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Cambrils muestra su "respeto" a las víctimas del 17-A como señal de "salud democrática"
La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Ripollés; el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada y la concejala del Ayuntamiento de Zaragoza, Patricia Cavero, han formado parte de la representación institucional aragonesa en el acto.
Cambrils no olvida la fatídica madrugada del 18 de agosto de 2017 en la que un coche con cinco yihadistas comenzó a arremeter contra los viandantes del paseo marítimo. En el transcurso y en su posterior huida a pie, en la que portaron cuchillos de grandes dimensiones, asesinaron a la zaragozana Ana María Suárez, de 68 años, e hirieron a varias personas, entre ellas, al viudo y la hermana de la única víctima mortal. Este jueves, en el quinto aniversario, familiares y autoridades –tanto aragonesas como catalanas–, les rindieron homenaje en un respetuoso acto como "señal de salud democrática".
Así lo aseguró el presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, quien insistió en la importancia de manifestar siempre "el apoyo, el respeto y la memoria hacia las víctimas". "No se pueden olvidar nunca los atentados terroristas", enfatizó. En una línea similar se manifestó Sira Repollés, consejera de Sanidad del Ejecutivo aragonés, que quiso rendir homenaje a la "paz" y la "convivencia" y recordó que la DGA "siempre estará con las víctimas y defenderá el Estado de derecho".
También Patricia Cavero, concejala delegada de víctimas del terrorismo del Ayuntamiento de Zaragoza, quiso recordar el compromiso adquirido por el Consistorio que representa. "Solo hay una verdad, solo hay un relato y siempre el Ayuntamiento de Zaragoza estará al lado de las víctimas", insistió tras hacer referencia al boicot independentista vivido en Barcelona durante la jornada previa cuando se llevó a cabo el minuto de silencio por las víctimas de la Rambla, el atentado que precedió al de Cambrils y en el que murieron 15 personas y más de 140 resultaron heridas.
Cambrils, un municipio de paz
La ceremonia de este jueves, sin embargo, transcurrió con absoluta normalidad. Víctimas, familiares, autoridades y también vecinos de la zona se unieron para defender el compromiso contra el fanatismo con "la esperanza de un mundo mejor". El alcalde, Oliver Klein, reivindicó a Cambrils "como un municipio amante de la paz y la concordia y contrario a cualquier tipo de violencia".
Aseguró que el recuerdo de esas horas sigue "muy vivo en la memoria individual y colectiva" y deseó que el acto sirviera para "prevenir el odio, el terrorismo, la guerra y la sinrazón". Estuvo acompañado por la delegada del Gobierno en Cataluña, María Eugénia Gay, y la consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tánia Verge; entre otros. Todos ellos portaron una flor blanca en la mano para llevar a cabo la ofrenda posterior, mientras que los violonchelistas Olga Prats y Jesús Valls interpretaron ‘El Cant del Ocells’ y el ‘Himno de Europa’.
La celebración tuvo lugar frente al Club Náutico de la localidad, donde se construyó un memorial para recordar los sucesos de aquel mes de agosto, en el que los cuerpos policiales, efectivos de emergencias y sanitarios demostraron su "profesionalidad" y "valor", al igual que "todos los comerciantes y trabajadores de los establecimientos de la zona que refugiaron en sus locales a todo el mundo que huía del pánico", recordó Klein.
Para finalizar el acto, tres niños de Cambrils (Aína, Genís y Núria), en representación de los jóvenes de la localidad, elevaron varios globos blancos hasta el cielo.
Pese a las palabras de apoyo, el zaragozano Roque Oriol, viudo de Ana María Suárez, reconoció esta misma semana a este diario haberse sentido olvidado como víctima por parte de "algunos". "De otros no. Muchos políticos no quieren saber nada. Hay cosas que están bien y en otras no nos hacen mucho caso a las víctimas", aseveró, al tiempo que destacó el cariño transmitido por la localidad catalana.
Hasta 20 años de condena
El fallo del juicio celebrado el año pasado impuso penas de 53, 46 y 8 años de cárcel a Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza, pero un recurso rebajó las más altas en 10 cada una, habiendo ya fijado un límite máximo de 20 años. Ninguno fue condenado por los 16 asesinatos en la Rambla y el paseo marítimo de Cambrils, ya que fueron cometidos por otros miembros de la célula que murieron en los ataques y en la explosión de Alcanar (Tarragona).
