Ocio y Cultura

El facsímil de un manual de urbanidad del siglo XVI, homenaje al profesor Ángel San Vicente

BUENAS COSTUMBRES

El más famoso manual de buenos modales del Renacimiento fue una pequeña obra del clérigo italiano Giovanni della Casa, editada en 1558. Titulada 'Il Galateo', en homenaje a su amigo el obispo Galeazzo Florimonte, alcanzó un éxito asombroso y antes de acabar el siglo se había traducido al latín (la lengua internacional de entonces), al francés, al inglés y al alemán. La traducción española, obra de Domingo de Bezerra, se editó en 1585 en Italia, donde abundaban entonces los españoles. Así se introdujo en la vasta Monarquía española este prontuario de las maneras educadas. Los preceptos del librito se hicieron famosos enseguida, de manera que, como advierte el traductor español, su contenido fue "tan accepto y tan recebido en Italia que para notar una mala costumbre o crianza se suele decir como proverbio No manda eso el Galateo". Della Casa, a quien se tiene también por creador de la expresión "razón de Estado", amigo de los Médici, protegido de la familia papal de los Farnesio y asiduo del Tiziano, fue un clérigo mundano e instruido que llegó a arzobispo de Benevento. Paradójicamente, no vio editado en vida el libro que lo haría más famoso.


'El Galateo' busca evitar la inconveniencia y aspira a convencer al lector de las bondades de la urbanidad, sin la que todo resulta insoportable. En un ambiente de buenos modales, el mal criado es una especie de facineroso. De ahí que alerte del uso del pañuelo de nariz, de la que nunca salen "perlas ni rubíes", de la exhalación del aliento sobre el prójimo, o del tedioso elogio de los donaires de los niños propios, con los que suelen hacerse importunos muchos padres orgullosos de sus vástagos.


Bezerra, el traductor, fue un presbítero sevillano de escasos bienes que compartió su cautiverio argelino con Cervantes, quien lo recuerda en un poema. No en Italia, sino preso en África, conoció 'Il Galateo' por otro cautivo. El libro le permitió contrastar los modales europeos con "la torpeza y grosería de la canalla turquesca".


En Zaragoza, un pequeño grupo de amigos bibliófilos ha reeditado en facsímil la versión de Bezerra, de la cual hay muy raros ejemplares (uno en la Biblioteca Nacional). Impresa por Navarro & Navarro y con una introducción de Guillermo Fatás, se edita como homenaje de afecto y admiración a Ángel San Vicente Pino (Zaragoza, 1930), distinguido profesor e investigador, medalla al Mérito Cultural de Aragón, doctor en Historia y en Derecho, a cuya vasta y refinada obra escrita, en gran parte de asunto zaragozano y aragonés, se suma su fecunda actividad cívico-cultural, en la que figura la promoción de más de cuatrocientas exposiciones de arte. Ha sido director del Departamento de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza y archivero-bibliotecario de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Actualmente es consejero de la Institución Fernando el Católico y académico de la Real de Nobles y Bellas Artes de San Luis.