Una huida de cuatro años con una foto en Instagram y una "casi" detención en Alemania

En estos casi cuatro años, Puigdemont se ha movido de Bruselas únicamente a países en los que una extradición a España resultaba compleja. Viajó a Copenhague, Helsinki, Ginebra y a Alemania.

Carles Puigdemont ante la autoproclamada 'Casa de la República' en Waterloo, Bélgica.
Carles Puigdemont ante la autoproclamada 'Casa de la República' en Waterloo, Bélgica.
Efe

Lunes 30 de octubre de 2017. Habían pasado dos días desde que fuera destituido como presidente de la Generalitat de Cataluña, después de que el Gobierno central aplicase el artículo 155 de la Constitución, y Carles Puigdemont cuelga una foto de su despacho en Instagram con un simple mensaje: 'Bon dia'. Quiere mostrar normalidad, una jornada más en la oficina, pero la imagen forma parte de un engaño: en ese mismo momento, el hombre que declaró la independencia de Cataluña durante 8 segundos estaba ya en Bruselas. Había escapado de la justicia española hacia un país muy laxo con las leyes de extradición, dejando atrás a una parte de su Govern, con Oriol Junqueras a la cabeza, que sí se las vería con los jueces y que acabaría pisando la cárcel.

En una huida de película, el domingo 29 Puigdemont había salido de su casa de Gerona escondido en los asientos de atrás de un coche para que no lo detectaran los mossos d'Esquadra que custodiaban el domicilio. Acompañado por su mujer, antes de llegar a la frontera francesa había cambiado de vehículo, conducido ahora por un mosso de su plena confianza. Ya en territorio francés, se dirige a Marsella, donde toma un avión que le llevará a Bruselas. Y el martes 31 de octubre, convoca en la capital belga una rueda de prensa multitudinaria en la que afirma que no regresará a España hasta que «haya garantías». El 3 de noviembre, el juez Lamela emite una euroorden de busca y captura contra Puigdemont y el resto de los miembros del Govern huidos con él.

En estos casi cuatro años, Puigdemont se ha movido de Bruselas únicamente a países en los que una extradición a España resultaba compleja. Viajó a Copenhague, Helsinki, Ginebra y a Alemania. En la ciudad germana de Schuby fue interceptado por la Policía de ese país el 25 de marzo, pero un juez de la Audiencia territorial de Schweslig Holstein frenó la extradición por considerar el delito de rebelión «inadmisible». Aquel «susto» no cambió los planes de Puigdemont, que ofreció una conferencia en Berlín y visitó Reino Unido e Irlanda, entre otros desplazamientos, como el que realizó a Perpiñán (Francia) en febrero de 2020, en un acto masivo del independentismo catalán. La intención del expresidentr siempre fue internacionalizar su situación y la del secesionismo catalán, aunque eso implicara la posibilidad de acabar siendo detenido.

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