Raúl Arévalo: “Wert ya se atribuye las buenas cifras del cine español”

Media hora antes de que comenzase la charla, un centenar de personas ya esperaba a las puertas de la Universidad. Algo habitual cuando se trata de los coloquios de ‘La buena estrella’, que acercan a actores, directores y productores al público, sobre todo si quien viene es un actor tan conocido como Raúl Arévalo, al que se puede ver en la gran pantalla estos días en ‘La isla mínima’.

Junto a él se encontraban la actriz Nerea Barros, el director de la película, Alberto Rodríguez y el productor, José Antonio Félez, además del conductor habitual, Luis Alegre, quien no dejó de poner por las nubes a la cinta, a la que calificó de “extraordinaria”. “La vi el lunes y me sorprendió que hubiera tanta gente y me dio la impresión de que salían impactados”, ha relatado.

La película acaba de participar en el Festival de San Sebastián, en el que se llevó el galardón a la mejor fotografía y la Concha de Plata al mejor actor, por el trabajo de Javier Gutiérrez. Su paso fue “un sueño”, en palabras de Nerea Barros, quien es una asidua, pero hasta ahora como público. “Los periodistas estaban emocionados con la película, fue un subidón. E ir al hotel María Cristina, que yo no me puedo pagar, con el desayuno gratis… fue increíble”, ha comentado entre risas.

El Festival dio para mucho y han sido muchas las anécdotas sobre él. La actriz apareció en la alfombra roja recién salida de la playa, tras practicar surf, según ha contado, momento que Raúl Arévalo aprovechó “para pedir una hamburguesa. ¡Al traerme la comida me llamaban señor Arévalo!”. Después, en la alfombra roja, disfrutó de los aplausos del público, en su mayoría chicas jóvenes. “Después me di cuenta de que del mismo coche había bajado Jesús Castro, el actor de ‘El Niño’, y le aplaudían a él”.

Para José Antonio Félez no era precisamente la primera vez que pasaba por el festival (ya participó con otras cintas como ‘El Bola’ o ‘7 Vírgenes’), pero sí lo vivió “como nunca”. “Ha sido la vez en la que medios y crítica han sido más unánimes y entusiastas”, ha asegurado. La espina clavada ha sido que el director no consiguiese el premio al mejor director, según él.

Pero también se ha hablado, y mucho, de la película. Buena parte del público ya había podido verla y analizado. Algo que le supone más esfuerzo a su director.

“Me cuesta mucho hablar de mi trabajo”, ha reconocido. Sobre el parecido estético de la película con uno de los éxitos de la pequeña pantalla de la temporada, ‘True Detective”, Rodríguez ha asegurado que no lo vio hasta el montaje. “Raúl me mandó una imagen con el texto ‘nos han copiado’”, ha recordado. “Al principio pensé que se parecía un poco, pero cuando uno de los personajes sacó una libreta y se puso a dibujar, lo quité”.

Lejos de la serie estadounidense, la inspiración real fue una exposición fotográfica sobre las marismas del Guadalquivir y la mecanización de la agricultura en la zona, que provocó el éxodo de muchos de sus habitantes. 

A una pregunta del público sobre la situación del cine español, Félez ha asegurado que esta es “muy preocupante”, ya que falta sensibilidad “no solo por parte de los poderes público, sino también de casi todos los ciudadanos”. Sin embargo, el director ha querido ser más positivo. “Hay cierto sentimiento del público de que es mentira de que el cine español es malo”, ha asegurado Alberto Rodríguez.

El productor ha admitido que las cifras de este 2014 serán “un 25% o un 30% por encima para las películas españolas”, debido al éxito de cintas como ‘8 apellidos vascos’ o la propia ‘La isla mínima’, que consiguió en su primer fin de semana llevar al cine a 130.000 espectadores. Pero Félez ha criticado que “los políticos siempre se apropian” del éxito. “Wert ya se ha atribuido la mejora de las cifras del cine español”, ha corroborado Raúl Arévalo. “El público español quiere ver historias nuestras. Ojalá que se diesen cuenta”.