PSOE y PP maniobran para ganar en el Congreso la primera batalla de la legislatura

La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, confirma que su partido tiene como objetivo hacerse con la presidencia de la Cámara baja.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, dialogan en la Diputación Permanente del Congreso.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario general del PCE, Enrique Santiago, dialogan en la Diputación Permanente del Congreso.
EP

El 17 de agosto, antes de que Felipe VI designe un candidato para la investidura, se librará la primera batalla de la legislatura entre PSOE y PP por el control de la presidencia y los puestos de la Mesa del Congreso. Ambos partidos ya han iniciado conversaciones con otros grupos parlamentarios para asegurarse una mayoría en el órgano clave de la Cámara baja, donde se decide la tramitación de todos los escritos o se fija el calendario de las sesiones, entre otras atribuciones. Además, la red de apoyos que cada bloque logre tejer dará una primera pista de cara a la votación del candidato a próximo presidente del Gobierno.

Con el PP ostentando la mayoría absoluta en el Senado, los socialistas son conscientes de que no pueden permitirse una derrota en el órgano rector del Congreso, lo que haría aún más difícil la gobernabilidad del país si es que Pedro Sánchez resulta finalmente investido. Pese a que los resultados del 23-J le situó como segunda fuerza política, el PSOE espera mantener, al menos, la presidencia que hasta ahora ostentaba Meritxell Batet. "Por supuesto, ese es el objetivo", reconocía este martes la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, en una entrevista en RTVE.

Los populares, por su parte, no renuncian al cargo de la tercera autoridad del Estado. Aunque por ahora parece inviable que los de Feijóo puedan hacerse con el puesto ya que en la votación se requiere una mayoría idéntica a la de la investidura, es decir, absoluta en la primera vuelta o, si no se logra, simple en la segunda. El PP Necesitaría que Junts no respaldara al PSOE y atraerse a Coalición Canaria, a los que facilitaron el Gobierno insular, a su bloque para empatar, al menos, con el PSOE y dar al traste con la hoja de ruta de Sánchez.

Además de la presidencia, hay ocho puestos en juego en la Mesa del Congreso: cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. En la pasada legislatura, con otra aritmética parlamentaria, los socialistas controlaban, además de la presidencia, la vicepresidencia primera y la secretaría tercera. Estos puestos les permitían conformar una mayoría del llamado bloque progresista junto a Unidas Podemos, que aglutinaba otros tres cargos, frente a los tres de PP (2) y Vox (1).

La clave es, precisamente, obtener esa mayoría sobre el oponente en este órgano para hacerse con el control de los tiempos en la Cámara baja, pero el empate que mantienen los dos bloques deja todo por decidir en la votación del 17 de agosto, que será secreta. Tocará desentrañar la decisión que tomen Junts o Coalición Canaria, formaciones que aún se mantienen equidistantes, y que clarificará su posición ante la investidura.

En cuanto a las negociaciones para conformar Gobierno, Montero mantiene la discreción y no confirma cuál es la delegación socialista que encabeza las conversaciones con otros grupos. La vicesecretaria general del PSOE cree que a su formación le corresponde llevar la iniciativa, frente a las prisas mostradas por Sumar, que incluso designó la semana pasada al exdiputado de los comunes Jaume Asens como responsable de encabezar las conversaciones con Junts y ERC de manera unilateral. "El que tiene la responsabilidad de conformar esa mayoría es el PSOE, que ha aumentado en votos y en número de escaños su resultado. Tenemos entrenamiento durante esta legislatura y así lo estamos demostrando", zanjó la número dos del PSOE.

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