Exposición

La vida artística de Salvador Victoria en 43 obras

El Pablo Gargallo de Zaragoza exhibe hasta el 28 de octubre una retrospectiva del universo pictórico de Salvador Victoria, un hombre comprometido con el arte y la sociedad española de su época.

Muestra de Salvador Victoria en Zaragoza
Salvador Victoria regresa a Zaragoza con una retrospectiva de su obra
ASIER ALCORTA

El Museo Pablo Gargallo de Zaragoza exhibe desde hoy y hasta el 28 de octubre una retrospectiva del universo pictórico de Salvador Victoria (Rubielos de Mora 1929-Alcalá de Henares 1994), un hombre comprometido con el arte y la sociedad española de su época.


Se trata de 43 obras de todas las etapas del pintor, desde la formación a su paso por París y la evolución del informalismo abstracto al formalismo lírico de los últimos años, procedentes de la donación que el Museo de Teruel recibió de su viuda, Marie Claire Decay.


El gerente de la sociedad Zaragoza Cultural, Juan José Vázquez, ha explicado en rueda de prensa que esta muestra supone un reconocimiento a esa donación y un "reencuentro con la visión antológica" de este artista cuya obra no pasaba por la capital aragonesa desde mediados de los años noventa.


De este modo se aprovecha además para captar nuevos públicos, parte de ellos nuevas generaciones que conocerán ahora la obra de un artista que introdujo la renovación del arte contemporáneo español, comprometido con los artistas y con la sociedad.

Y es que Salvador Victoria está considerado como una de las figuras de referencia de la corriente informalista española y de la abstracción geométrica.


En la exposición se podrá contemplar una selección de las distintas técnicas empleadas por el artista como la acuarela, el guache, la serigrafía o el óleo, representativas de cada una de las diferentes etapas por las que Victoria pasó durante más de cuatro décadas y en las que el rojo, el ocre y el negro son constantes en la paleta de colores.


En la primera sala aparecen algunos de los cuadros que pintó durante su etapa de formación y su estancia en París, el más antiguo de 1952, tras lo que el visitante se acercará a la técnica de la serigrafía, con la que, como ha explicado su viuda, Salvador Victoria "resucitó el color" y en la que dominan las formas geométricas, fundamentalmente el círculo como expresión de la perfección.


En la tercera sala aparecen cuadros de mayor formato donde se observa una pintura más pura, despojada y silenciosa, un proceso en el que se adentró el artista hasta su fallecimiento el 27 de junio de 1994 tras una repentina enfermedad.

Salvador Victoria se formó en la Escuela de Bellas Artes de Valencia y durante su etapa de formación recorrió parte de la geografía española, hasta que en 1956 se instaló en París, donde entra en contacto con las corrientes abstractas de la época. Es su etapa informalista y de confrontación.


En 1960 participa en la XXX Bienal de Venecia y funda, junto con Nicolaus, Gentry, Kaner y Sornum, el Grupo Tempo, con el que realiza exposiciones por diferentes países europeos.


En 1964 se instala definitivamente en Madrid y entra a formar parte de los artistas adscritos a la Galería Juana Mordó, una época en la que comienza a incorporar nuevos soportes y materiales, experimentando el relieve con cartulinas plegadas pintadas al temple.


En 1968 vuelve a exponer en las Bienales de Venecia y Alejandría, y durante los últimos años de esta década emprende su etapa más monocromática, en la que configura la superficie del cuadro con un solo color, comienza a abandonar el uso de materiales pegados y deja al óleo sobre tabla como el único elemento que conforma ese cosmos volumétrico de esferas, conos y pirámides.


Entre 1975 y 1979 Victoria atraviesa una etapa constructiva con formas geometrizantes (círculos cruzados por cintas), sin la simetría característica de la época anterior.


En 1979 inicia su labor docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid y a partir de esa década se suceden distintas exposiciones antológicas en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, la Lonja de Zaragoza y el Museo de Bellas Artes de Huesca y participa en Arte español en Nueva York (1960-1970).


Desde 1989 su obra está presente en la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y participa con el Grupo Ruedo Ibérico en las exposiciones realizadas en Madrid, Praga y México, entre otras.


A lo largo de su vida dejó un legado de entorno a 3.500 obras entre serigrafías, óleos y dibujos que están pendientes de catalogar, según ha informado Marie Claire Decay.


La Fundación Salvador Victoria de Rubielos de Mora cuenta con unas 250 piezas, parte de ellas de artistas vinculados con el artista turolense y otras 43 están depositadas en el Museo de Teruel.