La nueva financiación del cine, un largo camino

El Consejo de Ministros ha aprobado la reforma de la Ley del Cine y cambia el modelo de ayudas.

Soraya y Wert en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros
Soraya y Wert en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros
Efe

Las ayudas a "priori" que sustituirán las ayudas a la amortización del cine se aplicarán a partir de enero de 2016, tal y como indicado este jueves el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que se ha aprobado un Real Decreto Ley que modifica la Ley de Cine.


La aprobación de la reforma de la Ley del Cine da respuesta a una de las principales demandas del ramo, el cambio en el modelo de ayudas, y llega después de más de tres años de tensas negociaciones con el sector, que sigue sin ver colmadas del todo sus expectativas.


Pese a que había acuerdo con la industria del cine de hace un año y medio, el bloqueo por parte del Ministerio de Hacienda de las partidas presupuestarias necesarias para acometer las reformas ha sido el principal caballo de batalla durante meses.


Hasta tal punto ha sido así, que entre tiras y aflojas y retrasos y más retrasos, se precipitó, hace casi un año, la dimisión de la directora del Instituto de Cinematografía (ICAA), Susana de la Sierra, la interlocutora más directa del Gobierno con el sector.


Fue a comienzos de 2012 cuando el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, anunció a bombo y platillo su propósito de poner en marcha un modelo mixto de financiación en el que las ayudas directas se complementasen con incentivos fiscales.


Ese plan se tradujo pronto en un recorte del Fondo de Protección de Cinematografía -de donde salen las ayudas- que pasó de 76 millones de euros en 2011 a 49 millones en 2012, y siguió cayendo en 2013 (39,12 millones) y 2014 (33,7 millones).


A eso se añadió la aprobación, en julio de 2012, de la subida del IVA de los espectáculos del 8 al 21 %. Sin embargo, las reformas paralelas prometidas han tardado bastante más en fraguarse, lo que no ha dejado de suscitar las quejas de los productores en todo este tiempo.


En diciembre de 2012 se formó una comisión mixta en la que estaban representados todos: productores, distribuidores, exhibidores, televisiones y, por parte del Gobierno, desde el Ministerio de Cultura a Hacienda y Presidencia.


El documento de las conclusiones de esa comisión tardó otro año más en lograr el consenso de todos. En él figuraba el compromiso del Ejecutivo de cambiar el sistema de ayudas, lo que se ha aprobado hoy, pero también otros puntos como la rebaja del IVA, y el aumento de los incentivos fiscales hasta "al menos el 25 %".


Mientras que la rebaja del IVA sigue esperando, el aumento de las desgravaciones fiscales llegó seis meses después, en un Consejo de Ministros de junio de 2014, pero cumplió sólo a medias, al elevar el porcentaje del 18 % al 20 %, sólo para el primer millón de euros invertido y con un límite de tres millones.


También se introdujo, por primera vez, un tipo específico de desgravación para atraer rodajes extranjeros, del 15 %, con un techo de 2,5 millones de euros, que los productores también vieron insuficiente y poco competitivo con otros países del entorno.


Sólo un mes después se produjo la dimisión de la directora general del ICAA, Susana de la Sierra, que fue interpretada como un síntoma de agotamiento.

Y es que, por otro lado, con recortes y todo, las llamadas ayudas a la amortización, que absorben el grueso del Fondo y se liquidan teóricamente dos años después del estreno, en función de una serie de criterios objetivos, como el resultado en taquilla, tardaban cada vez más en pagarse.


A finales de 2013 aún no se habían abonado las pendientes del 2011 y el año pasado, por primera vez, no se cubrió el total de lo comprometido -faltaban unos 5 millones, según los productores- lo que llevó a aplicar un sistema de prorrateo.

Para este 2015 el Fondo de Cinematografía disponía inicialmente de 36,58 millones, una cantidad insuficiente, que con el nuevo crédito aprobado hoy se eleva hasta los 52,5 millones de euros.


La aprobación del nuevo sistema de ayudas pretende evitar en el futuro estos problemas de tesorería, y acabar con las incertidumbres a las que se enfrentaban hasta ahora los productores a la hora de pedir créditos a cuenta de una subvención que aún no habían cobrado, y con la amenaza del prorrateo.