Sánchez busca sellar la paz en la coalición de Gobierno marcando una voz única en la reforma laboral 

El presidente convoca este martes a Nadia Calviño y Yolanda Díaz para fijar una postura común sobre la medida y poner fin a los enfrentamientos.

Nadia Calviño, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Nadia Calviño, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz
Efe

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tratará este martes de cerrar la pugna que ha azotado la convivencia entre PSOE y Unidas Podemos por la derogación de la reforma laboral. Los morados abrieron la caja de los truenos el 22 de octubre denunciando lo que consideraban una "injerencia" de los socialistas en las competencias del Ministerio de Trabajo, que ellos controlan. No era "una discusión más", advirtieron entonces, mientras el socio mayoritario de la coalición reivindicaba que debían participar en las negociaciones. Durante los últimos días las discrepancias se han serenado pero el ambiente sigue estando enrarecido. Este martes, el jefe del Ejecutivo ha convocado a las dos vicepresidentas, Yolanda Díaz y Nadia Calviño, y a los ministros de Hacienda, Seguridad Social y Educación para pactar una posición única entre ambos partidos.

Hay mucho en juego, pero lo que más preocupa en Moncloa es la estabilidad del Gobierno en la semana en la que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022 se votan en el Congreso. PNV y ERC allanaron el camino el viernes pasado anunciando que no presentarían enmiendas a la totalidad de las cuentas, al mismo tiempo que avisan de que era "solo un primer paso" y aún toca negociar su voto afirmativo. El Gobierno es consciente de que le conviene, por tanto, zanjar la cuestión laboral para afrontar el siguiente punto de control de la legislatura.

Otros socios del llamado bloque de investidura como EH Bildu o Más País intentan medrar también en las conversaciones y criticaron las palabras que Sánchez dedicó a la cuestión durante su rueda de prensa tras los actos del G20 en Roma. El presidente se limitó a explicar, al ser preguntado por la cuestión, que su objetivo es reconstruir "cosas que hicieron mal" en la reforma laboral del PP, sin aludir a la derogación de la normal. Una insinuación que no ha sentado bien en estas formaciones. La diputada abertzale Mertxe Aizpurua pide ahora a Sánchez que "se deje de eufemismos" y se comprometa a derogara la medida.

El portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, también rompió este lunes el silencio que mantenía el sector morado en los últimos días y respondió al presidente en Twitter escribiendo 'Pacta sunt servanda' ('lo pactado obliga', en latín). En relación al apartado 1.3 del pacto de coalición firmado junto al PSOE en el que ambas fuerzas se comprometían a derogar, sin ambages, la reforma laboral.

Por otra parte el Gobierno se ha comprometido con Bruselas, en el marco del Plan de Recuperación, a tener lista esta norma antes de que finalice el año, por lo que apenas quedan unas semanas para conseguir un acuerdo entre las partes. Para acelerar las conversaciones, a partir de esta semana, y cada miércoles, se reunirán representantes de ambos partidos en una mesa de diálogo social sobre la reforma laboral.

Este sábado, desde Roma, Calviño rompió el misterio reinante y detalló cuatro puntos a tratar. El primero, la "simplificación de contratos y reducción de la temporalidad", que es, a su juicio "excesiva". El segundo, la "adecuada regulación de las subcontratas". El tercero pasa por establecer un "reequilibrio de las partes en el ámbito de la negociación colectiva". Y, por último, "el establecimiento de un mecanismo permanente de flexibilidad, en línea con la experiencia positiva de los ERTE".

"Trofeo electoral"

Más allá de la cuestión puramente laboral, los socios de Gobierno han empezado a mover fichas para a marcar sus posiciones y atribuirse los méritos del Gobierno de cara al electorado. Un nuevo ciclo electoral se vislumbra y aunque en ambos partidos reconocen que se necesitan mutuamente para gobernar -Sánchez llegó a confesar que al PSOE le beneficia "un espacio progresista en forma"-, las generales de 2023 cada día están más cercanas y volverán a convertir a los ahora socios en rivales.

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, lanzó un dardo este domingo a Unidas Podemos afirmando que la reforma laboral "no puede ser un trofeo electoral". Díaz, por su parte, asegura que su objetivo es que el diálogo social "siga funcionando" y sobre la reunión de este martes avanza que "por fin vamos de nuevo a fijar los límites de la reforma".

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