Ocio y Cultura

Víctor Ullate: "Lo importante no es hacer muchas cosas, sino hacerlas a gusto"

EXPO 2008

El coreógrafo aragonés firmó ayer en Zaragoza un acuerdo para que su compañía actúe en la Expo, en el Pabellón de Aragón, el 22 de junio, con "Beethoven"

Trae a la Expo una coreografía sobre la "Pastoral" de Beethoven. ¿Cómo es?


Beethoven se inspiró en la naturaleza. Yo, en la coreografía, hago que el principio vaya desde mi infancia a mis primeros pasos con el Ballet de Antonio, cuando íbamos con las maletas a cuestas buscando pensión. En la segunda parte está la madurez y el amor, y en la tercera la vejez, la sabiduría, la experiencia… hasta llegar a un caos y terminar con un mundo mejor.


¿Cómo le vino la idea de poner danza a Beethoven?


Estaba oyendo la "Pastoral", y no tenía ni idea de qué hacer. Pero en ese momento murió alguien a quien quise mucho, mi primer amor platónico: Ángela del Moral. Y se la he dedicado a ella.


¿Habrá algo preparado expresamente para la Expo?


Muchas veces, el estrenar en el sitio para el que se crea lleva al fracaso por la falta de tiempo: hay que tener tiempo para preparar, ensayar, probar luces, trajes, ambiente… Y en la Expo no era posible, era llegar, actuar e irse. Cuando me propusieron actuar dije que no me exponía. Había que traer algo ya hecho. Lo ideal era el programa de "Beethoven", que se habrá rodado bien antes de venir.


¿Veremos aragoneses bailando?


Sí, está Natalia Arregui y también dos bailarines que estuvieron en el Ballet de Zaragoza: Leyre Castresana y Xabier Irurzun.


¿Tiene su compañía otros compromisos importantes este año, aparte de la Expo?


Sí. Celebramos este año nuestro 20 aniversario y tenemos una actuación el 5 de diciemrbe en el Teatro Real de Madrid, con un ballet que será un poco la recopilación de estos 20 años. Eduardo Lao, el director artístico de la compañía, que también es coreógrafo, quiere hacer un homenaje a mi vida y dedicación, cogiendo partes de los ballets que he hecho. Será mi historia desde el principio.


Momento de celebraciones… y de premios: le dan el Max de Honor. Pero tiene tantos galardones que igual no le hace una ilusión especial.


¡No, no, no! Un premio siempre es un reconocimiento al trabajo y este es especial, porque es a toda la trayectoria. Se lo han dado a personajes muy importantes y el hecho de que pensaran en la danza me halagó, porque siempre había sido para la literatura, el cine o el teatro.


Más motivos de alegría: su hijo Víctor está triunfando en televisión con "Fama". ¿Cómo lo lleva?


Está muy contento. Es un tío que desde que empezó ha hecho muchísimo por tener un puesto, sea como cantante, como actor, como bailarín… No se puede decir que sea exactamente un bailarín o un actor, porque lo hace todo bien. Ha hecho obras de teatro, cine… y no había tenido el empujón que ha tenido con el programa. Así que ¡bendito sea Dios! La caja tonta hace milagros.


¿Usted ve el programa?


Sí lo veo. Además, él luego me pregunta: "¿Qué te ha parecido?". Creo que se está desenvolviendo muy bien. Y lo veo ilusionado, contento, satisfecho… La vida no es siempre de color de rosa y cosas como esta te ayudan a superar trances difíciles personales. A nadie le amarga un dulce. Ahora voy por la calle con él y la gente se le queda mirando.


¿Y no le fastidia que sea más popular que usted, que lleva tantos años trabajando?


Yo paso de eso, soy una persona muy tímida, me gusta pasar desapercibido. Si no, además, te llevas grandes chascos. Cuando te miran, piensas: vaya, aún estoy de buen ver… ¡y resulta que te miran porque te han reconocido! (ríe)


¿Es un buen momento para la danza?


Sí, gracias a estos programas, porque no hay que hacer diferencias dentro de la danza. Hay muchas formas de bailar y manifestarse, el caso es que la gente baile. Ves a los chavales con ilusión por tener un puesto en la danza y es gratificante, por el hecho de que se esfuercen para conseguir algo en la vida. Hay gente que consigue las cosas por nada, por ser quienes son o por los escándalos, pero estos lo hacen con su trabajo y esfuerzo. Ojalá hubiera más programas así.


¿Le da consejos a su hijo?


Sí, le doy: que disfrute de lo que hace, porque lo importante no es hacer muchas cosas, sino hacer a gusto las que haces. El mundo ya está demasiado revuelto: hay tanta gente desgraciada, con problemas físicos… Y mira lo que pasa en el Tíbet, o en África, o la India… Y los cambios climáticos… Es horrible, un caos total. Si uno no se centra y procura hacer su vida como quiere que sea, si los demás te obligan a hacerlo todo a su ritmo… Yo he llegado ya a una etapa de mi vida en que no voy a dejar que la vida me absorba: la voy a absorber yo.


¿Cómo es un día en su vida?


Depende. Algunas veces me siento un poco marioneta, porque me dicen: haz esto, haz lo otro, tienes tal cita. Y pienso: basta ya, quiero que me dejen en paz. Pero en realidad lo llevo muy a gusto, porque forma parte de mi trabajo. El éxito no viene solo, hay que fomentarlo y cultivarlo.


Yo me refería a cómo se cuida...


Parto de la base de que uno es lo que come, así que trato de alimentarme bien y hacer ejercicio todos los días. Me gusta madrugar, me levanto hacia las 7.30, doy mi clase, tomo mis ensayos, voy al gimnasio, los lunes y miércoles tengo clases de pintura... y trato de sacar partido a cada instante, de disfrutar del sol, de estar al aire libre, de la música, de estar con la gente que quiero... Hoy día todo el mundo va con prisa, es terrible la agresividad que hay por la falta de tiempo y el estrés. Me parece tan absurdo el vivir sin vivir, en una pura angustia. La paz interior es importante.


Desde luego, se le ve muy bien.


Estoy feliz. Para mí es como si hoy empezase de nuevo. No vivo en el pasado, ni de los premios, ni de lo que pueda ocurrir en 15 días. Me interesa el ahora, estar bien y dar buena energía a los demás. Ahora, por ejemplo, estoy con un proyecto de ballet mestizo, junto a la Fundación Cultura del Sur. Tenemos 25 niños y estoy haciendo audiciones, porque quiero llegar a 40. Son hijos de inmigrantes y de españoles, queremos integrarlos, que los padres hablen juntos del baile y de sus hijos. Todos los días les damos hora y media de clases en la escuela que tengo en Alcorcón, y los sábados los llevamos a ver danza, teatro, pintura... Quiero que el público de España vea cómo aprenden y se desarrollan. tendrán actuaciones. Dentro de siete u ocho años sería una compañía de profesionales, ojalá se pueda conseguir.


¿Sigue también con las clases para niños de acogida que organiza su Fundación?


Sí, en la escuela que tengo en Alcobendas tenemos un grupo, y también ofrezco becas a chavales que vienen de provincias. Para conseguir dinero nos las vemos: yo doy clases magistrales, conferencias... y todo el dinero va a la Fundación.


Lleva mucho hecho...


Además, en 2009 mi compañía se convertirá en la oficial de Madrid. Así se conseguirá una continuidad de mi trabajo incluso cuando yo me vaya. Es importante porque se reconoce una trayectoria: de aquí han salido figuras como Tamara Rojo, Ángel Corella, Víctor Jiménez o Joaquín de Luz.