Las consecuencias de crear y compartir un falso desnudo en redes: "Las niñas tienen que estar en shock"

El hecho de poseer una imagen pornográfica de un menor ya es constitutivo de delito, incluso si la imagen es ficticia perjudica a la víctima, según señalan desde la Policía.

Un grupo de adolescentes reunidos con sus móviles.
Un grupo de adolescentes reunidos con sus móviles.
HERALDO

El caso de las niñas de Almendralejo, en Extremadura, ha dado la voz de alarma acerca del peligro que puede suponer la inteligencia artificial. Varias menores de esta localidad han encontrado fotos en las que aparecían desnudas compartidas por redes sociales. No eran sus cuerpos reales, se trataba de una imitación creada a partir de una aplicación que generaba una idea de cómo se podían ver. Pero parecían reales, el daño estaba hecho.

"Se han visto expuestas, incluso si no son sus cuerpos reales", señala Olga Lázaro, psicopedagoga, "creo que las niñas tienen que estar en shock". La profesional cree que esta esta experiencia puede convertirse en un trauma para ellas y que deberían comenzar un proceso de terapia: "Les puede afectar a nivel de autoestima y opinión pública". Engloba dentro de esta recomendación al entorno familiar, que "también está sufriendo".

"Se supone que era su entorno social", recuerda, "enfrentarse a ese mundo social donde han sido vulneradas es un paso difícil". Por esto considera clave un acompañamiento psicológico que prevenga la aparición de "trastornos y ansiedades" comunes en casos como estos.

La psicopedagoga defiende la creación de una normativa a nivel global para el buen uso de las redes sociales. "La formación que se les da desde la policía en los centros en la que les cuentan los riesgos que pueden correr si cuelgan según qué imágenes o conversaciones está muy bien -cuenta-, pero yo creo que la familia tiene que ser mucho más supervisora". Asegura que los adolescentes "a veces gestionan como niños de 9, 10 y 11 años el mundo emocional y las relaciones sociales", y pueden traspasar límites incluso sin ser conscientes. "Los que han hecho las fotos no saben lo que es el respeto en ese cibermundo", comenta. Cree que han usado la inteligencia artificial "con demasiada poca responsabilidad".

Según explican fuentes policiales, el mero hecho de poseer una imagen pornográfica de un menor ya es constitutivo de delito, circunstancia que se mantiene incluso si el cuerpo no es el auténtico: "Aún siendo ficticio perjudica a la víctima". Además, implica también delito contra el honor y la intimidad. Por tanto, si se detecta un caso de este tipo hay que denunciar.

Pilar Artiaga, coordinadora de bienestar y protección del alumnado del instituto Miralbueno, en Zaragoza, considera que el ilimitado acceso que los menores tienen a internet sin supervisión es un problema. "Podemos hacer campañas de sensibilización, pero el trabajo va más allá", cuenta. Entre las medidas de prevención que se llevan acabo en este centro se incluye una charla la que se narra la historia de una chica estadounidense que se suicidó debido al ciberacoso que sufría, así como un proyecto de Alumnos Ayudantes que vigilan el recreo y siguen a sus compañeros en redes sociales. Además, cuentan con un protocolo contra el acoso cuyas pautas provienen del Gobierno de Aragón.

Artiaga no tiene conocimiento de ningún caso parecido en Aragón, pero lamenta el mal uso que algunos menores hacen de las redes sociales. Lo achaca a un desconocimiento acerca de cómo introducir internet a los niños. "Falta concienciación de que internet debe ser enseñado – explica-, deben conocer los límites éticos de la red". Desde su punto de vista, la inteligencia artificial es un elemento que puede emplearse para "buenas y malas acciones". "El problema no es la herramienta, el problema son los valores que ha recibido esa persona", denuncia. La coordinadora lamenta, además que la culpa de la difusión de desnudos "se le achaca a la víctima cuando el que ha difundido sin control es la otra persona".

El Departamento de Educación del Gobierno de Aragón, por su parte, recuerda que durante el curso escolar anterior se registraron 343 notificaciones de acoso en la Comunidad (24 en Teruel, 65 en Huesca y 254 en Zaragoza). Además, en los 7 años que lleva en funcionamiento el teléfono de ayuda contra el acoso escolar, este ha atendido 2.183 llamadas, de las que 276 fueron avisos de posibles casos.

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