El PSOE se reactiva con la reaparición de Sánchez y un 1 de Mayo "contra el fango"

Sumar entra en disputa con el PSOE para evitar que se apropie de los "logros" sociales de Yolanda Díaz.

Pedro Sánchez, de visita sorpresa en la Feria de Abril de Barcelona
Pedro Sánchez, de visita sorpresa en la Feria de Abril de Barcelona
Kike Rincón

La decisión de Pedro Sánchez de seguir al frente del Gobierno tras amagar con dejarlo continúa permeando todo el panorama político al tiempo que reactiva a su partido. Y las reivindicaciones por el Primero de Mayo no fueron este miércoles una excepción. El presidente del Gobierno retomó su agenda pública por sorpresa y reapareció para acompañar al candidato del PSC a las elecciones catalanas, Salvador Illa, durante su visita a la Feria de Abril de Barcelona. Ambos se dejaron ver por la caseta de los socialistas y se tomaron su tiempo para fotografiarse con multitud de simpatizantes que jaleaban el nombre del jefe del Ejecutivo. Instantáneas con las que el dirigente socialista subrayó, a la vista de sus rivales, que está de vuelta.

Después de opacar totalmente el inicio la campaña de las catalanas -primero con su carta publicada pocas horas antes de la pegada virtual de carteles y, posteriormente, con sus cinco días de reflexión-, Sánchez tiene previsto poner en el primer lugar de su estrategia política la contienda electoral del 12 de mayo, clave para el rumbo de la legislatura tras dejar claro que lo del lunes fue "un punto y aparte" para coger impulso sobre "la regeneración democrática".

De ese modo, participará jueves y sábado en sendos mítines en las localidades barcelonesas de Sant Boi y Montmeló. Lo hará sin haber concretado aún las medidas con las que quiere justificar un "cambio de rumbo", un regreso "más fuerte", y en medio de los reproches de las formaciones independentistas y del PP por haber amenazado con su renuncia por meros "cálculos electorales", algo que el jefe del Ejecutivo ha negado y ha circunscrito "exclusivamente" al ámbito privado y familiar.

Lo cierto es que el regreso del líder ha insuflado optimismo entre las filas del PSOE y este miércoles se pudo comprobar con la presencia de hasta once ministros del Gobierno (también de Sumar) en las distintas manifestaciones que recorrieron las calles de las principales ciudades del país. En Madrid, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero -que llegó a ser señalada en la reciente crisis como eventual sustituta de Sánchez en caso de sucesión sobrevenida-, enarboló la defensa de la democracia frente a "los bulos, la desinformación y la deslegitimación desde el primer día" al que está sometido, acusó, el Gobierno del que forma parte. "Una realidad aparente que no tiene que ver con lo que piensan los ciudadanos, que es la máquina del fango", apostilló.

Montero estaba acompañada por la vicepresidenta tercera y cabeza de lista de los socialistas a las elecciones europeas, Teresa Ribera. A su lado, y poco antes de que comenzara la marcha por el centro de la capital, enfatizó, en un mensaje indisimuladamente dirigido a la oposición, que hay que "respetar las urnas que han elegido un Gobierno progresista"; y atacó al PP y Vox por, en sus propias palabras, "buscar la deshumanización del rival y la aniquilación del que no piensa como uno". "Basta de deslegitimar las instituciones", remató. La ministra de Hacienda percibe en los ataques de sus rivales "una falta de proyecto político que hace del insulto una manera de dirigirse a los ciudadanos".

"Degeneración democrática"

La jornada recuperó el tono crispado con el que se baten PSOE y PP y la crisis gubernamental abierta por Sánchez no ha apaciguado. Al contrario. Si Montero desplegó la artillería contra los populares aprovechando el Día Internacional del Trabajador, estos respondieron con más munición por parte de su secretaria general, Cuca Gamarra. Tras una visita en Logroño, su ciudad natal, Gamarra señaló que el presidente "no asume responsabilidades y sigue sin dar ningún tipo de explicaciones a los problemas que le acorralan".

Y en su siguiente andanada, dio la vuelta a "la regeneración" que abandera el dirigente socialista al tildarlo de "ejercicio de degeneración democrática". "Los pilares de nuestro Estado de derecho no tienen ningún problema. Es Sánchez el que tiene un problema con los pilares democráticos del Estado de derecho", zanjó.

Pero el pulso entre socialistas y populares no es el único que vuelve a aflorar tras el regreso del presidente a su actividad pública. En el Consejo de Ministros se dirime otra lucha soterrada con Sumar, que exige medidas al jefe del Ejecutivo para que su decisión no quede vacía de contenido. A cada día que pasa los de Yolanda Díaz, que evitan elevar el tono en público como hacía Podemos la pasada legislatura, se impacientan más. "El PSOE debe de cambiar de táctica", avisan diputados del grupo parlamentario magenta.

Paralelamente, rechazan que los socialistas se apropien de los que consideran "logros" de la vicepresidenta segunda. Este miércoles se lo hicieron saber a Sánchez a través de las redes sociales, después de que este presumiera en un mensaje de los datos de empleo. "De nada, presidente", ironizó Sumar por el mismo cauce.

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