La UE se la juega en un 9-J clave con España sin consenso interno ni en política exterior

450 millones de europeos elegirán a los 720 representantes de la Eurocámara en un contexto internacional muy incierto.

Un hombre vistiendo una chaqueta europea frente a la sede del Parlamento Europeo.
Un hombre vistiendo una chaqueta europea frente a la sede del Parlamento Europeo.
EFE

Existe en el imaginario colectivo la percepción de Europa como una maquinaria lenta y compleja, que solo reacciona ante las crisis. La pandemia, la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética derivada de la guerra han servido como un nuevo despertar de la Unión Europea. El bloque ha creado los fondos de recuperación Next Generation, ha puesto en marcha trece rondas de sanciones contra Moscú y ha diversificado sus fuentes de suministro energético. Y quiere aprovechar ese impulso para hacer más. Mucho más.

En los próximos años se sentarán las bases de la próxima gran ampliación de la UE, lo que requerirá una reforma de los tratados para el encaje de los nuevos países, y Europa deberá recuperar su tejido industrial para ganar competitividad ante rivales comerciales como Estados Unidos y China. Todo ello en el panorama internacional más incierto y con las encuestas pronosticando un auge de la ultraderecha antieuropea. Y con España dividida en una polarización nacional que ha transformado estos comicios, a modo de segunda vuelta de las generales del 23 de julio, en el remate del duelo que libran Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en un ciclo electoral que abrió Galicia, pasó por el País Vasco y siguió en Cataluña. PSOE y PP concurren a estas europeas sin consensos internos ni en asuntos claves en el ámbito internacional como el modo de afrontar la crisis en Oriente Próximo.

Las elecciones del 9 de junio servirán para decidir quién toma el timón de la UE y qué orientación se dará a esas futuras políticas. 450 millones de europeos -entre ellos unos 40 millones de españoles- están llamados a las urnas para elegir a los 720 eurodiputados del Parlamento de Estrasburgo, institución clave en la toma de decisiones del bloque y que será fundamental para elegir a quien presida la Comisión Europea, así como para aprobar el presupuesto comunitario y controlar los gastos del bloque.

Funcionamiento: una maquinaria complicada

La Eurocámara es la única institución comunitaria que eligen los europeos. Pero, a diferencia de un parlamento nacional, no tiene la capacidad de proponer leyes, una competencia exclusiva de la Comisión. Éstas están sometidas al escrutinio del Europarlamento, que tiene la última palabra -menos en materias relacionadas con la política exterior y monetaria del bloque-, después de que las propuestas hayan pasado por el Consejo Europeo, donde los Estados miembro las adaptan según sus propios intereses.

Cada país elige un número determinado de eurodiputados, que varía en función de su población (España, 61). Esto permite, además, equilibrar las fuerzas dentro del hemiciclo, de forma que los grandes -Alemania, Francia, España...- atesoren una mayor representación.

Composición actual del Parlamento europeo y proyección según los sondeos
Composición actual del Parlamento europeo y proyección según los sondeos

Sondeos: auge de la ultraderecha

Los eurodiputados se agrupan en familias políticas dentro de la Eurocámara. Históricamente, el Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas europeos (S&D) han sido los dos grandes bloques dentro del Parlamento Europeo, mientras que los liberales (Renew) suponen la tercera fuerza.

El equilibrio de fuerzas, sin embargo, podría dar un vuelco este 9 de junio. Los sondeos apuntan a que el PPE seguirá en cabeza con 183 eurodiputados, seguido del S&D (140). Y muestran, también, que el auge de los partidos de extrema derecha podrían hacer imprescindible el apoyo de los grupos de los Conservadores y Reformistas (ECR), que lograría 86 escaños, e Identidad y Democracia (ID), 84. Ambos desbancarían a como tercera fuerza a los liberales, a los que las encuestas otorgan únicamente 80 asientos, 22 menos que en 2019. Todas los candidatos, salvo Ursula von der Leyen, han cerrado la puerta a trabajar con la ultraderecha.

La nueva Comisión Europea: equilibrios de poder

El equilibrio entre las fuerzas políticas y los veintisiete Estados miembros se podrá apreciar en la configuración de la próxima Comisión, con 27 comisarios (uno para cada país), y la asignación de los altos cargos de las instituciones europeas, conocidos como los 'top jobs'. El reparto del nuevo Ejecutivo comunitario comenzará a discutirse inmediatamente después de las elecciones, en la cumbre de líderes que se celebrará el 27 y 28 de junio en Bruselas.

Los países con más peso se reparten los puestos más importantes y lo mismo ocurre con las formaciones políticas. Se espera que los grupos ECR y ID hagan presión para ganar presencia en las instituciones, ante sus buenas expectativas. ECR, el grupo de la italiana Georgia Meloni, aspira a formar una gran coalición con el PPE.

En clave nacional, la encuesta del CIS otorga entre cinco y seis escaños a Vox, concede la victoria al PSOE con entre 21 y 24 eurodiputados y sitúa al PP como segunda fuerza con entre 18 y 20 escaños. De los candidatos españoles, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cabeza de lista del PSOE, es la que tiene más papeletas para formar parte del nuevo Ejecutivo comunitario.

Candidatos: una reelección anunciada

Von der Leyen, la cabeza de cartel del PPE, es la favorita indiscutible para repetir en el cargo de presidenta de la Comisión Europea. Delante tendrá al resto de 'spitzenkandidaten': el del S&D, el comisario de Empleo, Nicolas Schmit; el liberal italiano Sandro Gozi; la eurodiputada alemana Terry Reintke por los Verdes; y el economista austríaco Walter Baier por La Izquierda. Los grupos de los Conservadores y Reformistas (ECR) e Identidad y Democracia (ID) no han designado a ningún candidato, pero su apoyo podría acabar siendo crucial.

A pesar de que en anteriores elecciones ha funcionado el sistema de cabezas de lista, ahora es bastante probable que los Veintisiete propongan a Von der Leyen para repetir en el cargo. Ya lo hicieron en 2019, cuando la falta de acuerdo para elegir a un presidente de la Comisión llevó a los Estados miembros a designar a la alemana, una figura casi desconocida en Bruselas que no ilusionaba pero tampoco generaba aversiones. Cinco años después es difícil imaginar a un candidato que le pueda hacer sombra. De hecho, durante su campaña, la política alemana se ha limitado a hacer un tour para reunirse con los líderes de los Veintisiete. Sus coqueteos con los partidos de ultraderecha de ECR, sin embargo, podrían dificultar su ratificación en la Eurocámara.

Injerencias rusas: a prueba de ciberataques

Las elecciones no son ajenas al clima de inestabilidad provocado por la invasión de Ucrania. Tras los ciberataques registrados en la campaña del 'brexit' y en diferentes procesos en las urnas, los países de la UE se han blindado ante la desinformación y las injerencias rusas. La Agencia Europea de Ciberseguridad y los equipos técnicos de las instituciones comunitarias colaboran con los socios para repeler estos ataques, que se han vuelto más habituales a medida que se aproxima el 9-J. Von der Leyen ha prometido que, de renovar su mandato, creará un escudo para evitar injerencias extranjeras.

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