Ocio y Cultura

Amor, dolor y dudas

ESTRENOS DE CINE

Amor, dolor y dudas
WIDE PICTURES

Es una semana algo extraña en la cartelera aragonesa. Acostumbrados al cambio constante de títulos por la llegada (a veces masiva) de películas, en esta ocasión se estrenan solo tres: ‘Robin Hood’, en las salas desde ayer, y otros dos proyectos sin tantas pretensiones comerciales. La primera, ‘Two lovers’, supone el cambio de registro de James Gray, director con una manera personal de enfocar el ‘thriller’ (‘La noche es nuestra’). Este drama romántico, con una historia hermosa y dura a la vez, está protagonizado por Joaquin Phoenix, que hizo su último papel antes de retirarse (ya sea de forma provisional o definitiva) del cine para dedicarse por completo a la música.


El filme tuvo una acogida excelente en Cannes y en general encantó a la crítica. Por ello no se entiende por qué ha tardado dos años en exhibirse en España. Aunque Gray se pasa a un género nuevo para él, mantiene sus señas de identidad, como la elegante puesta en escena y su reflexión sobre el peso (para bien y para mal) de la familia.


Phoenix, actor fetiche de Gray y que regala una notable interpretación, es Leonard, un hombre depresivo que ha intentado suicidarse al sentirse frustrado en el ámbito amoroso y profesional. Dada su situación, sus padres le vigilan de cerca y planean su futuro sin contar con él: creen haber encontrado en Sandra (Vinessa Shaw) a la mujer ideal para su hijo. Es atractiva, inteligente, responsable... la nuera perfecta. Los dos inician una relación, pero Leonard no puede evitar sentirse atraído por Michelle (Gwyneth Paltrow), su cautivadora vecina, también con problemas. Siempre al borde del abismo emocional, Leonard deberá elegir. Cabe destacar la presencia como secundaria de Isabella Rossellini.


Por su parte, ‘Rosa y negro’ es una comedia ambientada en la conservadora España del siglo XVI. Esta coproducción entre Francia y nuestro país ha sido dirigida e interpretada por Gérard Jugnot, protagonista de ‘Los chicos del coro’ y que ya desempeñó esa doble tarea en ‘Monsieur Batignole’. Encarna a un modisto estrafalario y afeminado al que el rey Enrique III le envía a Andalucía para que confeccione un traje para la boda de unos de sus sobrinos con la hija de un noble español. El problema es que su personalidad chocará con la moralidad católica de la época, con el agravante de que el padre de la novia (Juan Diego) es uno de los jefes de la Inquisición. Al mostrar estos contrastes, Jugnot denuncia la intransigencia y aboga por la tolerancia. Eso sí, por medio de situaciones disparatadas y humor.

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