Los independentistas ya avisan de que la investidura tendrá una negociación distinta
Junts y Esquerra obtienen del PSOE el uso del catalán en el Congreso y comisiones de investigación sobre Pegasus y el 17-A.
Las fuerzas independentistas catalanas mantuvieron en vilo a PSOE y Sumar hasta apenas unos minutos antes del comienzo de la sesión constitutiva del Congreso. Finalmente, dieron su apoyo a la socialista Francina Armengol y permitieron una mayoría progresista en la Mesa del Congreso que, en cualquier caso, no anticipa nada ante una posible mayoría de Pedro Sánchez. «La investidura está exactamente allá donde estaba el día después de las elecciones», zanjó Carles Puigdemont, vía tuit, tras la elección de Armengol. Poco después, los 14 diputados soberanistas catalanes dejaron claros sus intereses al prometer el cargo «por imperativo legal», «por la República de Cataluña» o «por la defensa de todos los represaliados y exiliados».
El uso de las lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias y nacionales ha jugado un papel determinante en las conversaciones entre las fuerzas soberanistas y el PSOE. Pedro Sánchez ya adelantó el miércoles que como presidente de turno de la Unión Europeo fomentaría el uso del catalán, el gallego y el euskera. Este jueves, el Ministerio de Exteriores ya envió a primera hora a Bruselas una carta en la que oficializaba la petición para que los eurodiputados españoles puedan expresarse en sus lenguas autonómicas durante los debates en la cámara de Estrasburgo.
La dirección de Junts, con Carles Puigdemont al frente, se reunió a las ocho de la mañana de ayer para decidir el sentido del voto de sus siete diputados. Apenas una hora después, el secretario general Jordi Turull informaba de un principio de acuerdo con los socialistas. Entre los pactos figura la creación de una comisión de investigación de los atentados del 17-A en Barcelona, de los que ayer se cumplieron seis años. Durante este tiempo un sector del secesionismo ha alentado una supuesta conspiración en base a posibles vínculos del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con el cerebro de la célula yihadista, el imán de Ripoll Abdelbaki Es-Satty. En un comunicado, Junts aseguró que ha exigido durante la negociación garantías del cumplimiento de cada uno de los acuerdos. «El PSOE ha respetado las condiciones fijadas y ha presentado los comprobantes que acreditan el compromiso al que hemos llegado y que determina nuestro posicionamiento», se señaló.
Esquerra anunció minutos después que Junts su apoyo a Armengol. A cambio de respaldar a la candidata socialista, los republicanos han pactado la apertura de otra comisión de investigación en el Congreso sobre las supuestas escuchas ilegales a dirigentes independentistas por medio del sistema Pegasus, así como «avanzar en la desjudicialización» del problema catalán. «Continuamos arrastrando al PSOE en el camino de la resolución del conflicto», presumió Oriol Junqueras.
Críticas mutuas
Pese a votar en el mismo sentido, la negociación ha evidenciado las profundas diferencias entre Junts y Esquerra, que se han empujado la una a la otra a elevar el listón de sus exigencias a los socialistas y Sumar. Una competencia que irá en aumento con vistas a las elecciones catalanas previstas para dentro de año y medio pero para las que ya sobrevuela un posible adelanto por parte del presidente Pere Aragonès.
Gabriel Rufián acusó ayer a la formación de Puigdemont de haber tratado de «torpedear» el pacto. «Nunca vamos a pedir perdón por hacer política», señaló el portavoz parlamentario de los republicanos antes de afirmar que negociar con el Gobierno central «es la única alternativa». A las críticas se sumó el exdiputado Joan Tardà. «Amigos de Junts, bienvenidos a la política de los independentistas de ERC, ñorda, traidora y 'botiflera'», señaló en relación a algunos de los descalificativos que en los últimos años le han llovido a Esquerra desde las filas de los de Puigdemont.
