Ocio y Cultura

China gana la Concha de Oro con ‘City of Life and Death’

FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Incomprensiblemente, 'El secreto de sus ojos', la película mejor valorada por crítica y público, no aparece en el palmarés, en el que sí han sido incluidos Lola Dueñas y Pablo Pineda por la española 'Yo, también'

China gana la Concha de Oro con ‘City of Life and Death’
RAFA RIVAS/AFP PHOTO

Imagino que hay películas demasiado buenas como para salir victoriosas de un festival de cine. Eso, sospecho, es lo que le ha sucedido al magnífico trabajo de Juan José Campanella, ‘El secreto de sus ojos’, que a pesar de contar con todos los elogios de la crítica y ser uno de los más valorados, no figura en el palmarés ni tan siquiera en una de sus categorías menores. En cualquier caso, con premio o sin él, su grandeza no se la quita nadie y, como ya está en los cines, serán ahora el público y la taquilla los que dirán la última palabra. Lo que no sé es si tendrán el mismo éxito cuando salgan al circuito comercial, ni tan siquiera si llegaremos a verlas en el cine, algunas de las producciones que sí han contado con el favor del jurado del Festival de San Sebastián.


La ganadora de la Concha de Oro de este año ha sido la china ‘City of Life and Death’, galardón que nadie ha protestado porque era, tras la de Campanella, la película con más posibilidades y la segunda favorita. Ha sido, además, la única que ha logrado dos galardones, siendo el segundo el Premio del Jurado a la mejor fotografía. Dirigido por Lu Chuan, ‘City of Life and Death’ es un filme sobre los horrores de la guerra, que muestra en toda su crudeza, sin escatimar ni medios ni imágenes, fusilamientos en masa, asesinatos de civiles, mayores y niños, y violaciones de mujeres. La película, filmada con gran angular y en blanco y negro, cuenta a lo largo de dos horas y cuarto la masacre de Nanjing, situándose en 1937 en el momento en que Japón toma la que era, en aquel momento, la capital provisional de China. Desde las primeras escenas, el horror se instala en la pantalla sin que nos abandone hasta el último momento. Escribí cuando se presentó que me parecía una película importante y necesaria, con unas secuencias que impresionan y que se te quedan dentro durante mucho tiempo. Pero también dije, y me ratifico, que en sus primeros sesenta minutos comete unos cuantos excesos, no tanto por lo que muestra como por el estilo con el que lo hace.

 

Cine español en el palmarés


El certamen donostiarra incluía este año tres películas españolas, dos de las cuales sí figuran en el palmarés. Así como la Concha de Oro no fue protestada, los premios a estas fueron, digamos, más discutidos. No hubo gran entusiasmo cuando se anunció que la Concha de Plata al mejor director era para Javier Rebollo por ‘La mujer sin piano’, una de las historias más insulsas de cuantas he visto aquí. Su retrato de un ama de casa que inicia una huida que se queda en una noche, con Carmen Machi en un trabajo que no es el mejor de los suyos, no tiene fuerza y pierde interés conforme transcurre.


De la misma manera, tampoco se oyeron demasiados aplausos cuando se supo que los dos protagonistas de ‘Yo, también’, Lola Dueñas y Pablo Pineda, con una historia sobre un joven con síndrome de Down, habían ganado las dos Conchas de Plata a la actriz y el actor. Respecto al tercer filme español, ‘Los condenados’, de Isaki Lacuesta, que no fue muy bien acogido en su presentación, no ha conseguido estar en el palmarés, pero sí ha sido galardonado con el premio de la Fipresci, el de la prensa.


Las dos últimas distinciones fueron el Premio Especial del Jurado, para la francesa ‘Le refuge’, de François Ozon, que no contentó a nadie, y el Premio del Jurado al mejor guión, que fue para una película australiana que a mí me gustó bastante, ‘Blessed’.


Ya fuera del palmarés, el premio Nuevos Realizadores recayó en ‘El día que Dios se fue de viaje’, un filme belga del que les hablaba hace unos días y que trata sobre el genocidio en Ruanda.

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