El descontrol de la gestión migratoria acorrala a Marlaska en esta legislatura

El ministro comparece este miércoles en el Congreso sin la posibilidad de hacer su habitual discurso triunfalista en extranjería pues la llegada de 'sin papeles' a Canarias ya duplica con creces la de 2023

Dos cayucos con más de 300 inmigrantes llegaron a la isla de El Hierro hace cuatro días.
Dos cayucos con más de 300 inmigrantes llegaron a la isla de El Hierro hace cuatro días.
EP

El control de la inmigración clandestina era su talismán. Desde su llegada al Ministerio del Interior en el verano de 2018 Fernando Grande-Marlaska había venido insistiendo una y otra vez en el éxito de la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez a la hora de frenar la llegada de inmigrantes gracias a sus programas de cooperación con los países africanos.

Y las cifras daban la razón al ministro para seguir sacando pecho: frente a las oleadas crecientes de desembarcos de 'sin papeles' en Italia o Grecia, España desde la pandemia venía reduciendo año tras años las llegadas de la llamada 'ruta de los cayucos' que conecta las costas de Senegal, Mauritania Sahara Occidental y el extremo sur de Marruecos hasta las Islas Canarias. Esa vía, la más importante puerta de entrada de 'sin papeles' desde hace años, había visto caer las cifras desde las 23.271 personas en 2020, a 22.316 inmigrantes en 2021 a tan solo 15.682 en todo 2022. O sea, apenas 42 inmigrantes diarios.

Pero este miércoles, cuando Grande-Marlaska comparezca por primera vez en esta legislatura en el Pleno del Congreso para hablar de inmigración no podrá mostrarse tan ufano como en los últimos años. Y es que su gestión de los flujos ha saltado por los aires en los últimos meses. Las cifras directamente se han desbocado, particularmente desde la primavera. Solo el pasado mes de octubre llegaron a Canarias 15.729 migrantes, lo que supera las llegadas de todo el 2022. Entre enero y noviembre de este año han arribado 35.410 inmigrantes, mucho más de doble de los 15.082 africanos que desembarcaron en idéntico periodo de 2022.

Crisis de los cayucos

A falta de los datos de diciembre, el archipiélago ha superado ya con creces las cifras de la famosa crisis de los cayucos de 2006 cuando arribaron durante todo el año 31.678 personas. La media diaria de migrantes desembarcados se sitúa ya en 105, aunque hay días, como alguno de noviembre, en los que en una sola jornada en la isla de El Hierro han sido rescatados 739 africanos.

Entre enero y noviembre han llegado a las Islas Canarias un total de 530 cayucos frente a los 336 de idéntico periodo de 2022. Además, la ocupación media de estas embarcaciones ha crecido de 44 a 66 pasajeros, haciendo, si cabe, más peligroso el trayecto.

La situación está fuera de control sin que el Ministerio del Interior todavía no acabe de saber por qué las autoridades de Senegal y Mauritania, fundamentalmente, no se muestran ya tan efectivas como años anteriores a la hora de evitar que zarpen los enormes cayucos. Los desembolsos millonarios a los gobiernos de Dakar, Nuakchot y Banjul (Gambia) en forma de cooperación policial, que en 2006 consiguieron poner fin a la 'crisis de los cayucos', han continuado este 2023 como en los últimos 17 años. Según una reciente respuesta parlamentaria, este año ya se han desembolsado con cargos a los Presupuestos Generales tres partidas por importe de 10.239.000, 3.120.000 y 75.000 euros para "colaborar en la financiación de los gastos derivados de la vigilancia de fronteras y la lucha contra la inmigración irregular que tiene como destino las Islas Canarias".

Vuelta a Senegal y Gambia

Los informes policiales revelan que la mayoría de los viajes hacia Canarias, que en 2022 partían fundamentalmente del extremo sur de Marruecos (puertos de Tan-Tan o Agadir) ahora, como en la crisis de 2006, vuelven a zarpar de Senegal y Gambia. Los trayectos vuelven a ser de hasta 1.500 kilómetros y de hasta siete días de duración.

Los expertos de Interior e informes de especialistas como el realizado recientemente por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) apuntan posibles causas de este fortísimo repunte de la ruta Canarias, aunque ninguna parece con suficiente peso para explicar este incremento exponencial. Estos documentos hablan de la creciente inestabilidad en Sahel, África Occidental y África Central con diez golpes de Estado en siete países en los últimos tres años.

Una situación de aumento constante de embarcaciones que podría agravarse en caso de que estallara un conflicto si la delicada situación en Níger no se resuelve y si la crisis política en Senegal, que desde julio vive entre multitud de protestas por la encarcelación de un líder de la oposición, sigue activa y sirviendo de acicate para que cada vez más jóvenes africanos se arriesguen a embarcase en la otrora casi extinta 'vía de los cayucos'.

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