El Imserso abrirá sus viajes a estancias más conectadas con la cultura y la naturaleza

El organismo oferta 816.000 viajes para la nueva temporada, un programa que trata de favorecer el envejecimiento activo.

Requisitos para los viajes del Imserso 2022-2023.
El Imserso apuestará por ofrecer en el futuro viajes más cortos
Pixabay

El Imserso piensa introducir algunos cambios en su programa de viajes para mayores, una iniciativa que trata de fomentar el envejecimiento activo. A la luz de las demandas y recomendaciones de los usuarios, el organismo se propone diseñar viajes que concedan más autonomía al cliente para que pueda recurrir a su vehículo particular para hacer ciertos desplazamientos. El director general del organismo, Luis Alberto Barriga, es consciente de que, no por ser pensionista, los usuarios del programa están desocupados. De ahí que el Imserso apueste por ofrecer en el futuro viajes más cortos, inferiores a los 15 días, que permitan a los mayores ocuparse de otras responsabilidades, como el cuidado de sus nietos.

A la vista de la experiencia, el Imserso intentará que los usuarios disfruten de una mayor independencia, de manera que puedan usar su coche particular para tener mayor libertad para desplazarse, sin perjuicio de que puedan acogerse a las actividades y alojamiento que procura el programa de la Administración.

Lejos están los días en que los beneficiarios de los viajes del Imserso se hacían ellos mismos la cama porque nunca habían estado en un hotel. Más de treinta años después de que se pusiera en marcha el programa, orientado a mantener el empleo en un sector con un elevado componente estacional, los usuarios de la iniciativa son personas muy viajadas, con inquietudes distintas a la de aquellos pioneros. Ahora, un pensionista de 70 años está ávido de experiencias, se encuentra en plena forma y con la misma curiosidad que una persona de menor edad. De ahí que las demandas de ocio transciendan la oferta de sol y playa. "El turismo de interior, cultural, de naturaleza es cada vez más solicitado por los pensionistas", expone Luis Alberto Barriga, quien sostiene que estos gustos serán tenidos en cuenta en años futuros.

El organismo ha renovado su oferta después de los problemas asociados a la pandemia, que obligaron a suspender el programa en la temporada 2020-21 y a funcionar a medio gas en la siguiente. En la presente convocatoria, ha diseñado una oferta consistente en 816.029 paquetes turísticos, que se dividen en estancias en la costa peninsular, las islas o en la España interior, donde se realizan actividades culturales y vinculadas a la naturaleza.

Dependiendo de las fechas, modalidad y tipo de alojamiento, los precios oscilan entre los 405 euros, coste de una estancia de diez días en Canarias y los 116 por cuatro días en una capital de provincia.

Cartas

Por el momento, el Imserso ha empezado a enviar 2,6 millones de cartas a pensionistas que se han acreditado para participar en el programa de turismo social. "Esperamos volver a la normalidad. Solo en la anterior campaña 2021-22, que estuvo suspendida en los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, se han llegado a alcanzar los 500.000 paquetes turísticos, de modo que en esta nueva convocatoria podemos perfectamente cubrir el 90% o más de las plazas", dice Barriga. A partir del 20 de septiembre los usuarios ya pueden efectuar las contrataciones, que se suscriben casi en su totalidad en apenas cuatro días.

Los precios de los paquetes turísticos no reflejan la inflación galopante que sufre España, entre otras cosas porque la licitación se hizo en diciembre. Frente a las críticas de los hosteleros, el director del Imserso recuerda que el Gobierno "no fija los precios que cobran las distintas partes de la cadena de valor, entre ellos los hoteles, porque eso sería legal". "El que contrata los hoteles son las empresas adjudicatarias, que son las que negocian con los establecimientos hoteleros y agencias. Si hubiéramos subido el precio a los pensionistas, ello no hubiera revertido en el sector turístico; simplemente habría significado un ahorro en lo que atañe a la aportación estatal", subraya Barriga.

No está dentro de los objetivos ampliar a edades más jóvenes el programa de turismo social, de modo que se mantendrán solo como beneficiarios a las personas mayores de 55 años. Tampoco piensa el Imserso establecer precios distintos en función de las rentas de los usuarios, como reclaman los empresarios del ramo. "Es un derecho de toda la ciudadanía que se ejerce con independencia del nivel de renta, como ocurre con la asistencia sanitaria. Amancio Ortega tiene tanto derecho a acudir a urgencias y a la consulta del sistema público como cualquier otro ciudadano, al margen de los que cobre", apostilla Barriga.

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