Sánchez y Feijóo se reúnen con las espadas en alto pese a sus llamamientos mutuos al pacto

El presidente emplaza al PP a optar por "ayudar" o "estorbar" junto a Vox y el líder de la oposición dice que el plan anticrisis es "falaz" desde el título.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
H. A.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo acuden a su cita en la Moncloa con ganas, dicen, de restañar las maltrechas relaciones entre el Ejecutivo y el PP que han definido estos dos años de legislatura, pero la realidad es que las espadas siguen en alto en lo que a los desencuentros se refiere. A pesar de los mutuos recelos y desconfianzas, el presidente del Gobierno y el nuevo líder de la oposición llevan días alimentando la expectativa de un nuevo escenario de entendimiento que pueda concretarse en "un gran acuerdo de país" ante el impacto económico y social de la guerra en Ucrania. Sin embargo, el margen para el diálogo constructivo sigue siendo estrecho a tenor de las posiciones alejadas que mantienen socialistas y populares en temas de Estado, justo los que aseguran querer pactar.

La Moncloa agradece el "cambio de tono" que aprecian en el dirigente gallego, pero esperan que se concrete en "hechos". Sánchez ha insistido este miércoles en reclamar unidad para convalidar el real decreto de medidas para paliar los efectos económicos del conflicto bélico y ha emplazado al partido conservador a escoger entre "ayudar" al Ejecutivo o "seguir estorbando con la ultraderecha", en alusión a Vox.

En Génova esgrimen una "máxima disposición" al diálogo, pero están a la expectativa de la "actitud" del presidente del Gobierno; de que no le presente un trágala a Feijóo en su cita de este jueves, a las once de la mañana. Si Sánchez quiere el respaldo del PP al plan anticrisis, avisan, deberá incluir una bajada "inmediata" del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para devolver liquidez a las familias y que "puedan llegar a fin de mes". "Si todos los precios han subido un 10%, hay que devolverle parte de esa subida a los ciudadanos bajando el IRPF", ha aseverado el líder de los populares.

Sin posibilidades de debatir con Sánchez en el Congreso, Feijóo ha explicado en una entrevista en televisión lo que le habría dicho al presidente de estar en el escaño. Que su plan es "un paquete de medidas dispersas", cuyo título "ya es falaz", puesto que se refiere a un plan para hacer frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania, cuando el problema de la inflación en España no es de hace seis semanas, sino del último año. Por eso, el dirigente conservador sigue abanderando la exigencia de una rebaja impositiva general.

El escollo de la rebaja fiscal

En la dirección de PP aguardan a la 'cumbre' en la Moncloa para fijar el sentido de su voto, aunque algunos dirigentes consultados coinciden en reconocer que será "muy difícil» oponerse a medidas que tienen como objetivo reducir el precio del gas, la electricidad y los carburantes; y continúan abiertos a negociar. Ahora bien, la voluntad de llegar a acuerdos de Feijóo no implica ningún cheque en blanco. "No hay que confundir la moderación con la sumisión", insisten en Génova.

La intención del líder del PP es negociar con Sánchez que acepte tramitar el decreto como proyecto de ley y, por tanto, poder encajar así alguna de sus propuestas. En el Gobierno ven "margen" para incluir aportaciones de los populares "en función de lo que propongan". Y no cierran la puerta a esa tramitación como proyecto legislativo en caso de que se tenga que prorrogar el plan de choque más allá de sus tres meses de vigencia.

Pero a lo que se siguen negando en el Ejecutivo es a aceptar las bajadas de impuestos que demanda el PP. El plan anticrisis y varios ministros han alejado esa vía, descartando que el consenso de la Conferencia de Presidentes de la Palma enfilara hacia ese recorte pretendido por el jefe de la oposición. Por si hubiera alguna duda, Sánchez ha vuelto este miércoles a unir las rebajas fiscales a un desmantelamiento de los servicios públicos al que no está dispuesto. Y se ha permitido recordar el cierre de colegios en Galicia, presidida aún por Feijóo.

En cuanto a la renovación pendientes del Consejo General del Poder Judicial, las conversaciones entre el PSOE y PP ya estaban más que avanzadas cuando encallaron. Quedaron a falta de una decisión política que nunca llegó a consumarse por la exigencia de Casado de cambiar la elección de los vocales.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión