El independentismo reinicia la negociación ante el PSOE con la amnistía como línea roja

Esquerra y Junts reiteran que Pedro Sánchez no será presidente sin atender a sus exigencias.

El diputado de ERC Gabriel Rufián (4d) ofrece una rueda de prensa junto a sus compañeros de partido antes de asistir a la Constitución de las Cortes, este jueves en Madrid
El diputado de ERC Gabriel Rufián (4d) ofrece una rueda de prensa junto a sus compañeros de partido antes de asistir a la Constitución de las Cortes, este jueves en Madrid
Chema Moya

El independentismo catalán no quiso esperar ni un solo día tras la elección de la Mesa del Congreso para dar el pistoletazo de salida a las nuevas negociaciones ante una investidura de Pedro Sánchez que, insisten tanto Esquerra como Junts, parten desde cero y en las que se situarán la amnistía y el derecho de autodeterminación como peticiones irrenunciables.

Esquerra fue este viernes la primera fuerza en posicionarse. «Nuestra línea roja está en que se tramite una ley de amnistía y después que el PSOE la apoye», resumió Teresa Jordà, número dos de los republicanos en el Congreso. Junts añadió que el partido no tiene ninguna decisión tomada sobre la investidura más allá de que se acepte una amnistía que los socialistas rechazan de antemano.

Estos mensajes a modo de ultimátum tienen mucho que ver con la competencia dentro de un soberanismo catalán que el 23-J se quedó en apenas el 26% de los votos frente a un PSC que ganó las elecciones en las cuatro provincias catalanas, incluido el hasta ahora bastión independentista de Gerona.

La dirección de ERC se siente día a día más presionada dentro del electorado secesionista ante el creciente protagonismo de Junts, que de la noche a la mañana presume de haberse convertido en la fuerza política clave en Madrid, pese a que los republicanos hayan sostenido a Sánchez los últimos cuatro años.

Esta pugna dentro del secesionismo impacta de lleno en el ámbito nacional ante las posiciones maximalistas que ERC y Junts tratan de imponer a PSOE y Sumar bajo la amenaza de provocar una repetición electoral que en ningún caso favorecería a priori a ninguno de los dos partidos catalanes, más aún cuando las elecciones autonómicas deberán celebrarse a más tardar en año y medio.

La influencia de Puigdemont

Los resultados del 23-J han devuelto a las portadas la figura de de Carles Puigdemont. Mientras la dirección de Junts apelaba a la discreción durante las últimas semanas en torno a las conversaciones con el PSOE, el expresidente catalán iba pronunciándose a su libre albedrío a través de las redes sociales

Este viernes, Puigdemont aprovechó de nuevo su altavoz en Twitter y tachó a sus antiguos socios de «arrogantes», una acusación especialmente dolorosa para el líder de ERC Oriol Junqueras, quien en lugar de huir a Bélgica decidió afrontar un juicio que le llevó a la cárcel hasta que, como el resto de procesados del 'procés', recibió un indulto parcial aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión