El Día (de la recuperación) del Libro

El sector atisba una leve mejoría tras caer la edición un 40% desde 2009 por la crisis económica. Un total de 104 expositores y más de 100 autores sacan a la calle sus  novedades editoriales.

Miles de personas disfrutan del Día del Libro en Zaragoza

Editores y libreros se disputan este lunes el privilegio de presentar en la calle a sus autores más vendidos ante los lectores en una nueva edición del Día Internacional del Libro en Zaragoza. En esta ocasión serán 104 expositores y más de 100 escritores los que llenarán de novedades literarias el paseo de la Independencia y la plaza de Aragón, de 9.30 a 21.30.

Aunque sus autores no estarán firmando, otros libros tendrán su ración de protagonismo como ‘Las hijas del capitán’, de María Dueñas; ‘Un andar solitario entre la gente’, de Antonio Muñoz Molina, ‘Filek: El estafador que engañó a Franco’, de Ignacio Martínez de Pisón u ‘Ordesa’, de Manuel Vilas, entre otros.

"Queremos que el Día del Libro sea un día festivo, de celebración, una fecha que da felicidad a los lectores, que, además, funciona fenomenalmente bien y nos ayuda a subir las cifras de venta de un sector que, tras años muy difíciles, comienza una tendencia de recuperación, aunque, eso sí, de forma leve y lenta", afirma Eva Cosculluela, de la librería Los portadores de sueños.

El Día del Libro este lunes en Zaragoza

"Con la crisis económica, en 2009 la edición de libros en Aragón –incluidos también aquellos sobre temas escolares y educativos– cayó un 40% y de un año para otro se perdieron entre 200 y 300 títulos, quedando un total de entre 1.000 y 1.200", afirma José Luis Acín, director del Centro del Libro de Aragón de la DGA.

La caída duró hasta 2015, aproximadamente, pero "desde 2016 se ha notado mejoría, la edición se está recuperando y se podría decir que el efecto de la crisis se ha quedado en un 20%. Ahora, se editan 1.400 títulos, y se nota algo más de alegría", dice Acín.

Igual que en España

El panorama editorial de la Comunidad Autónoma de Aragón es similar al del resto de España. Según la Agencia ISBN (código necesario para la venta) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2017 se editaron en el territorio nacional 87.293 libros. El descenso más importante se produjo entre 2012 y 2013, con una caída del 18%. El sector aún no se ha recuperado del todo, pero esta caída tampoco debe entenderse como algo negativo, según afirman desde el Ministerio, ya que el número de libros producidos continúa siendo mayor del que está asimilando el mercado. Por ejemplo, en Francia, el número de obras que se editan al año está entre los 35.000 y 50.000 trabajos.

"Son muchos títulos", confirma Acín. Tantos que, en general, no se da abasto para mostrar toda la producción editorial, ya que "muchos ejemplares no duran en las estanterías de las librerías ni una semana".

Junto a la economía, la crisis del libro ha tenido además a otros causantes importantes. César Muñío, presidente de COPELI, la Comisión Permanente del Libro encargada de impulsar todos los años la feria del 23 de abril, considera que también ha hecho daño en el sector la desaparición de la partida de libros que adquirían las instituciones. "Las bibliotecas públicas se han descuidado cada vez más a la hora de comprar ejemplares. Las de la DGA, por ejemplo, están en crecimiento plano; las que son propiedad de las diputaciones provinciales van bien en Huesca y en Zaragoza, pero no tan bien la de Teruel. Por ciudades, las del ayuntamiento de la capital aragonesa mantienen un crecimiento cero en compras, pese a que hay cada vez más demanda por parte de los usuarios".

Salida difícil de la crisis

La ausencia de una dotación adecuada a algunas bibliotecas y de programas de fomento de ayuda a la lectura como el de ‘Leer juntos’, del Gobierno de Aragón, son factores que han hecho más complicada la salida de la crisis del sector del libro. Pero, también, el creciente fenómeno de la autoedición. "No todo lo que se publica es bueno, pero el que hoy quiere sacar libro, no tiene ningún problema", afirma Muñío. Y añade: "La calidad es muy subjetiva, que algo sea bueno o malo lo define el propio lector".

Otra de las consecuencias que ha traído la crisis ha sido el cambio en los hábitos de consumo de lectura. “Que la gente siga leyendo es bueno para nosotros, pero el lector ha encontrado otras formas de adquirir libros, lo que unido al aumento de las formas de ocio ha hecho que la recuperación del sector esté produciéndose de forma lenta", afirma Cosculluela.

"La situación del sector ha mejorado en los últimos seis u ocho meses", confirma Muñío. Por géneros, la poesía sigue contando con un "público fiel y cautivo, estable, aunque ha despuntado por la presencia de jóvenes ‘poetas’ en las redes sociales". Para Acín, sí que se ha registrado un ligero repunte en la literatura infantil y juvenil "gracias sobre todo a la buena cantera de autores aragoneses como Arguilé, Guirao, Jesús Cisneros o Ana Alcolea, entre otros, y, también, porque en las familias siempre hay dinero para la formación y educación de los hijos".

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