La tragedia en un edificio okupado de Vigo se ha cebado con los miembros de una misma familia. Roxana y tres de sus hijos fallecieron este miércoles en el incendio, mientras que su marido y su hija pequeña están muy graves. "Eran pobres y vivían como okupas. Pero seguramente eran los mejores del bloque", se duele una vecina de la calle Alfonso X el Sabio (donde ocurrieron los hechos), que desde hace años venía denunciando, como todos los residentes en la zona, las peleas y trapicheos de droga en el edificio. "Pero no por ellos. Roxana y su familia jamás dieron un problema", zanja.

El fuego se declaró sobre las cuatro de la mañana. Las llamas se iniciaron en el portal de acceso al edificio y la humareda se extendió pronto por las escaleras hacia los pisos superiores, lo que se conoce como efecto chimenea, convirtiendo el edificio en una trampa mortal. Roxana y su familia residían en un piso de la cuarta planta.

Según fuentes cercanas al caso, ella intentó bajar con tres de sus hijos por las escaleras, pero el humo se lo impidió, dejándolos atrapados. El padre intentó escapar con la pequeña -ocho años- por una ventana de cara posterior del bloque, desde donde fue rescatado por los bomberos mediante el uso de un vehículo autoescala provisto de una cesta. La mujer, de unos 30 años, murió junto a los tres menores, que tenían entre 10 y 14. La niña que ha sobrevivido fue evacuada en estado crítico al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, aunque posteriormente la derivaron a la Unidad de Quemados del Hospital de A Coruña. Su estado es muy grave, al igual que el de su padre, que continúa en la UCI. Hay otros ocho heridos.

Enganches ilegales

La investigación policial se encuentra en un momento muy incipiente. Fuentes cercanas al caso recalcaron que es prematuro hablar de un incendio intencionado puesto que ni siquiera se ha concluido aún la inspección ocular que permita determinar el origen y las circunstancias en las que se desarrolló el suceso.

Vecinos de la zona aseguraron que alguien prendió fuego a la entrada del edificio de forma intencionada e incluso señalaron -sin aportar otros datos de su identidad- a un okupa que habría sido expulsado. La Policía comprobó que no tuvo nada que ver con el fuego. Otra hipótesis es que las llamas se originaron por culpa de un cortocircuito provocado por la cantidad de enganches ilegales que había en el edificio. "Sabíamos que iba a ocurrir una desgracia muy gorda. Hace unos meses prendieron fuego a un colchón, solo que en aquella ocasión ocurrió de día y el asunto no pasó a mayores", dijo una vecina.

La investigación también tendrá que aclarar es por qué se encontraba habitado un edificio en estas condiciones pese a las constantes quejas vecinales -las llamadas por peleas o menudeo de droga eran habituales- y a los informes de los Bomberos que alertaban de su mal estado y su peligrosidad.

El incendio vigués tuvo lugar diez días después de la tragedia de Las Atalayas, en Murcia, donde 13 personas perdieron la vida en un devastador incendio que afectó a dos discotecas y cuyo origen aún está bajo investigación policial.