninguneados por el vulgo, los inmensos archivos públicos son verdaderos cementerios de papel. Baluartes del conocimiento sin tierra ni nutrientes donde poder germinar. Semillas literarias en busca de un lector desconocido.

40.- POEMA TRISTE

Estoy tan falto de amor que —todavía en ayunas y armado de un valor hasta hoy desconocido—, me he puesto el chándal y he ido a la verdulería de la esquina para que la dependienta me diga: «Buenos días cariño».

68.- POESÍA

La poesía es la rama más alta y frágil del árbol de la literatura. Por tanto, la más frágil y cercana al cielo. Tan íntima y libre como el espíritu de las aves.

80.- SENTENCIA

La muerte es el perfecto aforismo de la Vida.

82.- LA MALA FE

Dios es un arma de destrucción masiva.

85.- EXPIACIÓN

La vida sólo se cuenta por las derrotas sufridas.

87.- TRAMPANTOJO

La luz de la ignorancia es terriblemente cegadora.

95.- A NADIE LE GUSTA EL NACER PARA PERDER

El mundo está edificado sobre los restos fósiles de nuestros sueños.

113.- DESOLACIÓN

La soledad es como un pájaro caído en la inmensidad del desierto.

La FICHA

'El tarro de las luciérnagas'. Josian Pastor. Prólogo y epílogo: Pepe de Uña y Manuel Forega. Huerga & Fierro, Madrid, 2019. (Presentación, vienes 15, a las 20.00, en la FNAC, con las voces de Emilio Larruga y Ana Esteban, con Lucía Pastor al piano).